Historia inédita de la operación que sorprendió a las Farc
Mitú: el inicio de la contraofensiva
La avanzada del Ejército contra las Farc en el Cañón
de La Llorona
(Urabá) es el resultado de la estrategia de guerra que pusieron
en
marcha las Fuerzas Militares en noviembre último, cuando en una
espectacular operación recuperaron la capital del Vaupés.
Por ORLANDO RESTREPO
Redactor judicial de EL TIEMPO
El último jueves, el general Jorge Enrique Mora, comandante del
Ejército, viajó a primera hora hasta la sede de la brigada
17 en Carepa,
Urabá antioqueño, para enterarse sobre el terreno del desarrollo
de la
operación contra el bloque noroccidental de las Farc, en el Cañón
de La
Llorona.
En las márgenes del río Chigorodó, en lo profundo
del cañón, las tropas
daban las últimas puntadas a la 'Operación Leopardo' contra
uno de los
santuarios de la agrupación insurgente, situado en las puertas de
la
zona bananera. El balance oficial, hasta ese momento, era de 50
guerrilleros muertos, así como cuatro militares muertos y otros
18
heridos.
El general Mora no podía estar más satisfecho. Desde noviembre
de
1998, cuando las tropas recuperaron el casco urbano de Mitú, la
contraofensiva que ha liderado el Ejército le ha dado buenos resultados.
Sobre todo durante el último mes.
El 18 febrero, durante la 'Operación Eclipse Negro', en Arauquita,
el
Ejército mostró un video en el que aparecían, por
primera vez ante la
opinión pública, decenas de cuerpos de guerrilleros muertos
durante los
enfrentamientos ocurridos en los sitios El Oasis y La Esmeralda.
Ocho días más tarde, tropas de la Brigada 13 descubrieron
entre Pasca
y Gachetá, en Cundinamarca, tres caletas con 20.000 cartuchos de
los
frentes 22 y 53.
Y a finales de la semana pasada, Vladimir González Obregón,
conocido
como 'Miller Perdomo', líder del frente 51 y gestor de las llamadas
'pescas milagrosas', murió en una operación en la zona del
Guavio
(Cundinamarca).
Estos golpes están dando la sensación de una nueva actitud
del
Ejército, que no solo le ha permitido propinar varios golpes, sino
contar
con un punto a su favor: no haber tenido reveses en el campo de
batalla.
El propio Rodrigo Lloreda, como ministro delegatario con funciones
presidenciales, alabó públicamente la ofensiva militar y
dijo que "desde
el punto de vista estratégico ha sido todo un éxito".
El general Fernando Tapias, comandante de las Fuerzas Militares,
secundó al Ministro de Defensa en la afirmación y dijo que
en la
operación "se emplearon unidades de contraguerrilla y de fuerzas
especiales, que son unidades altamente especializadas".
Con todo, la operación de Mitú es el ejemplo a mostrar por
parte de los
militares para demostrar la nueva dinámica. No solo, porque fue
el
comienzo de la contraofensiva militar después de sucesivos golpes,
sino
porque la FAC y el Ejército actuaron bajo un mando unificado.
EL TIEMPO cuenta hoy pormenores del ataque y detalles de la
preparación, y desarrollo de la operación militar: