La orden la impartió el comandante de las Fuerzas Militares, general Fernando Tapias, junto
                   con el comandante del Ejército, general Jorge Mora Rangel, apenas se conoció la orden del
                   Presidente de recuperar el área de despeje.

                   Las aeronaves, que partieron anoche de la base aérea de Palanquero, en La Dorada
                   (Caldas), hicieron el primer reconocimiento de la zona para establecer los sitios donde se
                   concentra la población civil.

                   Los aviones fantasma, con ayudas satelitales, tomaron las primeras fotografías que servirán
                   para el comienzo de la recuperación terrestre del Caguán. Las operaciones por tierra se
                   concentrarán en el Batallón 21 Vargas, en Granada (Meta).

                   EL TIEMPO conoció que el presidente Pastrana le insistió a los mandos militares que la
                   operación debe garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los civiles de la zona.

                   En marcha el plan militar

                   Al mediodía de ayer, las tropas del Ejército entraron nuevamente en alistamiento de primer
                   grado.

                   Los 5.000 hombres de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) acantonados en el batallón de
                   infantería No.21 ‘Vargas’, en Granada (Meta), recibieron la orden de desplegar sus tropas
                   hacia los límites de la zona de distensión, entre los municipios de Mesetas y San Juan de
                   Arama.

                   Lo propio hicieron las tropas de las brigadas IX en Neiva, XII en Florencia y XIII En
                   Cundinamarca, para un total de 13.000 hombres que tienen la responsabilidad de retomar el
                   control del área de distensión.

                   La primera fase del plan de recuperación del Caguán contempla el reconocimiento aéreo de
                   los aviones fantasma de la Fuerza Aérea. Luego, un sobrevuelo de aviones Bronco OV-10 de
                   combate y helicópteros artillados de inspección.

                   Posteriormente se iniciará la penetración de 6.000 hombres de tres brigadas móviles y tres
                   fijas, que, acompañadas con siete grupos antiexplosivos del Ejército, recuperarán las
                   principales carreteras de acceso.

                   Una vez estén controladas las cabeceras municipales de Mesetas, La Macarena, San Vicente
                   del Caguán, Uribe y Vista Hermosa, se iniciará el desembarco de tropas en aviones hércules.
                   De cada aeropuerto en estos municipios, se movilizarán compañías a las zonas rurales más
                   cercanas, en helicópteros Black-Hawk.

                   En la parte fluvial, desde el puesto de la Infantería de Marina en Puerto Leguizamo
                   (Putumayo), 23 lanchas pirañas están listas para iniciar el recorrido hacia Remolinos del
                   Caguán. Están apoyadas por dos unidades PRF (Patrulleras Fluviales Rápidas), y dos
                   embarcaciones con blindaje y ametralladoras punto 50.

                   Desde los puestos de mando de Barrancón (Guaviare), Tres Esquinas (Caquetá), y Puerto
                   López (Meta), saldrá un número similar de embarcaciones que movilizarán cerca de 3.000
                   infantes de Marina.

                   Se tienen previstas entre cuatro y seis semanas para el desarrollo de la operación.

                   Los puestos de mando externos se concentrarán en las bases de Tolemaida (Nilo), Apiay
                   (Villavicencio), Tres Esquinas (Caquetá), Granada (Meta), y Larandia (Caquetá).

                   Por decisión de la cúpula militar, el encargado de coordinar toda la recuperación de la zona de
                   distensión será el segundo comandante del Ejército, general Euclides Sánchez Vargas.