El Nuevo Herald
5 de noviembre de 2001

Capturan al cerebro financiero de las FARC

 LAS FARC están consideradas por Washington como uno de los grupos terroristas más importantes del mundo.

 Agence France Presse
 BOGOTA

 Las autoridades colombianas, con el apoyo de agentes estadounidenses, capturaron hace tres semanas a un presunto testaferro y cerebro financiero de las rebeldes
 Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quien sería la pieza clave para que Washington pida en extradición a cinco cabecillas de ese grupo rebelde,
 reveló ayer el diario El Tiempo de Bogotá.

 Según el rotativo, Juan Pablo Rubio, de 35 años, fue capturado en una operación conjunta realizada en Bogotá, en la que se encontraron documentos que demuestran
 que el detenido posee en Ciudad de Panamá títulos por $50 millones que pertenecerían a las FARC.

 Los papeles fueron puestos al 2.5 por ciento de rentabilidad hasta el 2005, según comprobó el diario.

 De acuerdo con el informe, investigadores colombianos, así como de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Lucha Antidrogas (DEA)
 estadounidenses, llegaron hasta Rubio luego de dos años de minuciosos rastreos.

 La operación los llevó a constatar que, en el último año, Rubio viajó en más de cien ocasiones a la zona desmilitarizada del sur del país, en donde se realizan
 negociaciones de paz entre el gobierno del presidente Andrés Pastrana y las FARC.

 Según los investigadores, Rubio se reunía entre dos y tres veces por semana con algunos miembros de la dirigencia de las FARC. Asimismo, viajaba permanentemente
 a México y Panamá, donde registra numerosas entradas en los últimos 10 meses.

 Las autoridades dijeron al rotativo que los rastreos indican que el dinero manejado por Rubio ``salió de la zona desmilitarizada y de cuentas manejadas por la guerrilla en
 otras ciudades del país''.

 ``Es tal la cantidad de dinero que mueven los jefes guerrilleros de las FARC, que se pueden dar el lujo de poner semejantes cantidades en dólares y en títulos a términos
 muy largos en diferentes países, pues no lo necesitan'', señaló uno de los investigadores en declaraciones a El Tiempo.

 Según el diario, en poder de Rubio también se encontraron documentos que comprueban numerosos embarques de droga, los cuales superaron en varias oportunidades
 las 40 toneladas de cocaína y que fueron supervisados, firmados y enviados por miembros de la dirigencia de las FARC.

 Algunos de los envíos tuvieron destinos como México y Paraguay, mientras que en los registros bancarios aparecen relaciones de pago a personas que según las
 autoridades de Estados Unidos y Colombia, pertenecen al poderoso cartel de Tijuana, en México, indicó el rotativo.

 Agregó que desde su captura, Rubio accedió a colaborar con las autoridades estadounidenses porque, como él mismo les aseguró a los investigadores, ``a los gringos
 es a quienes más interesa conocer todo lo que sabe y tiene en su poder sobre las FARC''.

 De acuerdo con la publicación, ``el hombre les propuso a los agentes de la DEA y la CIA viajar a Estados Unidos bajo el programa de protección de testigos, a cambio
 de que nueve miembros de su familia, entre ellos sus padres, esposa, hijos y hermanos, sean también sacados del país''.

 Un agente estadounidense le dijo a El Tiempo que ``las pruebas que hasta ahora ha entregado `el lavador de las FARC' son tan contundentes que las autoridades en
 Washington y la embajadora en Bogotá, Anne Patterson, han hablado duro y claro sobre los nexos de las FARC con el narcotráfico''.

 Las FARC, la principal guerrilla colombiana con unos 16,500 efectivos, está incluida en el listado de los más importantes grupos terroristas del mundo, preparado por el
 Departamento de Estado de Estados Unidos.

 El gobierno estadounidense anunció recientemente que en el marco de la lucha mundial contra el terrorismo, procedería a confiscar las cuentas de ese tipo de
 organizaciones y de los grupos sospechosos de patrocinarlas o favorecerlas económicamente.

 De igual forma se pronunció el gobierno británico, señalando que bloquearía las cuentas de los grupos guerrilleros izquierdistas que operan en Colombia, así como de los
 paramilitares de extrema derecha.
 
 
 

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