OLANCE NOGUERAS
El Nuevo Herald
Cuando en Cuba haya cambios serios y fundamentales, Estados Unidos
estará dispuesto a reciprocarlos, puntualizó el
martes el jefe de la
Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Michael
Kozac,
durante el último día de una conferencia con analistas
y académicos de
ambos países.
La convención ``Cuba en Evolución'', celebrada en
Dallas, Texas, y
auspiciada por el diario The Dallas Morning News, abordó
durante dos
días temas como la política de cambios reales o
propaganda, intercambio
periodístico y un panel especial dedicado a explorar las
posibilidades de
negocios entre Cuba y Estados Unidos.
Kozac, quien criticó enérgicamente la inmovilidad
sociopolítica del
gobierno de Fidel Castro, dijo que ``el problema es que los cubanos
no
desean hablar de las cosas que más nos preocupan''.
Explicó que Cuba insiste en mantener intacto su gobierno
socialista, pese
a la falta de libertades económicas y políticas
de sus 11 millones de
habitantes.
Por su parte, el director del departamento Norteamérica
de la cancillería
cubana, Carlos Fernández de Cossío, aprovechó
su participación en
Dallas para pedir el fin del embargo estadounidense contra la
isla y dijo
que el fin de la Guerra Fría debería haber mejorado
las relaciones
bilaterales hace ya años.
``Si en 1989 alguien hubiese dicho que el embargo estadounidense
contra Cuba iba a durar 10 años, la gente hubiera dicho
que estaba
loco'', dijo Fernández. ``Así que no voy a hacer
pronósticos, pero
espero que cambie''.
Mientras tanto, decenas de analistas y empresarios invitados proyectaron
un mensaje de acercamiento e intercambio con Cuba para mejorar
las
relaciones.
Eloy Gutiérrez Menoyo, presidente de Cambio Cubano, dijo
a la agencia
EFE que Estados Unidos y Cuba pueden resolver con respeto su
hostilidad, y ``los cubanos pueden reflexionar e imaginar un
destino más
plural, más compartido por todos''.
También apuntó que la visita del papa Juan Pablo
II a la isla ``deberá
facilitar la gradual apertura política del gobierno cubano
hacia algunos de
sus opositores''.
La conferencia se vio empañada desde sus inicios por la
exclusión de
Frank Calzón, director del Centro para Cuba Libre con
sede en
Washington, y miembros de la Fundación Nacional Cubano
Americana,
las más influyente de las organizaciones cubanas en el
exilio.
Otra ausencia fue el presidente de la agencia informática
Cuba Net, José
Alberto Hernández, quien se retiró de la conferencia.
``Nos retiramos porque entendimos que las exclusiones son una
manera
de censurar'', dijo José Alberto Hernández, presidente
de la agencia
informática Cuba Net. ``Respondiendo a ese mismo principio,
nosotros
tomamos la decisión de incluir un link del periódico
Granma [órgano
oficial del régimen cubano], ¿cómo ahora
vamos a aceptar que silencien
una de las voces más importantes del exilio?''.
Fuentes cercanas al evento dijeron a El Nuevo Herald que la conferencia
se desarrolló en un marco de respeto, y que algunos de
los académicos y
representantes de la isla parecían disentir de la ideología
marxista.
La nota del encuentro la puso un joven balsero residente en Texas
que,
después de escuchar a los panelistas de la isla, preguntó:
``¿Si ustedes
consideran que en Cuba existe una democracia dictada por el pueblo,
cómo es posible entonces que los mismos individuos pasen
leyes que los
aplastan?''
No hubo respuesta.
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