Elizabeth Burgos: El texto es una parte rica
de la historia de Guatemala
En 1982, la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos condujo 1,080
minutos (unas 18 horas) de entrevistas con Rigoberta Menchú
Tum, que
fueron grabadas en 12 casetes. El resultado de los encuentros fue
recopilado en el libro Me llamo Rigoberta Menchú y así
me nació la
conciencia.
Si no es cierto lo de la muerte del hermano de la dirigente, ni que
su
padre tuvo problemas con terratenientes, ni que ella no fue a la
escuela, no importa, porque estas situaciones le han ocurrido
a muchos
indígenas, señaló la antropóloga,
al agregar: El hecho de que el libro sea
impugnado, no le quita su valor.
Según la especialista, la posición de Menchú
Tum respecto al libro ha sido
variable, porque antes de ganar el premio Nobel en 1992 aseguró
que ella
lo escribió, con la colaboración de Arturo Taracena
y los compañeros de
México. Después de ser galardonada, señaló
que el texto era
responsabilidad sólo de la venezolana.
En abril de 1998 hablé con Rosalina Tuyuc de esto último,
quien calificó de
injusto lo dicho por Rigoberta, porque el libro había
contribuido a
denunciar el horror y la represión que sufrieron sus connacionales,
indicó
Burgos.
La autora expuso que conversó con Stoll hace tres años
acerca de los
acercamientos que tuvo con Menchú Tum, cuya grabación
entregará al
Archivo Nacional de Francia, para quien quiera escucharla.
Los elementos del relato posiblemente son realidades que ella
vio o que
escuchó en su infancia, y las contó como si las
hubiera vivido; puede ser
que no le ocurrieron, pero ese libro personifica situaciones
concretas, y eso
es lo que cuenta, añadió la antropóloga.
Insistió en que los problemas de una persona carecen de
relevancia en
comparación con la tarea que Guatemala enfrenta en el
contexto del
proceso de paz y la ayuda que han recibido las etnias.
Rigoberta fue injusta conmigo, pero no me arrepiento de nada,
sentenció,
al destacar: El libro es una parte rica de la historia de Guatemala.