Cuba cortó los contactos secretos con EU tras el arresto de los espías
La Habana interrumpió el intercambio de información
sobre las actividades de
exiliados
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Después del arresto de los integrantes de la Red Avispa en Miami,
La Habana
interrumpió abruptamente el intercambio de información
con Washington sobre
las actividades del exilio cubano.
La información salió a relucir ayer, durante el juicio
de cinco hombres acusados
de espiar para la isla, y es el primer indicio de cómo Cuba
reaccionó al arresto
de los 10 integrantes de la red por parte de la Oficina Federal de
Investigaciones
(FBI), el 12 de septiembre de 1998.
Los contactos empezaron en 1997, al inicio de una ola de atentados contra
instalaciones turísticas cubanas.
Durante las investigaciones, el gobierno cubano empezó a enviar
al
estadounidense datos que apuntaban hacia el sur de la Florida como
el punto de
organización de esos atentados. En notas diplomáticas,
La Habana acusó a la
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y al Ex-Club de estar
detrás de
los atentados, los cuales, según dijo, fueron ejecutados directamente
por Luis
Posada Carriles, ahora arrestado en Panamá acusado de preparar
un ataque al
gobernante Fidel Castro.
Además, el agente del FBI Agustín Rodríguez y el
oficial del Departamento de la
Policía de Miami-Dade Luis Rodríguez, viajaron a Cuba
el 15 de junio de 1998
para recabar más datos, reveló ayer el fiscal federal
asistente John Kastrenakes.
Pero a partir de los arrestos en septiembre de ese año, los viajes
de oficiales
estadounidenses a Cuba se interrumpieron hasta octubre del año
pasado,
cuando los dos funcionarios policiales volvieron a la isla, junto al
equipo de la
defensa y la fiscalía, para entrevistar a testigos potenciales
del caso.
En esa oportunidad, el coronel Alberto Rabeiro, del Departamento de
Seguridad
del Estado (DSE), se reunió con esos oficiales, y les hizo saber
que el
intercambio de información sobre los atentados se había
interrumpido en 1998,
precisamente a causa de los arrestos de los integrantes de la Red Avispa,
añadió Kastrenakes, durante el contrainterrogatorio del
teniente coronel, Roberto
Hernández Caballero, un subordinado de Rabeiro que estuvo en
Miami dos días
testificando en el juicio.
Hernández dijo desconocer detalles de esa reunión, pero
sostuvo que preparó un
paquete de información que su superior entregó a los
estadounidenses.
El oficial cubano sugirió que entre las pruebas aportadas, en
los últimos años,
se encuentran grabaciones de llamadas telefónicas y conversaciones
entre
agentes suyos y miembros del exilio. Cuando estas alegaciones salieron
a la luz
en 1999, en el juicio en La Habana de un salvadoreño acusado
de ejecutar los
atentados, tanto la FNCA como el Ex-Club desmintieron su participación
en lo
hechos.
``En Cuba ya no hay más gente que arrestar, pero aquí
y en Centroamérica
quedan personas involucradas'', subrayó Hernández.
Los contactos se reanudaron en marzo de 1999, cuando Hernández
viajó a
Washington, donde tuvo oportunidad de visitar la sede del FBI. Allí
fue puesto al
tanto de lo investigado.
Sin embargo, explicó Kastrenakes, en esa oportunidad el gobierno
estadounidense le entregó a Hernández un listado de dos
páginas con detalles
que el FBI necesitaba investigar en la isla. Pero, ``hasta ahora [Cuba]
no ha
contestado, ¿cierto'', preguntó el fiscal asistente al
testigo.
Hernández sostuvo que esos pedidos no fueron hechos oficialmente,
y sugirió
que la demora puede ser atribuida a la lentitud de gestiones diplomáticas
al
efecto.
De todos modos, añadió más tarde, ``los oficiales,
mi departamento y mi
gobierno, están deseosos de colaborar con el FBI para poner
fin a estos actos
de terrorismo contra la población civil [cubana]''.
Kastrenakes se enfrascó en un debate sobre terrorismo con Hernández,
y en un
determinado momento le preguntó si la Dirección de Inteligencia
del Ministerio
del Interior a la que pertenece ``patrocina actos de terrorismo''.
``Mi gobierno no patrocina actos de terrorismo'', respondió el
oficial cubano, lo
cual provocó risas entre los familiares de los pilotos de Hermanos
al Rescate,
presentes en la sala.