Militar asilado en EE.UU. teme por su vida
CIUDAD JUAREZ, México - - El capitán Jesús Valles,
que obtuvo asilo político
en Estados Unidos tras desertar de las Fuerzas Armadas mexicanas, declaró
que
teme por su vida y la de su familia.
En entrevista telefónica realizada desde esa ciudad fronteriza con
Estados Unidos,
frente a El Paso (Texas, donde Valles obtuvo asilo político), el
militar recordó que
en 1994 estaba asignado al 30 Batallón de Infantería cuando
estalló la rebelión del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
"Al capturar a 5 indígenas (en la población de Ocosingo,
sureño Estado de
Chiapas), me ordenaron matarlos, situación a la que me negué
por mis
convicciones religiosas", aseguró Valles. "Tengo miedo, temo por
mi vida y la de
mi familia", dijo.
Valles afirmó que, en Ocosingo, un alto mando identificado como
Adalberto
Pérez Nava mató a cinco indígenas zapatistas capturados,
justificando su actitud
en que, si los entregaban a la justicia civil, los iban a dejar libres
o a darles
amnistía.
"Mi calvario y sufrimiento comenzó en 1994, luego de la insurrección
zapatista, ya
que me hostigaron por negarme a matar, diciendo que no había obedecido
a los
mandos", afirmó.
Según Valles, que es el primer militar mexicano que recibe asilo
en Estados
Unidos, "en el Ejército mexicano nos presentan a los indígenas
de todos los
Estados como bandoleros, narcotraficantes o guerrilleros, y por eso debemos
atacarlos cuando se sublevan, como el caso de Chiapas, sin importar si
ya están
detenidos".
"Nunca pensé, como militar, que tendría que verme en una
situación de este tipo",
agregó Valles, "por lo que tomé mis pertenencias y huí
con mi familia a Estados
Unidos", donde vivió de manera clandestina desde 1994 hasta el año
pasado,
cuando solicitó el asilo con la asistencia del abogado Carlos Spector,
especializado en temas migratorios.
De acuerdo con su versión, a los soldados "formalmente nunca les
piden matar
por escrito, sino a través de insinuaciones, ya que les piden que
no hagan
prisioneros y que desaparezcan (sic) a quienes se opongan a ellos".
El capitán dijo que sus compañeros del 30 Batallón
de Infantería, acantonado en
Tabasco en 1994, le dijeron que huyera o le pasaría lo mismo que
a los
simpatizantes del EZLN.
Su primer experiencia negativa en el Ejército, recordó, fue
en 1988, cuando
estaba comisionado en la Sierra Tarahumara del norteño Estado de
Chiuhuahua,
ocasión en que tuvo que reunir a indígenas de un pequeño
poblado para
torturarlos, porque no querían informar de quién era el propietario
de un predio
sembrado de marihuana.
Valles, según informó recientemente el diario La Jornada
-de Ciudad de México-
desertó de las Fuerzas Armadas después de que en los primeros
días de 1994 se
negara a obedecer una orden superior: "matar, no capturar" a los miembros
de la
guerrilla indígena zapatista.
El capitán, que recibió el asilo en la vecina ciudad de El
Paso (Estados Unidos),
supuestamente declaró ante la juez federal de migración,
Bertha Zúñiga, que el
general Luis Humberto Portillo ordenó "exterminar a todo sospechoso
de
pertenecer a los rebeldes zapatistas".
Las denuncias del asilado se refieren a los combates sostenidos por las
tropas
mexicanas con miembros del EZLN en la población de Ocisingo, especialmente
a
las ocurridas en el mercado de la localidad, recordadas como las más
sangrientas
y prolongadas del inicio de la lucha de la guerrilla indígena.