RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El testigo Mark de Almeida, miembro de la Agencia Federal
de
Investigaciones (FBI), declaró que en la casa del
presunto jefe del grupo,
Manuel Viramontes, confiscaron varios disquetes en los
que, según los
especialistas, se analiza en documentos codificados ``la
posibilidad de sabotear
o dañar aviones y hangares'' en un lugar de la Florida
no precisado.
``El acusado ha hecho alusiones a la posibilidad de sabotaje en
edificios
y aviones en el Distrito Sur de la Florida'', dijo la fiscal
federal asistente
Caroline Heck Miller. Pero el gobierno no ofreció otros
detalles sobre
posible sabotaje.
El sábado, el FBI arrestó a dos mujeres y ocho hombres,
y los acusó de
ser agentes del gobierno cubano, de intentar penetrar en instalaciones
militares de la Florida e infiltrarse en grupos de exiliados
cubanos en
Miami.
La alegación sobre los sabotajes fue revelada durante una
audiencia para
decidir si los presuntos espías tienen derecho o no a
fianza.
Los acusados se presentaron en corte, pero ocho de ellos solicitaron
al
juez que postergara sus audiencias con el argumento de que sus
abogados no habían tenido tiempo de estudiar sus casos.
El juez de circuito Barry Garber accedió, y marcó
audiencias para este
viernes y el próximo miércoles. Viramontes y Luis
Medina, a quien el
FBI considera los cabecillas de la red, pidieron que sus casos
fueron
analizados inmediatamente.
Al cabo de poco más de dos horas, el juez Garber decidió
que los
acusados no tenían derecho a fianza porque ``pese a no
considerarlos
necesariamente culpables, tengo razones para creer que si los
dejo en
libertad pudieran escapar del país''.
Garber tuvo en cuenta que en poder de Viramontes y Medina fueron
encontrados detallados planes de fuga de Estados Unidos, a través
de
México, Canadá y Nicaragua.
Almeida también dijo que, entre la documentación
codificada
encontrada, el FBI halló al menos una prueba del contacto
de
Viramontes con Cuba. El agente dijo que se trata de la palabra
``comandante'', y se presume que sea una referencia al gobernante
Fidel
Castro.
``¿Me está diciendo que `comandante', posiblemente
la palabra más
popular en Cuba, es encontrada en un disquete y automáticamente
mi
cliente es un espía?'', preguntó Paul McKenna,
el abogado defensor de
Viramontes.
El agente federal agregó que las evidencias son más
amplias, y que las
autoridades están convencidas que Viramontes responde
al nombre de
código ``Giro'' que aparece al final de varios documentos.
MacKenna puso en duda que exista una vinculación entre
su cliente y el
nombre de código, pero Almeida recalcó que ``él
había respondido al
nombre de `Giro' en una llamada telefónica que tenemos
grabada''.
Durante la audiencia, la fiscal asistente Caroline Heck Miller
dijo al juez
que el gobierno está convencido de que Viramontes no es
el nombre
verdadero del acusado, que éste tiene el rango de capitán
en ejército
cubano y además usaba otros dos nombres falsos, Roberto
García
Fernández y Daniel Cabrera Olivera.
La fiscal añadió que las autoridades han podido
determinar que
Viramontes es casado en Cuba y que se comunicaba con su esposa.
``Encontramos una carta dirigida a un nombre, obviamente de código,
`Bonsai', que empieza diciendo: `Te escribo estas líneas
a pocos días de
cumplir ocho años que nos casamos'. Creemos que `Bonsai'
es su
esposa''.
A su vez, el fiscal Guy Lewis dijo a la corte que cuando Medina
fue
arrestado tenía todo preparado para salir del país,
y en una maleta le fue
encontrado lo que calificó de ``parafernalia de espionaje''.
``Había de todo. Pasaportes, tarjetas de crédito
con otros nombres,
tarjetas telefónicas, un certificado de nacimiento, documentos
de
identidad puertorriqueños, un certificado de nacimiento
falso y $5,000 en
efectivo'', dijo Lewis.
A su vez, el juicio del caso podría ser trasladado a otro
condado de la
Florida si la defensa llega a la conclusión de que no
hay condiciones en
Miami-Dade para que los acusados reciban un juicio justo.
``Este es un caso extremadamente impopular'', admitió MacKenna,
``Es
sensible en esta comunidad, y si no logramos un jurado imparcial
aquí lo
tendremos que buscar en otro condado''.
El abogado agregó que la entrega de toda la evidencia a
la defensa aún
podría tardar, porque dada lo delicado y la naturaleza
del caso las
autoridades quieren someter los abogados defensores a una revisión
de
rutina para determinar si pueden tener acceso a documentación
secreta.
El caso es tan sensible en la comunidad, que una fuente de la
corte
señaló que, curiosamente, todos los abogados de
los acusados son
estadounidenses, porque ningún cubano quiso asumir la
tarea, ``ni
siquiera de oficio''.