Terrorismo
Agenda permanente
Raúl Alzaga Marreza, director
de Viajes Varadero en la isla borinqueña, habla para BOHEMIA
Por: MARTA G. SOJO
sojo@bohemia.get.tur.cu
Ya peina canas. Es que muchos años
han transcurrido desde que, en 1960, Raúl Alzaga Marreza, entonces
un niño, emigrara de Cuba junto a sus padres. Vivió en Miami
y Brasil, pero 30 años atrás tomó la decisión
de establecer su residencia en Puerto Rico. Allá hizo amistad con
Carlos Muñiz Varela, cuando trabajaban juntos en la dirección
de la agencia de Viajes Varadero, hasta minutos antes de que Muñiz
fuera asesinado, en 1979, por la mafia terrorista cubana radicada en Estados
Unidos. Luego de la muerte de Carlos asumió la presidencia, hasta
el presente. Está entre los miembros fundadores de la Brigada Antonio
Maceo y de la revista Areíto.
Raúl
Alzaga opina que es necesario que la gente conozca lo que está sucediendo
con los cinco luchadores antiterroristas cubanos
Conversamos el año pasado,
durante una visita suya a La Habana. Aquel intercambio quedó inconcluso,
con perspectivas de retomarlo. Tal vez pasó más tiempo del
deseado, pero por suerte se concretó, gracias ahora a la maravilla
de la modernidad, el correo electrónico, que nos permite volver
a dialogar a pesar de los kilómetros de mar y tierra que separan
a nuestras dos islas.
-El terrorismo no es una palabra
nueva en el lenguaje de los cubano-americanos recalcitrantes. ¿Cómo
ha afectado a aquellos que mantienen posiciones más cercanas con
su país de origen las actividades terroristas de los extremistas?
-El terrorismo y la violencia no
son nuevos en las comunidades cubanas de Estados Unidos y Puerto Rico.
La década del 70 y el 80 fueron períodos de mucha actividad
terrorista. Cientos de bombas y más de una docena de asesinatos
se llevaron a cabo durante esta etapa. Las motivaciones iban desde pugnas
internas, control de grupos, hasta motivaciones mafiosas y tráfico
de drogas. Existía una población de más de tres mil
ex agentes de la CIA entrenados en técnicas de clandestinaje, manejo
de armas y acciones de sabotaje. Sin contar con otros miles que habían
aprendido por otras vías. Al mismo tiempo se impulsaba por los grupos
contrarrevolucionarios la tesis de la "guerra por los caminos del mundo",
que consistía en golpear con el terror cualquier representación
o símbolo de la Revolución Cubana, fueran civiles o militares.
"Es dentro de este contexto que surge,
en la primavera de 1974, la publicación de la revista Areíto,
que marcó un cambio en la forma de ver al proceso revolucionario
cubano. Las primeras reacciones se desarrollaron a través de los
medios de comunicación. Las campañas de intimidación,
difamación, intentos de desprestigiarnos y aislarnos fueron la agenda
permanente. Luego de caldear el ambiente y de nuestra decisión de
continuar nuestro empeño, se pasó a un segundo nivel: las
bombas y las amenazas físicas. La casa de uno de los directores
de la revista, Vicente Dopico, fue atacada con un artefacto explosivo,
y así la de otros colaboradores de la publicación. Fue tanto
el sobresalto y la amenaza durante el período de 1974 a 1979, que
nuestra presencia en los medios de comunicación era nula o esporádica.
A eso se añadía el ficheo, que se hizo continuo por parte
del FBI, la CIA, etcétera., bajo el pretexto de protegernos.
La
década del 70 y el 80 fueron períodos de mucha actividad
terrorista, y el semanario La Crónica hace el juego como parte de
la campaña anticubana
"Formada la Brigada Antonio Maceo
(1977), fortalecida la revista Areíto e iniciados los viajes
a Cuba (1978), se desarrolló la peor campaña terrorista contra
nuestro grupo y contra los que actuaban a favor del diálogo, la
normalización y el comercio con Cuba. El primer gran golpe fue el
asesinato de Carlos Muñiz Varela (en abril del 79), quien formaba
parte del grupo que desde Puerto Rico contribuyó a la fundación
de Areíto y la Brigada Antonio Maceo. Cuando lo asesinan
dirigía el proyecto político económico de Viajes Varadero.
"Su asesinato se convirtió
en un momento definitorio para muchos de nosotros. La mayoría dimos
un paso al frente; fue nuestro bautismo de fuego.
"Fueron años de gran peligro
(1979-1982). Estas actividades disminuyeron luego de que el gobierno norteamericano
decidiera arrestar a los miembros de la organización terrorista
Omega 7. Una cosa era matar y poner bombas en otros países y otra
cosa era hacerlo dentro de las fronteras estadounidenses. Ya habían
asesinado en el mismo corazón de Washington DC al ex canciller chileno
Orlando Letelier.
"Sin embargo, no aminoraron las intimidaciones,
la desestabilización económica y psicológica y la
desinformación a través de los medios de comunicación.
Ha existido un terrorismo físico (bombas y asesinatos), terrorismo
de Estado (ficheo y complicidad) y un terrorismo de los medios de comunicación.
Con respecto a este último podemos citar como ejemplo la campaña
dirigida durante 10 años (1982-1992) por el semanario La Crónica,
y su director Antonio de La Cova, el mismo que colocara la bomba en la
residencia en Miami de Vicente Dopico y quien solo cumplió seis
de los 55 años de cárcel a que fue condenado. Este semanario
se dedicó a publicar fotos de nuestros hijos y las escuelas a las
que asistían, las direcciones de nuestras casas, donde trabajábamos,
etcétera.
Raúl
Alzaga despide el duelo de su compañero Carlos Muñiz Varela,
asesinado en Puerto Rico
"El terrorismo, aunque modificado,
continúa presente en nuestras comunidades. En los últimos
años ese terrorismo se ha llevado a cabo dentro de las fronteras
de la nación cubana, dirigido y orientado por personas que residen
en la ciudad de Miami o en cualquier otra ciudad de la Unión. Esto
para las agencias federales es un terrorismo bueno."
-Los terroristas de origen cubano
que asesinaron a Carlos Muñiz siguen sin sanciones. ¿Habrá
justicia en algún momento para ese crimen?
-Esperamos que haya justicia, lo
que no tenemos claro es cuándo será. Han sido muchos los
obstáculos para lograrla. En primer término debemos señalar
que los principales conspiradores, actores y encubridores de este crimen
gozaron y aún gozan en mayor o menor grado de protección.
En nuestras investigaciones se determinó que altos oficiales de
la policía de Puerto Rico tuvieron conocimiento antes y después
del asesinato. Ni lo evitaron, ni lo aclararon. Por suerte, muchos de ellos
cumplen hoy penas de cárcel por otras actividades delictivas descubiertas.
Líderes políticos que llegaron a ocupar posiciones importantes
en el Senado boricua, al igual que de comisiones importantes de este órgano,
actuaron como padrinos y protectores de asesinatos. Por suerte, uno fue
expulsado y otro fue juzgado de corrupción y venta de influencia.
"El asesinato de Carlos es parte
de una trilogía de estos hechos que incluyen el de Eulalio Negrín,
en New Jersey, en noviembre de 1970, y el del diplomático cubano
Félix García, en Nueva York, en 1980. Los dos últimos,
atribuidos a Omega 7, y el de Carlos, al Comando Zero. En 1982 arrestaron
a casi todos los componentes de dicha organización. En nuestra opinión,
luego de ello el caso de Carlos dejó de tener importancia, si es
que alguna vez la tuvo para el FBI. Hoy podemos decir que gran parte de
los conspiradores, actores y encubridores han sido identificados y, al
menos tenemos evidencia circunstancial suficiente para presentar un buen
caso al nivel de opinión pública. Falta el empujón
final, y eso se logrará cuando se cree un estado de opinión
suficientemente grande, que obligue al gobierno a actuar decididamente.
Cuando el FBI, tal vez en un acto de rectificación por sus errores
del pasado, decida colaborar con las autoridades puertorriqueñas
y les proporcionen toda la información que tienen y puedan conseguir,
y cuando el gobierno de Puerto Rico tenga la suficiente voluntad política
para dedicarle recurso a este caso."
-Estados Unidos habla de una lucha
antiterrorista a escala global; sin embargo, mantiene exonerados a terroristas
cubanos que actúan en su suelo o realizan acciones contra Cuba desde
territorio norteamericano. ¿Qué reflexión haría
sobre eso?
-La respuesta es sencilla: para el
gobierno norteamericano hay terroristas malos y terroristas buenos. Cuando
los desempleados de la CIA y otros decidieron llevar a cabo actividades
terroristas contra objetivos cubanos ubicados en países europeos
y de América Latina durante la década de los 70 nada se hizo
para evitarlo. Cuando esos mismos empezaron a asesinar y colocar artefactos
explosivos dentro de sus fronteras, entonces la cosa cambió y fueron
reprimidos. Cuando desde Miami organizan actividades violentas y de carácter
terrorista contra objetivos cubanos nada sucede. Ahora, al menos, con los
actos de secuestros y piratería aérea han tomado medidas
para castigar a los secuestradores.
Oficina
de la Agencia Viajes Varadero, en Puerto Rico, devastada después
de un atentado terrorista
-Mientras esos terroristas andan
sueltos, se mantiene a cinco cubanos sancionados a penas carcelarias largas
por luchar contra el terrorismo. ¿Se conoce esa situación
en Puerto Rico?
-Primero hay que ubicar cuál
es la realidad en Puerto Rico. Aquí hay una buena parte de la población
que quiere ser norteamericana por las razones que sean y otro por ciento
que quiere ser norteamericano pero no tanto, y el resto podrá ser
independentista o no le interesa el tema. Aquí hay cinco puertorriqueños
presos en cárceles norteamericanas cumpliendo larguísimas
sentencias de prisión por pertenecer a organizaciones que practicaban
la lucha armada como vehículo para obtener la independencia. De
esos apenas se habla en la prensa comercial. Que se hable de los cinco
cubanos es menos probable.
"Ahora también hay que reconocer
que la prensa comercial se ha hecho eco en los últimos seis meses
de un mayor número de cables noticiosos que de alguna forma mencionan
el caso de los Cinco. El semanario Claridad, único medio vinculado
al independentismo, aunque con limitada tirada de ejemplares, publica con
frecuencia noticias y artículos relacionados con el tema. También
el Nuevo Movimiento Independentista, junto con el licenciado Rafael Anglada,
abogado que integra el equipo de la defensa de los cinco luchadores antiterroristas
cubanos, realizan charlas a grupos interesados en el asunto. El Comité
de Solidaridad con Cuba, encabezado por Milagros Rivera, ha llevado actividades
como un piquete ante la corte federal el pasado año y recolecta
firmas para ser enviadas al presidente norteamericano. En mi caso particular,
cada vez que participo en algún programa de radio o me entrevistan
por algún medio de prensa escrita he tratado de colocar el tema,
al menos para que la gente se entere de lo que está sucediendo con
esos compañeros." |