Matanzas: Reconstruyen apariencia facial de un aborigen cubano
Editora Girón
La apariencia facial de un aborigen cubano fue reconstruida mediante
la técnica del dibujo por Joel Monzón, especialista en antropología
física y forense, revelación que amplía los valores
patrimoniales de Cuba.
Este es un caso atípico que demuestra cómo los
conocimientos criminalísticos pueden ser puestos en función
de la historia –expresó Monzón-la identificación de
personas por sus rasgos exteriores logra no solo aclarar el presente sino
también rescatar el pasado desconocido.
Los restos analizados se identifican con el hallazgo arqueológico
hecho en 2010 en Ciénaga de Zapata, mientras el aficionado a la
pesca submarina René La Torres buceaba en el cenote Río Hondo:
“pensé que eran despojos de un animal –dijo-, después me
exalté al percibir que era un ser humano”.
Para establecer la apariencia de la persona fue necesaria la
construcción de la mandíbula, proceso basado en las leyes
científicas de la geometría craneana en busca de exactitud
y equilibrio, y posteriormente se obtuvieron los caracteres faciales con
el ejercicio del dibujante, explicó Monzón.
La reconstrucción facial por método del dibujo anatómico
se practica por especialistas en el contexto forense a nivel internacional,
en Cuba se incursiona en la renovación de la técnica desde
2006, y constituye un método alternativo a la escultoría,
por ser más factible y viable económicamente.
Según estudios realizados por el especialista, el individuo
de sexo masculino oscilaba entre los 17 y 25 años de edad, y el
hallazgo de determinados patrones lesivos en sus huesos, corrobora la existencia
de la sífilis precolombina, teoría sostenida por diversos
estudiosos.
La sala de antropología del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en Ciénaga de Zapata, conservará los restos propensos a estudios que amplíen el saber sobre las culturas nativas en el archipiélago, declaró Maritza Cuba, directora de la Oficina Provincial de Patrimonio.
La Ciénaga de Zapata, mayor humedal del Caribe insular
y refugio de especies endémicas en su mayoría, fue
hogar de comunidades aborígenes pre-agroalfareras a la llegada de
los conquistadores a la Isla, península que posee indiscutibles
valores históricos y naturales.