El Ejército expulsa a las FARC de base clave
FERNANDO VERGARA / AP
MIRAFLORES, Colombia
Cinco años y medio después que la guerrilla arrasó
en un masivo ataque la base antinarcóticos de la Policía,
las tropas gubernamentales están de nuevo
en control de una nueva base en el corazón de la selva
amazónica.
Unos 360 policías con respaldo militar tienen desde el
martes la misión de continuar la lucha contra los cultivos de coca
y enfrentar a las guerrillas de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que controlan
el negocio de la droga en esta zona, 430 km al sureste de Bogotá.
''Esto no es una simple operación militar, ni estamos
de paso. La fuerza pública está acá para reclamar
nacionalidad y estar presentes con ustedes'', dijo
ayer el ministro de Defensa, Jorge Uribe, a los residentes de
Miraflores.
La mayoría de los que asistieron al evento en este pueblo
polvoriento en medio de la selva miraban recelosos a las autoridades. Sólo
unos pocos se
acercaron a darles la mano, ya que la guerrilla apenas fue desalojada
el sábado por tropas que descendieron en paracaídas.
El 3 de agosto de 1998 más de 500 guerrilleros de las
FARC atacaron la base de Miraflores y dieron muerte a 80 policías
y militares, luego de lo cual
capturaron a 130 sobrevivientes.
Los habitantes de Miraflores rehusaron contestar preguntas de
la prensa. El párroco José Gilberto Cadavid afirmó
que tienen temor por la llegada del
Estado luego de tantos años de ausencia y de que la alcaldía
fuera retirada hace año y medio.
''Nos ha correspondido vivir en medio de la espada y la pared.
No significa que todos los que estemos aquí tenemos parte con la
guerrilla o somos
guerrilleros'', dijo el sacerdote a la cúpula militar
y policial que estaba en la inauguración. ``Estamos expectantes
y temerosos ante lo que pueda pasar''.
A su llegada, las tropas empezaron a quitar los avisos de las
FARC, como uno que a la entrada del pueblo decía ``Continuaremos
leales ... al pensamiento
de nuestro ideólogo comandante Jacobo Arenas''.
La guerrilla dejó en el pueblo carros robados, oficinas
en donde cobraban los impuestos, impartían justicia y censaban a
la gente. También una casa de
cambio de pesos por dólares y euros para el comercio
de la cocaína.
El ataque a la base de Miraflores fue una de las mayores victorias militares de las FARC en sus 40 años de existencia.
Hoy la base está reconstruida, con unas condiciones de
seguridad que harían irrepetible un ataque como el ejecutado por
las FARC en 1998. Ahora la
guerrilla está replegada hacia las selvas y montañas
en todas partes.