El Nuevo Herald
October 21, 1999
 
 
Más detenciones y amenazas a disidentes
 
El gobierno desea que la cumbre sea todo un éxito diplomático

Reuters
WASHINGTON

Unos 30 activistas antigubernamentales cubanos fueron detenidos o confinados
en sus residencias por breves períodos en las últimas dos semanas, en medio
de un incremento de la actividad de oposición de bajo relieve, dijeron fuentes
disidentes.

En el caso más reciente, al menos media decena de disidentes recibieron
órdenes de no salir de sus casas o fueron llevados a centros de detención en la
noche del martes y madrugada del miércoles, después de que la oposición
programó una reunión la mañana del miércoles en La Habana.

``Se trata de detenciones temporales o prohibiciones de salidas --represión de
baja intensidad, pero de masividad'', dijo Elizardo Sánchez, director de la
Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, un grupo
local no gubernamental.

La reducida oposición interna de Cuba, dividida en numerosos y pequeños
grupos ilegales, ha estado involucrada en una intensa serie de actividades en las
últimas semanas.

Al parecer, ello es parte de un aparente intento por hacer que su voz se escuche
alrededor de la Cumbre Iberoamericana, a celebrarse en noviembre en La
Habana.

Convencidos de que la cumbre les ofrece cierta protección y atención a su
actividad, los disidentes han sostenido una serie de reuniones y conferencias de
prensa para delinear sus ideas de reformar el sistema socialista unipartidista que
existe en Cuba por más de 40 años.

Algunos de los activistas más radicales han instado una campaña de
desobediencia civil contra el gobierno de Fidel Castro, quien se encuentra en el
poder desde la Revolución Cubana de 1959.

En público, el gobierno ha respondido con desdén, diciendo que los llamados
``disidentes'', término que La Habana no acepta, son en realidad
``contrarrevolucionarios'' que no gozan de respaldo popular, violan las leyes y son
títeres de Estados Unidos.

La Habana está ansiosa de que la cumbre del 15 y 16 de noviembre, que reunirá
a jefes de Estado de América Latina, España y Portugal, sea un éxito
diplomático.

Cuba, que por primera vez es anfitriona del encuentro, considera que la cumbre
es su acontecimiento más importante desde la histórica visita del papa Juan
Pablo II en enero de 1998.

``Hay cierta efervescencia entre la disidencia ante la cumbre, lo cual está
provocando una reacción del gobierno'', indicó Sánchez.

Los disidentes no tienen acceso a la prensa estatal y son generalmente más
conocidos entre los corresponsales extranjeros y diplomáticos en La Habana
que entre la población cubana en general.
 

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