Muere decano de la prensa católica cubana
De la Redacción de El Nuevo Herald
El periodista católico Juan Emilio Friguls, decano de la prensa cubana, falleció ayer en La Habana a los 88 años, víctima de un paro cardíaco.
La muerte de Friguls ocurrió a las 3 a.m. del martes en su casa de la Habana Vieja luego de varios días afectado por una neumonía.
''Fue un trabajador incansable'', relató anoche desde La Habana su hijo, el arquitecto Joaquín Friguls. ``Estuvo trabajando hasta este martes a pesar de que estaba ya débil y con una insuficiencia cardíaca, y antes de acostarse me dijo que iría [ayer] a Radio Reloj... trabajar fue su pasión''.
Nacido en La Habana el 3 de agosto de 1919, Friguls se graduó de la primera promoción de la Escuela de Periodismo Márquez Sterling, que abrió sus puertas en 1943. Se inició en el periodismo como columnista del influyente diario Información en 1945, y luego pasó a desempeñarse, desde 1947 a 1961, como redactor de asuntos sociorreligiosos en el Diario de la Marina.
Además de su labor en el periodismo escrito de la república, fue también colaborador de los noticieros de Unión Radio desde la fundación de la emisora, en 1946, y corresponsal de la National Catholic Welfare Conferencia de Washington.
A pesar de la marginación que sufrieron los católicos al triunfo de la revolución de Fidel Castro, Friguls decidió permanecer en Cuba, donde fue reportero de asuntos diplomáticos, religiosos y culturales de la emisora Radio Reloj desde 1962 hasta su muerte.
Impecable en el vestir --siempre de guayabera o traje-- e invariablemente amable y cordial en el trato cotidiano, Friguls dejó un singular magisterio de profesionalismo, decencia y cubanía en el acontecer periodístico de la isla.
Durante su quehacer profesional pudo entrevistar a dos papas: Pío XII, en 1950, y Pablo VI, en 1968.
Por su defensa de los valores católicos, el Vaticano le hizo merecedor de la Cruz Proecclesia et Pontífice y de la Medalla Juan XXIII. Recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1997.
En Cuba lo sobreviven su esposa Bertha, de 85 años, y su hijo
Joaquín, y en Miami, su hermano Antonio. Su hija, la monja María
Rosa, falleció el pasado año en La Habana. El entierro de
Friguls se efectuó en la tarde de ayer en el Cementerio Colón
de La Habana.