Reuters
MONTEVIDEO
Ex guerrilleros uruguayos reconocieron el martes haber participado junto
a los
militares de ese país en las negociaciones para que la organización
separatista
vasca ETA decretara una tregua unilateral el año pasado.
``Contribuimos, y pienso que en el mundo debe haber habido otra gente,
a
establecer vínculos confiables para que después fuera
madurando una
negociación'', dijo el martes a la radioemisora El Espectador
el ex guerrillero
y actual diputado izquierdista José Mujica.
El legislador, miembro del ex guerrillero Movimiento de Liberación
Nacional-Tupamaros (MLN-T) reconoció así haber participado
en las
negociaciones, confirmando una versión publicada el lunes por
el diario
uruguayo La República.
Mujica y otro de los líderes del movimiento, Eleuterio Fernández,
dijeron
haber sido contactados por las fuerzas de seguridad uruguayas para
que
propiciaran la paz entre el gobierno español y ETA.
El diputado se negó a aclarar si se trataba de militares o de
miembros de los
servicios de inteligencia, aunque Fernández señaló
la participación de
``militares [uruguayos] de toda graduación pertenecientes a
las tres fuerzas''.
Las fuentes añadieron que la iniciativa para incluir la participación
de los ex
guerrilleros uruguayos fue de las fuerzas de seguridad de España,
quienes
pidieron a sus homólogos uruguayos contactar al MLN-T.
``Pensamos que la naturaleza de la causa bien valía tragarse
una buena cuota
de prejuicio y hasta de dolor'', señaló Mujica refiriéndose
a su contacto con
los militares, sus enemigos del pasado.
Los principales dirigentes del MLN-T, movimiento integrado actualmente
a la
vida política en la coalición de izquierdas Frente Amplio,
y que desarrollara
actos de guerrilla urbana a fines de la década de 1960, fueron
ferozmente
perseguidos por los militares a principios de los años 70.
Sus principales dirigentes, entre ellos Mujica y Fernández, fueron
encarcelados, torturados y mantenidos en condiciones infrahumanas hasta
que
finalizó la dictadura militar que gobernó el país
entre 1973 y 1985.
Copyright 1999 El Nuevo Herald