Tunja y Bogotá
En un hecho que
fue calificado por autoridades civiles y militares como una evidencia de
la degradación que ha alcanzado el conflicto armado en
Colombia, la
señora de 55 años Elvia Cortés Gil murió ayer
al detonar una carga explosiva que desconocidos le habían colocado
en el cuello tras
negarse a pagar
$15 millones por una extorsión.
El caso se presentó
hacia las cuatro de la mañana en la vereda La Palestina, del municipio
de Chiquinquirá (Boyacá), cuando tres sujetos que vestían
prendas militares
y pasamontañas ingresaron a la vivienda de Elvia Cortés Gil
y Salomón Pachón, a quienes conminaron a que les entregaran
$15
millones de
pesos que les habían exigido la semana anterior.
Según
comentó la propia Elvia Cortés Gil, ella se negó a
cancelar la suma, y como en otras oportunidades les había cancelado
sumas semejantes les
dijo que no
iba a pagar un peso más. Fue entonces cuando los individuos le colocaron
alrededor del cuello un collar de tubo galvanizado con varias
cargas de dinamita.
Acto seguido le manifestaron que si no pagaba en pocas horas activarían
la carga a control remoto.
Interviene la Policía
Aunque los sujetos
intimidaron a la mujer manifestándole que de avisar a las autoridades
activarían la carga dinamitera, vecinos del lugar lo hicieron, y
sobre las siete
de la mañana llegó a la finca La Esperanza personal antiexplosivos
de la Policía y el Ejército. Trasladaron a doña Elvia
Cortés a un
sector despoblado
de las afueras de Chiquinquirá y comenzaron la delicada tarea de
retirar el collar que se conectaba a la cintura de la mujer a través
de un cordón
detonante.
Las labores se
prolongaron por espacio de cinco horas, y el técnico antiexplosivos
de la Policía Jairo López, con el apoyo de tres militares
expertos
en la materia,
logró desactivar el 70% de la carga. Sin embargo, a las 12:55 de
la tarde, súbitamente, explotó el artefacto, cercenó
el cuerpo de la
mujer y dejó
gravemente heridos a los uniformados de la Policía y el Ejército.
El subintendente
de la Policía Jairo López perdió el brazo izquierdo
y la mano derecha. Minutos después falleció cuando era trasladado
al Hospital
Militar por
vía aérea. Entre tanto, el sargento del Ejército Néstor
Cruz Torres perdió los dedos de la mano derecha, y los soldados
Gustavo Adolfo Caro
y José
Suárez Gallón recibieron heridas en las extremidades inferiores.
De inmediato fueron remitidos al Hospital Militar en Bogotá.
Aunque no está
confirmado que la acción corresponda a unidades de las FARC, según
familiares de Elvia Cortés, el frente XI de esta organización
alzada en armas
los venía extorsionando. El coronel del Ejército, Santiago
Roa Millán, comandante del batallón Antonio José de
Sucre, insistió en que
se trata de
una acción de la insurgencia. El ministro de Defensa, Luis Fernando
Ramírez, y el comandante de las Fuerzas Militares confirmaron la
versión.
“El resto lo saben ustedes”
“Lo único
que podíamos hacer era darle ánimo y decirle que estábamos
haciendo lo posible por salvarla. Ella estaba tensionada, pero se calmaba
por
ratos. De un
momento a otro y después de tanto rezar ocurrió la explosión.
El resto ya lo saben ustedes”, fue el comentario emitido por el coronel
Santiago Roa
Millán al detallar lo sucedido con doña Elvia Cortés
Gil, en la vía circunvalar que conduce al municipio de Chiquinquirá.
Los habitantes
de la región, tras repudiar el hecho, expresaron que doña
Elvia Cortés era una líder de la comunidad y llevaba la representación
de la
junta de acción
comunal. De constatarse que los autores del hecho fueron las FARC, el caso
será llevado a instancias internacionales, expresaron
mandos militares.
La Fiscalía conformó una unidad de investigación para
esclarecer lo sucedido.
Instrucciones
Los familiares
de la señora Elvia Cortés Gil, recibieron un cassette en
el que se les informaba que el collar explosivo no podía ser activado
sino a
determinada
hora del día o de la noche y se alertaba sobre el peligro que representaría
el intentar desactivarlo.