Combates en Medellín dejan 9 muertos y 37 heridos Medellín
Dos niñas de 6 y 11 años están entre las víctimas
fatales del enfrentamiento entre la Fuerza Pública y
milicianos de la guerrilla, aunque la comunidad dice que muchos de los
heridos son civiles.
Durante ocho horas cuatro barrios del occidente de Medellín se convirtieron
ayer martes en una zona
de combates.
Según el comandante de la Cuarta Brigada, general Mario Montoya
Uribe, se investigan los nexos con
milicianos de siete de las nueve víctimas (excepto las dos niñas),
lo mismo que 25 de los 29 heridos
civiles.
La versión la contradicen los habitantes de esa zona de la ciudad
que aseguran que muchos de los
heridos de la confrontación -entre los que hay varios niños-
no pertenecen a ningún grupo armado.
También fueron alcanzados por las balas seis policías y dos
militares, lo que deja un balance total de
37 heridos.
La operación ‘Mariscal’, realizada conjuntamente por la Policía,
Fiscalía, DAS, Cuarta Brigada del
Ejército y la Fuerza Aérea, en contra de las milicias del
sector, se inició hacia las tres de la
madrugada en los barrios El Salado, 20 de Julio, Las Independencias y Nuevos
Conquistadores.
“Todo empezó con dos petardos. Ahí empezó el tiroteo.
La gente estaba dentro de sus casas y ahí
llegaban las balas”, contó un habitante de El Salado.
Los enfrentamientos no solo comprendieron esos cuatro barrios, sino que
se presentaron muchas
cuadras abajo, a pocos metros de la Unidad Intermedia de San Javier, a
donde fueron remitidos
inicialmente los heridos.
Los primeros lesionados llegaron hacia las cuatro de la madrugada y a partir
de esa hora y hasta
pasadas las 11 de la mañana el pequeño centro hospitalario
se convirtió en un hospital de guerra,
que recibió uniformados y habitantes de los barrios heridos y muertos.
Algunas personas salieron a
las terrazas y techos de las casas a pedir con sábanas y camisetas
blancas el cese de los disparos
de lado y lado.
“Un muchacho que vive por mi casa, que vende frutas en el centro, estaba
chismoseando y le
pegaron un disparo en el pecho. Mi primo Wilmar lo cargó con un
vecino para bajarlo y a él también le
dispararon”, relató una jovencita sobre las angustiantes horas que
se vivieron ayer en el occidente de
la ciudad.
“Mi hermana salió herida dentro de la casa, cuando le estaba haciendo
el desayuno a sus dos niños.
Y a mí me tiraron un rafagazo cuando la fui a sacar”, fue el testimonio
de un vecino de Nuevos
Conquistadores.
Sin embargo, para el comandante de la Policía Metropolitana, general
Leonardo Gallego Castrillón no
hubo excesos.
“La respuesta de la Fuerza Pública ha sido a los ataques cometidos
por los subversivos. No
considero que haya habido excesos de parte nuestra. Sí creo que
hubo excesos de parte de los
grupos armados ilegales con los mismos miembros de la Fuerza Publica”,
aseguró el comandante de
la Policía Metropolitana, general Leonardo Gallego Castrillón,
al comentar sobre el alto número de
heridos y muertos.
Por su parte, el general Montoya dijo que sus hombres también están
entrenados para respetar los
derechos humanos y pelear como corresponde en este tipo de operaciones.
Al entregar el balance de la operación, los altos oficiales destacaron
la captura de 30 personas, más
las otras 25 que se investigan y que están siendo atendidas en centros
hospitalarios, el decomiso de
5 armas de fuego, 7 bombas caseras y el desmantelamiento de central de
comunicaciones y una
fábrica de explosivos caseros.
“Entre los capturados se encuentran ya reconocidos un cabecilla militar
de las milicias urbanas del
Eln que operan en ese sector y otro cabecilla logístico. También
un enlace de las Farc señalado
como coordinador de este movimiento con las milicias del Eln y de los Comandos
Armados del Pueblo
(Cap)”, informó Gallego.
La operación especial se planeó en el marco del Plan Democracia,
pues a las autoridades llegó
información de que las milicias preparaban un sabotaje a las elecciones
del domingo.
En los cuatro barrios donde se realizó, junto con Villa Laura, Belencito,
El Corazón, Betania, Eduardo
Santos y Los Alcázares viven unas 70 mil personas. Allí hay
presencia de milicias de los Cap (que
opera solo en el occidente de la ciudad desde hace seis años), las
Farc y el Eln.
Y desde marzo del año pasado llegó al sector el frente José
Luis Zuluaga de las Autodefensas
Campesinas del Magdalena Medio, que se alió con varias bandas para
combatir a los milicianos. Ese
grupo paramilitar y el Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba
y Urabá -que llegó
hace más de tres años a Medellín- son las que se pelean
con las Farc y el Eln el control de sitios
estratégicos de la ciudad.
Desde hace varios meses, líderes barriales de la zona critican que
las operaciones de la Policía y el
Ejército se concentran solo en los grupos de milicias y no en los
paramilitares ni en bandas como ‘El
cartel de Cali’, que al igual que los subversivos mantienen atemorizados
a buena parte del occidente
de la ciudad.
Por esa guerra entre ambos bandos, no es raro que esa zona de la ciudad
se vea afectada con
balaceras de día y de noche, con masivo desplazamiento urbano (del
que ninguna entidad oficial
tiene cifras), con el cobro de ‘vacunas’ y paros en el servicio de transporte.