Las FARC rechazan una reeleción de Uribe
JAVIER BAENA /Associated Press
BOGOTA
La guerrilla de las FARC rechazó una eventual reelección del presidente Alvaro Uribe, pero mantiene su decisión de negociar con él un acuerdo humanitario para la liberación de secuestrados a cambio de la excarcelación de guerrilleros.
''Es (la reelección) una ambición propia de los dictadores y fascistas obsesionados en la guerra total y en el lucro personal'', dijo el vocero y miembro de la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, en una entrevista divulgada en Internet por la agencia de noticias ANNCOL, que simpatiza con los rebeldes.
El proceso para reformar la Constitución mediante un proyecto de iniciativa popular ya está en marcha, con la recolección de firmas para constituir legalmente el movimiento encargado de promover la reelección de Uribe para el período 2006-10.
''Uribe transita por los descompuestos caminos abandonados en el Perú por el tristemente célebre Alberto Fujimori'', aseguró Reyes, en la entrevista.
La iniciativa de reelegir a Uribe ha sido estimulada por su alta popularidad en las encuestas de un 80 por ciento, generada principalmente por su política de mano dura contra la guerrilla, recuperando la seguridad en Colombia y mejorando las condiciones para el crecimiento de la economía.
Reyes aseguró que ``la política de mano dura del gobierno de Uribe es propia de su concepción fascista y de su compromiso con la política paramilitar''.
Algunos analistas políticos han sugerido que la reelección de Uribe permitirá mantener la ofensiva contrainsurgente que desarrollan las fuerzas armadas y golpear de forma más definitiva a la guerrilla.
El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Wood, aseguró a principios de mes que las FARC ante presidentes de mano dura ``buscan la manera de esperar a que llegue el próximo''.
A pesar de los duros ataques contra Uribe, el jefe guerrillero
reiteró, en un mensaje a los familiares de los secuestrados, ``la
inquebrantable voluntad de la organización
guerrillera por lograr el canje o acuerdo humanitario que ponga
fin al cautiverio de sus seres queridos''.
Las FARC han propuesto intercambiar a unos 70 dirigentes políticos, militares y policías que tiene secuestrados, por los guerrilleros encarcelados. Pero el gobierno exige la libertad de todos los plagiados, entre los cuales están aquellos retenidos con fines extorsivos.
Además, Uribe demanda que los rebeldes excarcelados no vuelvan a las filas de la guerrilla si eventualmente son liberados.
Las discrepancias sobre las condiciones del acuerdo han impedido
avanzar en el tema, a pesar de los esfuerzos de una comisión facilitadora
de la Iglesia Católica. Algunos de los secuestrados llevan ya seis
años en improvisadas cárceles en las selvas, rodeados de
alambres de púas y vigilados por rebeldes.