La Habana rechazará comercio con EU
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Gustavo Arcos Bergnes, secretario general del Comité Cubano
Pro
Derechos Humanos, afirmó que el régimen de Fidel
Castro rechazará la
propuesta de la Administración Clinton por la que empresas
norteamericanas puedan comerciar con sectores privados en Cuba,
porque esa medida abriría las puertas a la democracia
en la isla.
``Si ellos aceptan ese comercio perderán el poder político'',
subrayó
Arcos. ``Eso no lo pueden permitir porque irían perdiendo
el poder
económico, y luego irían perdiéndolo todo''.
Arcos, de 72 años, quien habló por teléfono
con El Nuevo Herald el
jueves desde La Habana dijo que si el régimen castrista
autoriza el
comercio del sector privado con empresas estadounidenses ``sería
como
aceptar que están cediendo ante las demandas de nosotros
aquí, de los
disidentes internos, que desde hace años estamos abogando
por
aperturas políticas y económicas''.
Según Arcos, el auge que alcanzaría el sector privado,
los pequeños
agricultores, los dueños de paladares, las cooperativas
y trabajadores
por cuenta propia, sería inmenso si pudieran comerciar
con empresas
norteamericanas y el régimen castrista, ``que lleva 40
años en el poder
no le interesa eso'', a pesar de la difícil situación
económica que atraviesa
la población.
En el país se abre cada día más un abismo
entre el beneficio del trabajo,
el salario y el costo de la vida, dijo Arcos, quien añadió
que los alimentos
que vende el Estado a través de la libreta de racionamiento,
vigente
desde hace ya 37 años, son mínimos, ``y es imposible
sobrevivir con
ellos''. Esa situación origina el mercado negro, la corrupción,
el robo y la
prostitución.
``Sólo los que recibimos dólares de nuestros familiares
y amigos del
exterior podemos alimentarnos y vestirnos un poco mejor que el
resto de
la población. Pero la mayoría de los trabajadores,
gente del pueblo que
no tiene esa posibilidad, está sumido en la miseria'',
afirmó Arcos. ``Eso
ha dado lugar al fenómeno de dos grandes clases dentro
del pueblo: los
que sólo cuentan con su salario y los que reciben dólares''.
Arcos reconoció que las nuevas medidas anunciadas por la
administración Clinton, en general, son beneficiosas para
la población
cubana, pero se mostró escéptico en cuanto a la
posibilidad de que el
gobierno cubano permita el comercio del sector privado con empresas
norteamericanas. ``Eso conspira contra sus intereses políticos,
y a este
gobierno le importa poco anteponer sus intereses políticos
a las
necesidades económicas de la población, de la nación
cubana'', subrayó
Arcos. ``A fin de cuentas, eso es lo que ha hecho hasta ahora''.
Copyright © 1999 El Nuevo Herald