El Espectador (Colombia)
Mayo 16, 2000
“Sólo podíamos darle ánimo”

          Tunja y Bogotá

          En un hecho que fue calificado por autoridades civiles y militares como una evidencia de la degradación que ha alcanzado el conflicto armado en
          Colombia, la señora de 55 años Elvia Cortés Gil murió ayer al detonar una carga explosiva que desconocidos le habían colocado en el cuello tras
          negarse a pagar $15 millones por una extorsión.

          El caso se presentó hacia las cuatro de la mañana en la vereda La Palestina, del municipio de Chiquinquirá (Boyacá), cuando tres sujetos que vestían
          prendas militares y pasamontañas ingresaron a la vivienda de Elvia Cortés Gil y Salomón Pachón, a quienes conminaron a que les entregaran $15
          millones de pesos que les habían exigido la semana anterior.

          Según comentó la propia Elvia Cortés Gil, ella se negó a cancelar la suma, y como en otras oportunidades les había cancelado sumas semejantes les
          dijo que no iba a pagar un peso más. Fue entonces cuando los individuos le colocaron alrededor del cuello un collar de tubo galvanizado con varias
          cargas de dinamita. Acto seguido le manifestaron que si no pagaba en pocas horas activarían la carga a control remoto.

          Interviene la Policía

          Aunque los sujetos intimidaron a la mujer manifestándole que de avisar a las autoridades activarían la carga dinamitera, vecinos del lugar lo hicieron, y
          sobre las siete de la mañana llegó a la finca La Esperanza personal antiexplosivos de la Policía y el Ejército. Trasladaron a doña Elvia Cortés a un
          sector despoblado de las afueras de Chiquinquirá y comenzaron la delicada tarea de retirar el collar que se conectaba a la cintura de la mujer a través
          de un cordón detonante.

          Las labores se prolongaron por espacio de cinco horas, y el técnico antiexplosivos de la Policía Jairo López, con el apoyo de tres militares expertos
          en la materia, logró desactivar el 70% de la carga. Sin embargo, a las 12:55 de la tarde, súbitamente, explotó el artefacto, cercenó el cuerpo de la
          mujer y dejó gravemente heridos a los uniformados de la Policía y el Ejército.

          El subintendente de la Policía Jairo López perdió el brazo izquierdo y la mano derecha. Minutos después falleció cuando era trasladado al Hospital
          Militar por vía aérea. Entre tanto, el sargento del Ejército Néstor Cruz Torres perdió los dedos de la mano derecha, y los soldados Gustavo Adolfo Caro
          y José Suárez Gallón recibieron heridas en las extremidades inferiores. De inmediato fueron remitidos al Hospital Militar en Bogotá.

          Aunque no está confirmado que la acción corresponda a unidades de las FARC, según familiares de Elvia Cortés, el frente XI de esta organización
          alzada en armas los venía extorsionando. El coronel del Ejército, Santiago Roa Millán, comandante del batallón Antonio José de Sucre, insistió en que
          se trata de una acción de la insurgencia. El ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, y el comandante de las Fuerzas Militares confirmaron la
          versión.

          “El resto lo saben ustedes”

          “Lo único que podíamos hacer era darle ánimo y decirle que estábamos haciendo lo posible por salvarla. Ella estaba tensionada, pero se calmaba por
          ratos. De un momento a otro y después de tanto rezar ocurrió la explosión. El resto ya lo saben ustedes”, fue el comentario emitido por el coronel
          Santiago Roa Millán al detallar lo sucedido con doña Elvia Cortés Gil, en la vía circunvalar que conduce al municipio de Chiquinquirá.

          Los habitantes de la región, tras repudiar el hecho, expresaron que doña Elvia Cortés era una líder de la comunidad y llevaba la representación de la
          junta de acción comunal. De constatarse que los autores del hecho fueron las FARC, el caso será llevado a instancias internacionales, expresaron
          mandos militares. La Fiscalía conformó una unidad de investigación para esclarecer lo sucedido.

          Instrucciones

          Los familiares de la señora Elvia Cortés Gil, recibieron un cassette en el que se les informaba que el collar explosivo no podía ser activado sino a
          determinada hora del día o de la noche y se alertaba sobre el peligro que representaría el intentar desactivarlo.