Superviviente del "13 de Marzo'' acusa a Cuba por tragedia
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El patrón del remolcador ``13 de Marzo'' -hundido a ocho millas
de las costas
cubanas cuando intentaba escapar a Estados Unidos con 73 personas a
bordo-
dijo ayer en Miami que la actuación de las embarcaciones del
régimen ante el
trágico suceso ``fue un acto de canibalismo en altamar''.
``El hecho de que en lugar de rescatar a los sobrevivientes [del 13
de Marzo], los
tres remolcadores cubanos trataron de hundirlos y desaparecerlos es
algo que
rompió los principios de la marinería internacional'',
declaró Raúl Muñoz, quien
viajó desde La Habana la pasada semana esperar cinco años
por el permiso de
salida.
Muñoz, de 29 años, es uno de los 32 sobrevivientes del
dramático suceso,
ocurrido en la madrugada del 13 de julio de 1994. Entre las víctimas
estaban su
esposa Marjolis Méndez Tacoronte, su suegra Marta Caridad Tacoronte,
su
única hermana Odalys Muñoz y dos cuñados menores
de edad, Yousel y Cary.
``Era algo que no cabía en mi cabeza'', confesó Muñoz
durante una rueda de
prensa en la sede de la Fundación Nacional Cubano Americana.
``Pensé que la
época de los crímenes impunes, el canibalismo y la piratería
en el mar eran
cosas del pasado, pero no, con [Fidel] Castro todo es posible''.
Acompañado por otros sobrevivientes del naufragio, Muñoz
relató los pormenores
de su desempeño al frente del remolcador una vez que su capitán,
Fidencio
Ramel Prieto, desapareció como resultado de los golpes propinados
al ``13 de
Marzo'' por los navíos del gobierno cubano, que trataron de
impedir la fuga.
El gobierno cubano difundió la versión de que el remolcador
se hundió debido a
su sobrecarga y presentó la tragedia como un accidente provocado
por la
irresponsabilidad de sus tripulantes.
``No fue un accidente, fue un crimen'', djo Muñoz. ``Desde el
primer momento
Cuba y personalmente Fidel Castro se dieron a la tarea de desinformar
al mundo
entero, ocultando los detalles de lo que en verdad sucedió esa
madrugada''.
Muñoz permaneció encarcelado en Villa Marista, la sede
de la Seguridad del
Estado, desde ese día hasta el 5 de enero de 1995. Según
su testimonio, los
oficiales que atendieron el caso trataron de que cambiara su versión
de los
hechos ocurridos.
``Salí de la prisión con claras advertencias de que debía
estar callado y
localizable, pues supuestamente había gente del pueblo que quería
matarme por
lo ocurrido'', expresó.
Muñoz, que trabajó luego en la empresa siderúrgica
Antillana de Acero, aseguró
que en varias ocasiones fue víctima de agresiones en la calle,
las cuales
pusieron en peligro su vida.
``Una vez se me abalanzó una motocicleta, otra vez un auto trató
de arrollarme...
y eran evidentemente acciones fabricadas por la policía [política]'',
contó.
Muñoz reveló que Jesús Martínez, quien estuvo
en uno de los navíos que
acosaron al ``13 de Marzo'' y luego fue condecorado oficialmente por
la
operación, fue recientemente expulsado de su centro laboral
porque fue
sorprendido robando allí.
``El tendrá que pagar algún día por su crimen,
como todos los que ordenaron el
ataque'', dijo. ``Ahora estoy en condiciones de pedir justicia y aclarar
lo que
pasó, y no voy a parar...''