El Nuevo Herald
Feb. 18, 2002

Las FARC controlan el oro de Colombia

                      GONZALO GUILLEN/El Nuevo Herald
                      BOGOTA

                      Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) controlan cerca del
                      80 por ciento de la explotación de oro en Colombia y algo más de la de
                      platino por medio de la extracción directa a gran escala y de la extorsión a
                      las compañías que sacan esos metales en forma legal, revelaron a El Nuevo
                      Herald investigadores especializados del Departamento Administrativo de
                      Seguridad (DAS), la policía secreta civil.

                      El comandante de las Fuerzas Militares, general Fernando Tapias, ratificó la
                      versión aunque no proporcionó cifras sobre la participación de las FARC en la
                      explotación de esos recursos. ''Pero sí es un alto porcentaje'', dijo.

                      El producido de estas fuentes de ingresos de los rebeldes, hasta ahora desconocidas, no ha sido
                      calculado con certeza por el DAS. Lo que la agencia sí sabe es que el grupo guerrillero suele emplear el
                      metal para pagar la compra de armas y pertrechos. También lo utiliza para almacenarlo en forma de
                      lingotes.

                      Las principales fuentes propias de explotación de oro de las FARC, cuya existencia apenas comienza a
                      descubrirse, se encuentran en ríos amazónicos que recorren más de la mitad del país.

                      La extracción la hacen con dragas flotantes de dimensiones industriales, algunas de las cuales
                      recientemente fueron ocupadas por un grupo del DAS que las buscó en desarrollo de un trabajo de
                      inteligencia.

                      Dentro de esas factorías flotantes los investigadores capturaron libros de contabilidad y fotografías de
                      algunos de los guerrilleros que administraban la operación. Algunas de las gráficas fueron cedidas a El
                      Nuevo Herald de manera exclusiva.

                      La mano de obra empleada en su mayor parte proviene de la vecina amazonia brasileña. ''Son los
                      famosos garimpeiros. Ellos están entrenados para bucear entre los ríos hasta 10 horas continuas'',
                      explicó uno de los investigadores del DAS. ''También hay aventureros peruanos, venezolanos y
                      ecuatorianos'' debido a la vecindad amazónica con esos países.

                      Las barcazas más grandes trabajan ininterrumpidamente, con dos turnos diarios de obreros que se
                      relevan.

                      El general Tapias reveló que hace cerca de cinco años comandó una operación militar contrainsurgente
                      en la amazonia que permitió encontrar alrededor de 20 dragas mineras de las FARC. Contó que los
                      equipos y la información recaudada fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales, lo que
                      no sirvió de nada porque la zona estaba completamente dominada por las FARC.

                      Ante la imposibilidad de trasladarlos a un lugar seguro, Tapias ofreció destruirlos pero no consiguió
                      aprobación de los funcionarios judiciales que asumieron el caso.

                      El general no duda en la veracidad de las informaciones del DAS según las cuales existe una cantidad
                      indeterminada de dragas mineras de las FARC que las autoridades no han encontrado pero su
                      existencia se conoce por versiones de garimpeiros, colonos e indígenas que dicen haberlas
                      frecuentado.

                      Las pesquisas del DAS, cuyos agentes accedieron a remotos sitios de explotación de las FARC
                      fingiendo ser turistas interesados en la naturaleza amazónica, descubrieron, además, un alarmante
                      proceso de contaminación con mercurio en los ríos de la región, formas de esclavismo a las que son
                      sometidos los indígenas, así como prostitución y alcoholismo entre los nativos.

                      El comercio de mercurio no tiene restricciones en Colombia. Es utilizado para separar el oro de la arena
                      fluvial y los materiales sobrantes son arrojados a las aguas.

                      La contaminación se refleja ''en niños indígenas nacidos con labio leporino. También encontramos niños
                      sin brazos''. Los investigadores tomaron declaraciones de nativos y colonos que hablan de peces
                      deformes, ''llenos de llagas'' que amenazan la alimentación de los habitantes de la zona, explicó uno
                      de los investigadores.

                      La extracción del oro las FARC también la practican con pequeñas plantas mecánicas flotantes de su
                      propia invención que denominan ``draguetas`` y su operación también incluye la utilización
                      indiscriminada de mercurio.

                      Los ríos amazónicos que recorrió el DAS en su primera investigación tras el rastro del oro de las FARC
                      fueron el Mucaya, Caguán, Guainía y Yarí, así como las regiones de Cerro Nariz, El Venado y El
                      Remanso, en la comarca suroriental de Inírida. Pero ya poseen pistas de otras zonas de explotación;
                      de acuerdo con las autoridades mineras colombianas, ``casi todos los ríos amazónicos son ricos en
                      oro''.

                      El equipo de investigadores narró que intentó llegar hasta Puerto Hormiga (departamento de
                      Putumayo), en límites con Ecuador, alentados por versiones que hablan sobre la proliferación de
                      rústicas mesas de negocios abarrotadas de dólares y de pesos colombianos que los compradores de
                      oro y pasta de coca le dejan a las FARC.

                      Sin embargo, gente de la zona disuadió a los agentes. ''Nos dijeron que si no íbamos a negociar, no
                      saldríamos vivos'', contó uno de ellos.

                      La huella del oro también los llevó hasta el departamento de Chocó, en límites con Panamá. Allí
                      encontraron otras formas de explotación terrestres con máquinas de brazos hidráulicos cuyo ingreso a
                      la jungla húmeda más espesa de Colombia es considerada como una proeza. Esa región contiene los
                      únicos yacimientos colombianos de platino, sobre los cuales las FARC también tienen control por medio
                      de la explotación directa o la extorsión a quienes sacan legalmente el metal.

                      Colombia desconoce con exactitud el tamaño de sus reservas auríferas, pero ocupa el número 16 en el
                      contexto internacional, con una producción legal anual estimada en 18.8 toneladas métricas, de las
                      2,400 que produce el mundo.

                      La producción nacional oficial de platino es de 411.1 kilogramos de los 155,300 que componen la de
                      todo el mundo en un año.

                      Los mayores puntos de extracción legal de oro de Colombia se encuentran en el nordeste del
                      departamento de Antioquia y sus operadores últimamente han rehusado pagar los ''impuestos'' de las
                      FARC, dijo Tapias.

                      En la serranía de San Lucas, centro del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla
                      colombiana, domina los yacimientos de oro de Guanacá, de donde proviene la mayor parte de los
                      ingresos de esa facción rebelde, reveló Tapias.