Condena a Cuba
Por ARIEL REMOS
Cuba fue derrotada en Ginebra, no sirviendo de nada gestiones y chantajes
de
última hora por parte de su gobierno para evitar la derrota.
Aunque por estrecho margen de 21 votos a favor, 20 en contra y 12
abstenciones, la Comisión, integrada por 53 estados miembros de
la ONU,
aprobó este viernes la resolución propuesta por la República
checa y
copatrocinada por 14 países, principalmente por Polonia.
La derrota es un revés significativo para Cuba, que después
de haber sido
condenada durante siete años seguidos por eso foro mundial (de 1991
a 1997)
por violadora de los derechos humanos, logró librarse de la condena
el año
pasado.
Observadores consideran que el hecho de que la República Checa haya
sido
junto con Polonia la patrocinadora de la resolución, pesó
mucho en la disposición
de los países este año.
La resolución "reitera su preocupación por la continua represión
de miembros de
la oposición política y por la detención de disidentes,
más recientemente por los
cuatro miembros del ' Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna ', y pide
al
gobierno de Cuba que libere a las personas detenidas o encarceladas por
expresar pacíficamente sus puntos de vista políticos, religiosos
y sociales, y por
ejercer sus derechos de participar completa e igualitariamente en los asuntos
públicos".
Expresa previamente su "preocupación por la continuada violación
de los
derechos humanos y libertades fundamentales en Cuba, tales como la de
expresión, asociación, asamblea, y los derechos asociados
a la administración de
justicia, apesar de las expectativas surgidas por algunos pasos positivos"
del
gobierno cubano en los pasados años. E igualmente expresa preocupación
por la
adopción de la "Ley de Protección de la Independencia Nacional
y la Economía
de Cuba", y lamenta los pasos dados por el gobierno de Cuba que resultan
inconsistentes con la Declaración Universal de los Derechos Humanos
y otros
relevantes instrumentos de esos derechos".
"La aprobación refleja el juicio de la opinión mundial sobre
la actual situación en
Cuba, y esperamos que el gobierno de Cuba acepte esta resolución"
y "despierte
y comience a proteger los derechos humanos y a prepararse para una transición
pacífica a la democracia", afirmó EE.UU. ante la aprobación
de la resolución
condenando a Cuba, a través de del secretario de Estado Adjunto
para
Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Harold Koh, en declaraciones en
que se reconoce el "profundo compromiso de la República Checa y
de Polonia
con la democracia y su convicción de que los derechos humanos son
inalienables
y universales".
Esta vez, EE.UU. no fue la patrocinadora de la resolución, pero
llevó a cabo
unctiva labor de cabildeo en apoyo a la República Checa, hecho que
comentó a
DIARIO LAS AMERICAS la congresista Ileana Ros-Lehtinen, afirmando que la
secretaria de Estado, Madeleine Albright, le expresó el pasado martes
de las
gestiones que se estaban haciendo, y que aunque la votación resultaría
apretada,
la resolución sería finalmente aprobada. "Esta victoria es
una recuperación del
desastre del año pasado, y nos alegramos por lo que significa, si
bien es de
lamentar el número de países que no votan con nosotros, pero
a la hora que lo
necesitan vienen a pedir ayuda", dijo la congresista.
Hasta el último momento la victoria no estaba asegurada, debido
a las gestiones y
presiones que se hicieron por parte de la delegación cubana y las
que le sirvieron
de apoyo, resultando el voto definitorio el de Marruecos. Entre los países
iberoamericanos que votaron a favor de la resolución, se encuentran
Argentina,
Chile, Ecuador y Uruguay, éste último uno de sus copatrocinadores.
Perú,
Venezuela y México, como era de esperar, votaron en contra de la
resolución.
México no sólo votó en contra sino que su delegación
pidió la palabra para atacar
a EE.UU., siendo desautorizado por no ser EE.UU. autor de la resolución,
sino la
República Checa. Se abstuvieron Colombia, El Salvador y Guatemala.
Luis Zúñiga, director de la Fundación Nacional para
Derechos Humanos, quien
formó parte de la delegación de Nicaragua, subrayó
la significación de la victoria
obtenida y lo que representó el hecho no sólo de ser patrocinada
por la República
Checa, sino el interés personal del presidente Vaclav Havel, que
a última hora
intensificó sus gestiones personales con mandatarios de otras naciones
para
comprometer su voto. "El pueblo de cuba y todos aquellos pueblos del mundo
que aman la libertad, la democracia y la dignidad humana, tienen una deuda
de
gratitud con el presidente Vaclav Havel y el pueblo de la República
Checa, que
con su valiente y firme liderazgo, han asegurado que Fidel Castro no puede
seguir
violando con impunidad los derechos humanos en Cuba".
De "victoria para los activistas dentro de Cuba y del exilio", calificó
el Dr. Ricardo
Bofill, presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, el triunfo
contra
Cuba en Ginebra. "Los activistas de Cuba, disidentes y presos políticos,
son los
que recogen diariamente las páginas de horror que escribe Castro
y se tornan en
denuncias que se llevan y se sustancian en Ginebra y otros foros. Y el
exilio es la
base de apoyo, la caja de resonancia que posibilita que las realidades
de Cuba
puedan ser escuchadas y conocidas". Bofill destacó también
la importancia de que
haya sido la República checa la patrocinadora de la resolución,
ya que, junto con
su presidente Havel, "representa la mayor fuerza moral del mundo en materia
de
derechos humanos".
Para Pedro López, de Agenda: Cuba, "aunque por margen estrecho,
es una
victoria de la oposición cubana, del pueblo de Cuba, que recibe
mediante la
censura obtenida, un apoyo del resto del mundo en momentos en que la nación
cubana lucha por superar esta etapa negra de su historia".
Jesús Permuy, presidente del Centro de Derechos Humanos, considera
que "es
una victoria extraordinaria y marca definitivamente un repunte en la lucha
por la
libertad de Cuba. Los países de mayor civilización están
apoyando nuestra lucha.
El gobierno de Cuba, nuevamente, no quiere la reconciliación del
pueblo cubano,
sino seguir oprimiéndolo. Tenemos que acabar con ese gobierno".
"Es una gran victoria para el pueblo de cuba y de las vçitimas más
vulnerables de
la tiranía castrista", declaró a DIARIO LAS AMERICAS Sylvia
Iriondo,
presidente de MAR por Cuba. "Agradecemos a la República Checa y
a Polonia y
países que coauspiciaron la resolución, haber dado un paso
decisivo al colocarse
al lado de nuestro pueblo oprimido".
La delegación cubana quemó cartuchos criticando a EE.UU.
y calificó a la
República Checa y a Polonia de ser sus marionetas, y no podía
faltar en su
inconfundible estilo nada diplomático el rechazo a la resolución.
EE.UU. no dejó dudas de la independencia con que actuaron las república
checa
y polaca, cuyos pueblos exhiben un record impresionante en sus luchas por
la
libertad y por una forma democrática de gobierno. Ambos gobiernos
"decidieron
patrocinar la resolución sobre Cuba, por razón del deterioro
de la situación de los
derechos humanos en ese país", dijo un vocero de la delegación
estadounidense.