El Nuevo Herald
30 de diciembre de 2000

Las FARC matan al presidente de la Comisión de Paz

                                    LUIS JAIME ACOSTA / Reuters
                                                    BOGOTA

El presidente de la comisión de paz de la Cámara de Representantes de
Colombia y otras cinco personas fueron asesinadas a balazos ayer por
guerrilleros izquierdistas en un una zona selvática del sudoeste del país, informó
la policía.

El legislador del opositor Partido Liberal Diego Turbay Cote, de 47 años, murió
con sus acompañantes cuando se desplazaba en un vehículo entre la ciudad de
Florencia, capital del departamento del Caquetá y el municipio de Puerto Rico,
para asistir a un acto político, precisaron las autoridades.

El asesinato, el de más alto perfil en el último año, fue considerado por políticos
y analistas un duro golpe al proceso de paz que mantiene el gobierno del
presidente Andrés Pastrana con la guerrilla izquierdista y con el que busca
poner fin al conflicto más prolongado del hemisferio.

La Policía Nacional atribuyó el asesinato del congresista y de sus
acompañantes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el
principal grupo rebelde del país con 17,000 combatientes.

``Fue un ataque de las FARC'', declaró a periodistas el subdirector de la Policía
Nacional, general Alfredo Salgado.

El ataque se llevó a cabo en una zona de alta influencia guerrillera cercana a una
región de 42,000 kilómetros cuadrados cuyo control le entregó el gobierno a las
FARC a finales de 1998 para facilitar negociaciones de paz.

Entre las víctimas del ataque se encuentra Inés Cote de Turbay, madre del
legislador asesinado, y los escoltas de éste que no alcanzaron a reaccionar ni a
repeler el ataque.

Testigos también atribuyeron el ataque a rebeldes de las FARC que armados
con fusiles montaron un retén en la carretera y detuvieron la marcha del
automóvil blindado en el que se desplazaban el congresista y sus
acompañantes.

``Los bajaron del carro, los pusieron boca abajo sobre el piso y los ejecutaron
con un tiro de gracia en la cabeza'', relató a la radio local Luis Peralta, un
periodista que llegó al lugar en donde quedaron las víctimas.

Turbay promovía desde el Congreso acercamiento entre el gobierno y los
rebeldes izquierdistas en procura de detener el sangriento conflicto interno que
enfrenta a la guerrilla, paramilitares de ultraderecha y las fuerzas de seguridad y
que dejó 35.000 civiles muertos en la última década.

``Recibo esta noticia con indignación, con estupor... acaba de caer un nuevo
mártir de la paz en Colombia, es una noticia muy trágica'', dijo el presidente del
Congreso, Mario Uribe.

Según fuentes militares, los autores del ataque huyeron hacia la zona
desmilitarizada, de dos veces el tamaño de El Salvador, en donde se cumplen
las conversaciones de paz y a donde no pueden ingresar las fuerzas de
seguridad.

El crimen se produce en momentos en el que proceso de paz entre las FARC y
el gobierno se encuentra suspendido desde mediados de noviembre pasado por
decisión de la guerrilla, que exige al Estado acciones concretas para aniquilar a
los escuadrones paramilitares de ultraderecha.

Los paramilitares combaten con violentos métodos a la guerrilla y a sus
colaboradores, sembrando una estela de muerte y destrucción por todo el país.

Pese al congelamiento del proceso de paz, las partes discuten un acuerdo
humanitario para intercambiar policías y soldados, secuestrados en combates
durante los últimos tres años y actualmente enfermos, por rebeldes
encarcelados.

El congresista asesinado era hermano del fallecido legislador Rodrigo Turbay,
quien murió ahogado en un caudaloso río de las selvas del Caquetá en 1996
cuando estaba secuestrado por las FARC y era movilizado hacia un
campamento guerrillero.