--De la redacción de El Tiempo
Bogotá -- Para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), los cinco municipios de la zona de distensión
de 42,000
kilómetros tiene gran importancia estratégica y
simbólica. El gobierno
aprovechará el despeje para llevar inversiones y propiciar
el desarrollo
social y económico y acabar con los cultivos ilícitos.
A más tardar el 7 de noviembre, y durante un término
inicial de 90 días,
comenzará el más audaz de los procedimientos para
dar inicio a las
conversaciones de paz entre el gobierno y las FARC.
La zona de distensión --despeje o laboratorio de paz son
los otros
nombres-- abarcará 42 mil kilómetros cuadrados
de los municipios de
San Vicente del Caguán (Caquetá), Uribe, Vistahermosa,
Mesetas y
Macarena (Meta). La zona se extiende desde el Páramo de
Sumapaz,
casi en las goteras del Distrito Capital, hasta los llanos del
Yarí y las
impenetrables selvas del Caguán. Allí viven casi
100,000 personas, en su
mayoría provenientes de otras partes del país que
se vieron forzadas a
colonizar estas remotas tierras por causa de violencias pasadas
en sus
regiones de origen.
Las FARC nacieron hace 35 años en Marquetalia (Tolima),
pero se
asentaron posteriormente en Uribe (Meta), por la presión
militar.
Actualmente, el Secretariado de las FARC está en algún
punto de los
llanos del Yarí o el Caguán. Su auge en esta zona
se debió
principalmente, al abandono estatal, a los cultivos ilícitos.
Su proselitismo
encontró terreno abonado en algunos sectores de la población
cuyas
únicas alternativas son o ingresar a las filas de la subversión
o dedicarse a
la economía de la droga.
Otros sectores de la población, asentados hace ya más
de 50 años y
dedicados a negocios lícitos como la ganadería,
la agricultura o el
comercio quedaron atrapados en medio del fuego cruzado y sólo
esperan que el laboratorio de paz sea la oportunidad para lograr
el
desarrollo social y económico y dejar atrás la
etapa de la violencia y el
narcotráfico.
Para los militares, el repliegue de sus tropas de esta zona implica
un
retroceso en sus avances en la lucha contra los cultivos ilícitos
y en la
recuperación de territorio a la guerrilla que comenzó
en 1991 con la
toma de Casa Verde y terminó con los bombardeos en los
llanos del
Yarí.
Para las FARC, la recuperación de la región tiene
un valor simbólico,
por lo que representa Uribe y la antigua sede del Secretariado
en Casa
Verde y estratégico para su movilización hacia
el centro y el oriente del
país. Actualmente en estos cinco municipios hay una base
militar de
importancia, el Batallón Cazadores de San Vicente del
Caguán y cuatro
unidades militares transitorias que en total suman casi 2,000
efectivos.
Laboratorios de paz
El Alto Comisionado para la Paz, Víctor G. Ricardo, explicó
que la
propuesta de los laboratorios de paz, implica que, aparte de
la
negociación propiamente dicha, se desarrollarán
actividades de carácter,
cultural, académico y de desarrollo social y económico
con presencia de
entidades del Estado para diseñar, junto con los pobladores,
un plan de
desarrollo que trascienda los términos del repliegue de
las tropas.
Aparte de esta presencia institucional, habrá un acompañamiento
de
entidades como la Cruz Roja Colombiana y el Comité Internacional
de la
Cruz Roja, cuyo papel principal será el de veedoras y
garantes del
proceso de diálogo. Otra labor que esperan cumplir es
la de la
pedagogía de los derechos humanos entre los habitantes
de la región,
con el apoyo de Unicef, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU),
la Defensoría del Pueblo y la Comisión Nacional
de Conciliación.
El alcalde de San Vicente del Caguán, Omar García,
explicó que la
población ya se está entrenando en temas de derechos
humanos con la
capacitación a 300 presidentes de Junta de Acción
Comunal, 450
maestros, 60 enfermeras, 100 funcionarios municipales y 10,000
estudiantes de escuelas y colegios. Asimismo en cada inspección,
vereda
o caserío se están instalando comités que
cumplirán la misma función.
La preocupación principal de los alcaldes es quién
va a velar por la
seguridad ciudadana y el orden público.
García reveló que aparte de las peticiones al gobierno
se contactó a la
compañía Teófilo Forero y el frente XIV
de las FARC para
comprometerlos en el respeto a la población. Este aspecto
quedó
superado el viernes en la reunión entre Ricardo y el Secretariado
de las
FARC con el anuncio de esta organización de respetar a
las autoridades
elegidas popularmente.
En Vistahermosa, el alcalde Marco Emilio Londoño anunció
que durante
el repliegue militar se hará un cubrimiento de 80 veredas,
`puerta a
puerta' por intermedio de las juntas comunales.