Ni las interferencias ni las prohibiciones evitan que escuchen Radio Martí
Por Jorge Olivera
(Nueva Prensa Cubana)
LA HABANA, -- "Mucho ruido" son las palabras que se oyen en las calles
habaneras cuando se habla de Radio Martí, una emisora que, desde
1985, ofrece
su programación y servicio noticioso para Cubas. Los oyentes habituales
--y ello
significa una gran parte de la población cubana-- buscan seguir
el rastro a todos
aquellos sucesos no reflejados en los medios de prensa oficialistas.
Sistemáticamente el régimen ha tratado de interferir la señal
de Radio Martí, sin
muchos resultados. El monopolio del Partido Comunista sobre la opinión
pública
interna, sobre la información en general, ha sido quebrantado por
proyectos como
éste. A pesar de las tácticas prohibitivas, las autoridades
no han conseguido frenar
los impulsos populares por conocer "la otra cara de la moneda".
Por estos días la interferencia se ha hecho más agresiva.
Las iniciativas de la gente
para atrapar de cualquier modo la señal son disímiles: unos
construyen su propia
antena con lo que encuentran, otros contratan a técnicos de electrónica
para tener
más posibilidades. De cualquier modo, ni las interferencias ni las
prohibiciones
gubernamentales evitan ya que las noticias de Radio Martí pasen
comúnmente de
boca en boca, desde Maisí a San Antonio.