Escepticismo y esperanza con retiro de Fidel Castro
El comerciante Raúl Álzaga es
dueño de una agencia de viajes. |
Lilliam Irizarry / Prensa Asociada
Los cubanos residentes en Puerto Rico volvieron a amanecer hoy divididos,
esta vez sobre el anuncio del retiro del presidente cubano Fidel Castro.
Mientras unos se expresaban escépticos con la noticia, otros no podían esconder su euforia.
"Es una noticia bien grande para el pueblo cubano porque va a traer más apertura y se cae el régimen", expresó el cubano Herlán González, dueño de un negocio de gomas de autos de San Juan.
Pero, para la escritora cubana Mayra Montero, el anuncio "no es tan tremebundo".
"No creo que nada cambie demasiado, lo que iba a cambiar, ya está cambiando... Aun a pesar de Fidel, él tiene un peso tan grande en el país, que no habrá un retiro posible hasta que muera", manifestó la laureada novelista de 55 años.
Castro renunció hoy a la presidencia de Cuba, anunciando que no aceptará ser reelegido al cargo tras cinco décadas en el poder y abriendo una gran incógnita sobre el futuro político de la isla caribeña.
El líder cubano de 81 años de edad no ha sido visto en público desde julio del 2006, cuando fue sometido a una serie de operaciones y delegó poderes interinamente a su hermano, el vicepresidente Raúl Castro.
El comerciante Raúl Álzaga, dueño de una agencia de viajes que logró que sus compatriotas pudieran visitar familiares en Cuba, se mostró confiado en que si se materializa el retiro, Fidel se mantendrá "como el ideólogo político de la revolución cubana con una presencia moral y de conciencia al punto, incluso, de que sospecho que no se tomará ninguna medida radical e importante sin consultar o preguntarle a él cuál es su opinión".
Sin embargo Eduardo Pujals, quien discutía el anuncio con amigos en una cafetería en San Juan, cree que el anuncio del retiro de Fidel es tan sólo una estrategia para preparar al pueblo cubano para la muerte de su líder máximo.
"En un régimen como ése, tu no le puedes decir que se murió porque se desorienta, son pasos que se van tomando poco a poco para cuando dentro de un año le digan se murió, el pueblo ya esté listo", sostuvo el hombre de 61 años y quien se dedica a la agricultura.
A su juicio, si Raúl Castro quiere demostrar su apertura al cambio, debe "soltar a todos los presos políticos, pero con monitores de las Naciones Unidas que visiten las cárceles para asegurarse de que no queda nadie".
El gobernador puertorriqueño Aníbal Acevedo Vilá, quien recibió el anuncio mientras se encontraba en Estados Unidos, expresó escuetamente por escrito que "todo lo que dé paso a un proceso de transición rápido, pacífico y verdadero hacia la democracia, es bienvenido".
El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, afirmó que ante el retiro de Castro, se debe "reconsiderar el embargo y levantarlo" como "una medida de justicia" al pueblo cubano.
El veterano líder independentista puertorriqueño Juan Mari Brás, amigo personal del presidente cubano, presagió que "habrá cambios en la orientación económica, cosa que se venía cocinando internamente desde hace algún tiempo".
Y para Rosa Meneses, presidenta del Partido Nacionalista, el retiro
de Fidel "es muestra... de la entereza de un hombre que ha demostrado ser
un líder a nivel internacional y, en nuestro concepto, la máxima
figura que tiene el mundo como líder en el siglo 20".