Disminuye la cifra de presos políticos
Denuncian la pobre situación de las cárceles
Reuters
LA HABANA
El número de presos políticos en Cuba disminuyó en la primera mitad de este año, dijo ayer una organización disidente de derechos humanos que también denunció las ``deplorables condiciones'' de las prisiones de la isla.
La Comisión de Derechos Humanos y de Reconciliación Nacional, no reconocida pero tolerada por el gobierno de Fidel Castro, señaló en su informe semestral que en la isla existían 249 personas encarceladas ``por motivos políticos o políticos-sociales'' frente a los casi 300 del año anterior.
El gobierno cubano niega la existencia de presos políticos,
afirmando que todos ellos han sido condenados por delitos recogidos en
el Código Penal y califica a los
disidentes de ``contrarrevolucionarios''.
Según la Comisión, esta disminución del número
de presos políticos se debe a que el gobierno está sustituyendo
las condenas de cárcel por una ``represión de baja
intensidad''.
``Se dan cuenta de que tener presos políticos ha mellado su imagen pública y por eso ahora no quieren hacer condenas largas y hay una represión de baja intensidad, con retenciones y sanciones menores'', dijo Marcelo López, portazoz de la Comisión.
Tras señalar que dos presos políticos, Dámaso Aquino del Pino y Marcelo Amelo Rodríguez, que sufría severos trastornos de salud, según su familia, habían fallecido en prisión este año, la Comisión denunció ``las deplorables condiciones de alojamiento, alimentación e higiénico-sanitaria de las prisiones''.
``La insuficiente atención médica en las prisiones que nos señalan los familiares es motivo de gran preocupación'', añadió.
La Comisión pidió al gobierno que permitiera una inspección de las prisiones por una comisión compuesta por la Cruz Roja, el Ministerio de Salud y una representación de las iglesias.
Dos de los ex presos políticos más conocidos de
Cuba, Martha Beatriz Roque y René Gómez Manzano, miembros
del llamado ``Grupo de los Cuatro'', que fueron
liberados el año pasado, se reunieron con una delegación
de parlamentarios europeos.
© 2001 El Nuevo Herald