Poco interesado Ashcroft en encausar a Castro
El secretario de Justicia cenó con el líder de la FNCA
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El secretario de Justicia, John Ashcroft, dio ayer en Miami pocos
indicios de estar interesado en encausar al gobernante cubano Fidel Castro
por el derribo de las
avionetas de Hermanos al Rescate.
Durante un almuerzo en el restaurante Versailles, de La Pequeña Habana, Ashcroft rehusó discutir el tema con un director de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), y conversó apenas 47 segundos con dos activistas de Hermanos al Rescate luego de hacerlos esperar hora y media de pie; entre ellos Eva Barba, de 75 años, madre del piloto Pablo Morales.
"Quería recordarle que le escribimos una carta pidiendo el encausamiento de Castro'', dijo el abogado George Fowler, de la FNCA.
"El Departamento de Justicia nos contestó que estaba esperando
el desenlace del juicio de los espías. Pero ya fueron hallados culpables,
incluso uno de ellos de
conspirar para asesinar, y nos gustaría saber qué
espera Ashcroft''.
El abogado apenas alcanzó a saludar a Ashcroft cuando ingresó al recinto, pero fue impedido de sentarse a la mesa por un guardaespaldas del funcionario. "Este es un asunto importante para esta comunidad. El no vino aquí sólo a comer croquetas'', añadió.
En contrapartida, Ashcroft cenó ayer con el presidente
de la FNCA, Jorge Mas Santos, con quien discutió el tema del encausamiento
y cuestiones relacionadas con
inmigración, dijo a El Nuevo Herald el director ejecutivo
de la organización, Joe García.
El presidente de Hermanos al Rescate, José Basulto, indicó que en el breve encuentro "le recordé que hizo un juramento comprometiéndose a hacer cumplir la ley, y la ley dice que debe encausar a Castro por el asesinato de nuestros pilotos''.
Barba acompañó al activista y entregó una carta con la solicitud de encausamiento. Pero Ashcroft guardó el sobre y se despidió de los activistas rápidamente.
Ningún líder relevante del exilio participó en el almuerzo, sino que asistieron el representante estatal Mario Díaz-Balart; los abogados republicanos Miguel De Grandy yOscar Rivero, así como Feliciano Foyo, Gonzalo Dorta y Enrique Ros, padre de la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
A la llegada, el secretario de Justicia no quiso hablar del asunto
con la treintena de periodistas que lo esperaban en el parqueo del restaurante
bajo un torrencial
aguacero, y abandonó el establecimiento por la puerta
de la cocina.