El Pais
(Cali, Colombia)

Julio 13 de 2002

Toribío estuvo 20 horas en el infierno


Un muerto y dos heridos fue el saldo de la escalada violenta. Comunidad lideró resistencia civil para impedir que se llevaran a trece policías.

Durante 20 horas Toribío fue un infierno.

El traqueteo incesante de las balas y los impactos de los cilindros de gas contra las edificaciones del pueblo era un concierto desesperanzador, en el que todos los moradores creyeron escuchar el canto de la muerte.

Reducidas a escombros quedaron las instalaciones de la Caja Agraria, la estación de Policía y por lo menos 30 viviendas.

"Fue horrible. Era como la 1:00 p.m. del jueves cuando por lo menos 300 guerrilleros empezaron a atacar el municipio. Entonces todo se volvió un caos", relata una pobladora de la zona.

Como esta mujer, cientos de indígenas que habitan este sector aún no se reponen de este episodio, el más violento en la historia de esta localidad.

Sin embargo, el miedo de los lugareños se mezcló esta vez con una alta dosis de valor, pues realizaron una resistencia civil para impedir que la guerrilla se llevara consigo a los trece policías, quienes atrincherados en la estación repelieron el ataque.

"Ellos lucharon para defenderse pero se les acabaron las municiones, por eso se entregaron. Sin embargo, nosotros exigimos que nos los devolvieran", explicó un líder de la comunidad.

Para el subintendente Augusto Giraldo Puerta, la ferocidad del combate y el empleo de armas no convencionales por parte de las Farc, "me hicieron creer que era mi día final y que la muerte era lo único seguro".

El uniformado agregó que de no haber sido por los búnker de que estaba dotada la edificación, todo el personal hubiera perecido.

El grupo de pobladores fue encabezado por el sacerdote Ezio Reattino, párroco de Toribío, quien, con megáfono en mano, rogó por el retorno de la paz y la liberación de los agentes.

No obstante, la arremetida contra esta población caucana dejó una víctima fatal, pues el niño Wilson Achicué, quien fue herido de gravedad el jueves, falleció ayer en el Hospital Universitario del Valle.

"No sé para dónde nos vamos pero esto es muy duro y a lo mejor salgamos de aquí porque lo que nos ha sucedido es terrible y doloroso", dijo un tío del menor.

Dos personas más, quienes fueron heridas en el ataque guerrillero permanecen internas en centros asistenciales de Popayán.

Por su parte, el gobernador del Cauca, Floro Alberto Tunubalá Paja, lamentó los hechos registrados en este municipio y solicitó al ministro del Interior, Armando Estrada Villa, protección humanitaria para las víctimas de estos episodios.

Igualmente, destacó el valor de la comunidad y de los policías, y los invitó a la unidad para buscar la paz en estos territorios.

El coronel Jorge Linares, jefe operativo de la Policía confirmó que hasta anoche las tropas no habían ingresado a la zona, pues las vías se encuentran minadas.

"Me quito el sombrero"

El director de la Policía Nacional, general Luis Ernesto Gilibert, destacó la valentía de los trece uniformados que resistieron el ataque de la columna Jacobo Arenas de las Farc, durante 20 horas.

Gilibert sostuvo que teniendo en cuenta la superioridad numérica de los subversivos y las condiciones de su incursión armada, el resultado final debe considerarse como un triunfo, "una victoria de la Policía, de la democracia y de la comunidad".

"Fue muy duro para ellos -agregó-, el sistema de comunicación no funcionó, además los refuerzos no llegaron. Me quito el sombrero ante mis hombres".

De igual manera, el Director de la Policía se refirió al reconocimiento público que hicieron los insurgentes que lideraron el ataque acerca del desempeño de sus hombres en Toribío.

"Sé que los subversivos aplaudieron su valentía, pero no es necesario que lo hagan porque nosotros, más que nadie, sabemos de sus condiciones y lo que debe importar son nuestras consideraciones, las del Gobierno y las de la comunidad", afirmó.

Gilibert también hizo hincapié en la necesidad de agradecer a la población civil la manera como rodeó a la Policía, tal como lo ha hecho en otras situaciones.

"Cuando la Institución hace parte integral del tejido social se consiguen resultados como el obtenido y así debemos continuar trabajando: unidos, buscando la paz, la tranquilidad y la seguridad", puntualizó.

Por Silvio Sierra Sierra. Enviado Especial. Toribío, Cauca.