El compromiso de Filiberto era con la independencia de Puerto Rico
Por Ortelio González Martínez
• Afirma, en exclusiva para Invasor digital, la viuda de Filiberto Ojeda Ríos, luchador independentista puertorriqueño. A cinco años del asesinato afloran nuevos detalles sobre el crimen
Elma Beatriz Rosado Barbosa, esposa de Filiberto Ojeda Ríos,
líder independentista puertorriqueño asesinado hace un lustro,
se arranca jirones del alma y, en exclusiva para Invasor digital, habla
de su compañero en la vida, asesinado el 23 de septiembre de 2005.
Las respuestas llegaron vía Internet, mas no son una frívola
enumeración de hechos. Llevan consigo el sentir patriótico
de un hombre que ofrendó la vida por un Puerto Rico libre.
Esta entrevista no es más que un testimonio vivo sobre un hecho
—otro más— de terrorismo cometido por el gobierno de los Estados
Unidos.
—A cinco años del asesinato de Filiberto a manos de agentes
del FBI, ¿pudiera revelar nuevos detalles del crimen?
—Durante los pasados cinco años han aflorado otros datos sobre
ese acto de terrorismo de estado cometido por el gobierno estadounidense
contra el pueblo borinqueño. El asesinato de Filiberto Ojeda Ríos
respondió a una decisión del gobierno norteamericano de intentar
darle un escarmiento a los puertorriqueños que luchan por la independencia
y en contra del colonialismo. Intentaron silenciar la voz de unidad y respeto
que Filiberto significa en la lucha libertaria antimperialista y recurrieron
a una ejecución extrajudicial en su mezquino, pero fallido, empeño
de lograrlo. Como Responsable General del Ejército Popular de
Puerto Rico —Macheteros—, Filiberto representaba un obstáculo
para los objetivos del gobierno yanqui, que impone condiciones humillantes
y sus armas sobre un país colonizado que lucha por su libertad.
"Se ha descubierto la existencia de un video donde se pueden ver dos
helicópteros de combate, sin número de matrícula ni
identificación, tomando parte en el operativo contra Filiberto.
Esos helicópteros de asalto no eran del Negociado Federal de Investigaciones
(FBI), como lo ha reconocido esa misma agencia en declaraciones oficiales.
No se descarta, entonces, que otras entidades puedan haber participado
en el operativo para matar a Filiberto.
"La Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico llevaba a cabo
una investigación para determinar si la empresa privada DynCorp
tuvo alguna injerencia en el operativo de asalto contra Filiberto, ya que
esta empresa mantiene una base militar privada en una ciudad en el noroeste
de Puerto Rico, no muy lejos del municipio de Hormigueros, donde asesinaron
a Filiberto. Se ha descubierto, además, que el gobierno de Puerto
Rico es socio mayoritario de Dyncorp, levantando mayores interrogantes
sobre el papel del propio gobierno puertorriqueño en complicidad
con el estadounidense.
"El terrorismo de estado está presente en este acto vil en el
que Filiberto fue herido y dejado desangrarse hasta morir. El FBI no solo
no proveyó, sino que, además, impidió la ayuda médica,
lo que, claramente evidencia un acto de tortura, culminando en asesinato."
—El jefe de la policía puertorriqueña en aquellos
momentos Pedro Toledo, admitió que se enteró de la redada
varias horas después de iniciada. ¿Cree usted que en verdad
desconocía la operación?
—Pedro Toledo Dávila fue agente del FBI antes de ser el jefe
de la Policía de Puerto Rico. Como tal, sigue siendo un agente del
FBI, y a ellos nadie les cree. José Figueroa Sancha, también
agente del FBI, y quien participó en el operativo para asesinar
a Filiberto, es ahora el jefe de la Policía de Puerto Rico, infiltrada
por agentes extraños al pueblo puertorriqueño.Le han jurado
lealtad al gobierno de Estados Unidos, para vergüenza de nuestra nación.
"Los puertorriqueños debemos estar alertas, porque los estilos
del FBI se están trasladando a la Policía de Puerto Rico.
El estilo de ellos es asesinar, en lugar de arrestar. Escoger un 23 de
septiembre, día que se conmemoró el Grito de Lares, fecha
de la Revolución Puertorriqueña, para asesinar a Filiberto
demuestra la insensibilidad y mezquindad de un gobierno déspota.
Ya en 1985 lo habían intentado, pero no pudieron lograrlo. Esto
fue admitido en testimonio bajo juramento en la Corte de Distrito de Estados
Unidos en Puerto Rico, en 1989, por un agente del FBI quien aseguró
que disparó a matar, pero falló.
"El terrorismo de estado continúa en Puerto Rico. La represión
no cesa, y la persecución tampoco. La lucha libertaria en esta Antilla
es una lucha desigual, asimétrica, contra una potencia que recurre
a medidas como la ejecución extrajudicial para tratar de acallar
las voces de dirección y revolución en el sector independentista."
—En momentos en que cercaron la casa donde se refugiaba Ojeda Ríos,
se difundía en Lares, al centro del país, un mensaje grabado
del líder. ¿Qué decía dicho mensaje y por qué
lo difundieron?
—El mensaje de Filiberto en Lares era un compromiso ante "el altar de
la Patria", como llamaba don Pedro Albizu Campos al lugar donde los patriotas
puertorriqueños declararon la República en 1868, apenas unos
días antes del Grito de Yara, en Cuba. La revolución fue
sofocada, pero la significación de esa gesta marca la fecha patriótica
de mayor importancia para la lucha libertaria de Puerto Rico.
"Durante los últimos 15 años de clandestinaje de Filiberto,
su mensaje a la actividad de conmemoración del Grito de Lares significó
el cumplimiento del deber. Esa tarde de 2005, durante los actos en la Plaza
de la Revolución, se difundía la voz de Filiberto en el mensaje
grabado que enviara al pueblo puertorriqueño, en lo que constituía
ya una tradición.
"En el mensaje, Filiberto comenzaba reconociendo a los héroes
de la patria, y desde las primeras líneas mencionaba a la hermana
Cuba en esa lucha libertaria que compartían cubanos y puertorriqueños
en el exilio.
"Criticaba el reformismo, que impide el avance de la lucha por la independencia
de Puerto Rico; las intervenciones del gobierno de Estados Unidos en los
países latinoamericanos y en otros como Vietnam, Afganistán
e Irak; también la corrupción y el saqueo perpetrado por
los funcionarios gubernamentales.
"Hablaba de las luchas ambientales, a favor de la preservación
del ambiente y de la conservación del agua y en contra del uso del
suelo puertorriqueño como laboratorio de experimentación
estadounidense. Alertaba sobre la importancia de estas luchas y la antimilitarista,
urgiendo al pueblo a enfocarse en estas campañas, para defender
y salvar la nación.
"También señalaba la necesidad de reflexión en
el movimiento independentista para asegurar que éste se vinculara
y estuviera integrado con el pueblo puertorriqueño. Finalmente,
inspirado por los nuevos vientos que soplaban en nuestra América,
recordaba el derecho de los puertorriqueños, como parte de la patria
latinoamericana a un espacio que 'nos corresponde por natural pertenencia'."
—¿Es cierto que fue el puertorriqueño más buscado
por el Gobierno Federal de los Estados Unidos?
—Filiberto fue encarcelado en el año 1985, y permaneció
en prisiones del sistema federal estadounidense durante 32 meses, sin haber
sido llevado a juicio. En aquel momento era el preso político que
más tiempo había estado en el sistema carcelario sin que
se le hubiese celebrado juicio, a pesar de que el Departamento de Justicia
de Estados Unidos promete prontitud en atender las acusaciones y el debido
proceso de ley para el acusado.
"La presión popular, las voces de la comunidad internacional
y las apelaciones presentadas ante las Cortes en Estados Unidos, obligaron
al Departamento de Justicia a excarcelarlo. Apenas transcurridos tres meses
lo apresan nuevamente, imputándole cargos de resistir el arresto
de 1985, y lo mantienen en prisión durante un año.
"Finalmente, en 1989 se celebra el juicio en el que enfrenta los cargos
por resistir a su arresto y por agredir a un agente del FBI. Un jurado
puertorriqueño lo declara no culpable. Ese jurado entendió
que Filiberto era inocente y que tenía derecho a defenderse del
intento de asesinato del FBI.
"El 23 de septiembre de 1990, en un mensaje escrito en la Plaza de
la Revolución en Lares, Filiberto anuncia su retorno a la clandestinidad,
espacio desde el cual había luchado a partir de la década
de 1960, eludiendo a sus perseguidores. En 1992, es juzgado en ausencia
y sentenciado a 55 años de prisión, siendo perseguido, incesantemente,
por el FBI, hasta ser asesinado en el año 2005."
—¿En qué situación se encuentra el movimiento
independentista de Puerto Rico en la actualidad? ¿Los jóvenes
siguen el ejemplo de los líderes de la lucha independentista?
—El movimiento independentista en Puerto Rico se mantiene en constante
y ardorosa lucha. Los campos de batalla son muchos, pero la militancia
está comprometida con la consecución de la libertad y soberanía
plena que nos ha sido arrebatada, en violación de los más
básicos derechos humanos, y en flagrante violación a las
normas de derecho internacional que proclaman el derecho a la libertad
como un derecho inalienable.
"El 23 de septiembre de 2010, después de la conmemoración
en Lares, hay una peregrinación hacia Hormigueros, a la Vigilia
por la Dignidad Filiberto Ojeda Ríos. Durante cinco años
se han celebrado vigilias en 55 municipios de Puerto Rico, y se planifica
completar la lista de los 78 existentes, porque ése ha sido el reclamo.
La peregrinación comienza en Lares y termina en Hormigueros, siguiendo
el lema que ya es un ritual en Puerto Rico: 'De Lares a Hormigueros, de
Betances a Filiberto'.
"El ejemplo de figuras cimeras en el independentismo puertorriqueño
ha sido motivo de inspiración para la lucha de la juventud. Víspera
del 23 de septiembre, los estudiantes universitarios han subido a la Torre
de la Universidad de Puerto Rico y han desplegado una pancarta con las
imágenes de Filiberto, de Lolita Lebrón y de Juan Mari Brás.
La pancarta dice: "porque fueron, somos y porque somos, serán.
"Valentía y coraje es lo que se desprende de los estudiantes
de todos los recintos de la Universidad de Puerto Rico, quienes, durante
los meses de mayo a julio de 2010, protagonizaron una huelga estudiantil
totalmente victoriosa, inspirada en la democracia participativa como estrategia
central. 'Viene la juventud', decía Filiberto, 'y confío
en lo que está sucediendo hoy día con la juventud. En ésta,
se ve reverdecer la esperanza'."
—Cómo y cuándo se vincula Ojeda Ríos con la
Revolución cubana?
—La Revolución cubana ha sido inspiradora. Para Filiberto fue
un gran ejemplo. Él sentía una admiración intensa
por Fidel y por la Revolución. Filiberto aprendió a amar
a Puerto Rico a partir de su integración al Movimiento 26 de Julio,
cuando vivía en Nueva York. Se inspiró con la Revolución
que Cuba vivía y hacía. Con el natural intercambio entre
los cubanos y los puertorriqueños en esos espacios, Filiberto aprendió
sobre las luchas de Cuba y de Puerto Rico. Asistió a la escuela
de Pelegrín García, tomó cursos de Historia de Puerto
Rico y sintió a la Revolución cubana como su lucha, porque
siempre entendió que ambas luchas iban de la mano. Al igual que
decidió comprometer su vida a la lucha por la independencia de Puerto
Rico y se dedicó en cuerpo y alma a ella. Siempre estuvo dispuesto
para la Antilla hermana.
—¿En algún momento su esposo le comentó sobre
el injusto encierro a que son sometidos los Cinco Héroes cubanos
en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo?
—Constantemente. Filiberto estaba consciente de los peligros que enfrentaban
los compañeros porque había vivido en carne propia los abusos
contra él y contra aquellos que fueron encarcelados junto con él,
además de conocer sobre las condiciones de abuso a las que estuvieron
sometidos nuestros héroes nacionalistas de las décadas del
'50, '70 y '80.
"Filiberto abogó por la excarcelación de los compañeros
cubanos, así como también lo hizo por la excarcelación
de los hermanos boricuas. En los boletines que su organización distribuía
en las actividades patrióticas se distinguía una página
muy especial, que leía 'Escríbeles a nuestros patriotas encarcelados',
y se dedicaba una página a los patriotas boricuas y cubanos, donde
aparecían las direcciones para escribirles y las fechas de nacimiento.
Esa página fue la precursora para otras publicaciones de la lucha
independentista en Puerto Rico que la adoptaron.
"El decía que los sectores más avanzados no pueden tenerle
miedo a nada: ni a la represión, ni a la cárcel, ni a ser
torturados, ni siquiera a la muerte. 'Nadie quiere morir, pero no se puede
ser revolucionario y detenerse ante esos peligros'."