Sin nuevas medidas contra Castro
La Casa Blanca renovó ayer el compromiso de ayudar al pueblo cubano a conquistar su libertad --pero no especificó nuevas políticas-- en una carta enviada por la asistente de seguridad nacional, Condoleezza Rice, al legislador estatal republicano David Rivera.
''La importancia y urgencia de esta tarea se ha redoblado por la reciente represión del régimen de Castro contra los disidentes'', escribió Rice en respuesta a una misiva enviada al presidente George W. Bush, el mes pasado, por 34 comisionados, tres alcaldes y dos funcionarios escolares de Miami-Dade.
En ella se cuestionaba la aparente falta de iniciativas en la política hacia la isla, y se pedía al mandatario que no traicionara a los disidentes.
Pero en la respuesta, la Casa Blanca no ofreció argumentos nuevos ni hizo anuncio alguno, sino que enumeró una serie de ''logros'' en la política hacia Cuba, muchos de los cuales fueron implementados bajo la administración de Bill Clinton.
Entre ellos citó el arresto de una red de espías cubanos en Estados Unidos que tuvo lugar el 10 de septiembre de 1998, cuando Bush era aún gobernador de Texas; Rice también mencionó el apoyo financiero a las familias de los presos políticos cubanos, pero no mencionó que el Congreso no ha aprobado aún el presupuesto al respecto.
Además, explicó que la administración Bush se ha opuesto activamente a los esfuerzos de levantar las sanciones y los viajes de estadounidenses a la isla sin mencionar que la semana pasada los representantes republicanos fueron impotentes para oponerse a una enmienda legislativa que permite las dos cosas; también refiere que se ha hecho esfuerzos para restringir los desplazamientos de diplomáticos cubanos, una decisión originalmente tomada cuando Madeleine Albright ocupaba la Secretaría de Estado.
Rice añadió que ''los encausamientos [de tres oficiales de la fuerza aérea cubana responsables por] el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, en 1996'', son una prueba de que ``el Departamento de Justicia busca llevar ante los tribunales a los responsables de este ataque brutal y sin provocación contra ciudadanos estadounidenses''.
El legislador Rivera dijo que la carta muestra que el presidente Bush tiene un historial sólido en política hacia Cuba que los cubanoamericanos agradecen.
Sin embargo, subrayó: ``Pero es necesario establecer una distinción más clara aún entre este presidente republicano y los pasados o futuros demócratas. Queremos una distinción clara''.
''En la campaña del 2000, el Presidente prometió restringir el acuerdo migratorio y eso no ha pasado. El tiene que cumplir esa promesa, porque la comunidad cubanoamericana no va a dejar pasar eso'', añadió Rivera.
Según el director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Joe García, la carta es ``más de lo mismo''.
''Esto es solamente más paños tibios. En vez de esperanza y esfuerzo nos ofrecen mentiras, migajas y miseria. Estamos viviendo el onceno año de política hacia Cuba establecida por Bill Clinton'', enfatizó.