El Nuevo Herald
September 17, 1998
 
Espías planeaban sabotajes en Florida

 RUI FERREIRA
 El Nuevo Herald

 El testigo Mark de Almeida, miembro  de la Agencia Federal de
 Investigaciones (FBI), declaró que en la  casa del presunto jefe del grupo,
 Manuel Viramontes, confiscaron varios  disquetes en los que, según los
 especialistas, se analiza en documentos  codificados ``la posibilidad de sabotear
 o dañar aviones y hangares'' en un lugar  de la Florida no precisado.

 ``El acusado ha hecho alusiones a la posibilidad de sabotaje en edificios
 y aviones en el Distrito Sur de la Florida'', dijo la fiscal federal asistente
 Caroline Heck Miller. Pero el gobierno no ofreció otros detalles sobre
 posible sabotaje.

 El sábado, el FBI arrestó a dos mujeres y ocho hombres, y los acusó de
 ser agentes del gobierno cubano, de intentar penetrar en instalaciones
 militares de la Florida e infiltrarse en grupos de exiliados cubanos en
 Miami.

 La alegación sobre los sabotajes fue revelada durante una audiencia para
 decidir si los presuntos espías tienen derecho o no a fianza.

 Los acusados se presentaron en corte, pero ocho de ellos solicitaron al
 juez que postergara sus audiencias con el argumento de que sus
 abogados no habían tenido tiempo de estudiar sus casos.

 El juez de circuito Barry Garber accedió, y marcó audiencias para este
 viernes y el próximo miércoles. Viramontes y Luis Medina, a quien el
 FBI considera los cabecillas de la red, pidieron que sus casos fueron
 analizados inmediatamente.

 Al cabo de poco más de dos horas, el juez Garber decidió que los
 acusados no tenían derecho a fianza porque ``pese a no considerarlos
 necesariamente culpables, tengo razones para creer que si los dejo en
 libertad pudieran escapar del país''.

 Garber tuvo en cuenta que en poder de Viramontes y Medina fueron
 encontrados detallados planes de fuga de Estados Unidos, a través de
 México, Canadá y Nicaragua.

 Almeida también dijo que, entre la documentación codificada
 encontrada, el FBI halló al menos una prueba del contacto de
 Viramontes con Cuba. El agente dijo que se trata de la palabra
 ``comandante'', y se presume que sea una referencia al gobernante Fidel
 Castro.

 ``¿Me está diciendo que `comandante', posiblemente la palabra más
 popular en Cuba, es encontrada en un disquete y automáticamente mi
 cliente es un espía?'', preguntó Paul McKenna, el abogado defensor de
 Viramontes.

 El agente federal agregó que las evidencias son más amplias, y que las
 autoridades están convencidas que Viramontes responde al nombre de
 código ``Giro'' que aparece al final de varios documentos.

 MacKenna puso en duda que exista una vinculación entre su cliente y el
 nombre de código, pero Almeida recalcó que ``él había respondido al
 nombre de `Giro' en una llamada telefónica que tenemos grabada''.

 Durante la audiencia, la fiscal asistente Caroline Heck Miller dijo al juez
 que el gobierno está convencido de que Viramontes no es el nombre
 verdadero del acusado, que éste tiene el rango de capitán en ejército
 cubano y además usaba otros dos nombres falsos, Roberto García
 Fernández y Daniel Cabrera Olivera.

 La fiscal añadió que las autoridades han podido determinar que
 Viramontes es casado en Cuba y que se comunicaba con su esposa.
 ``Encontramos una carta dirigida a un nombre, obviamente de código,
 `Bonsai', que empieza diciendo: `Te escribo estas líneas a pocos días de
 cumplir ocho años que nos casamos'. Creemos que `Bonsai' es su
 esposa''.

 A su vez, el fiscal Guy Lewis dijo a la corte que cuando Medina fue
 arrestado tenía todo preparado para salir del país, y en una maleta le fue
 encontrado lo que calificó de ``parafernalia de espionaje''.

 ``Había de todo. Pasaportes, tarjetas de crédito con otros nombres,
 tarjetas telefónicas, un certificado de nacimiento, documentos de
 identidad puertorriqueños, un certificado de nacimiento falso y $5,000 en
 efectivo'', dijo Lewis.

 A su vez, el juicio del caso podría ser trasladado a otro condado de la
 Florida si la defensa llega a la conclusión de que no hay condiciones en
 Miami-Dade para que los acusados reciban un juicio justo.

 ``Este es un caso extremadamente impopular'', admitió MacKenna, ``Es
 sensible en esta comunidad, y si no logramos un jurado imparcial aquí lo
 tendremos que buscar en otro condado''.

 El abogado agregó que la entrega de toda la evidencia a la defensa aún
 podría tardar, porque dada lo delicado y la naturaleza del caso las
 autoridades quieren someter los abogados defensores a una revisión de
 rutina para determinar si pueden tener acceso a documentación secreta.

 El caso es tan sensible en la comunidad, que una fuente de la corte
 señaló que, curiosamente, todos los abogados de los acusados son
 estadounidenses, porque ningún cubano quiso asumir la tarea, ``ni
 siquiera de oficio''.