Sangriento motín entre guerrilleros y paramilitares
GONZALO GUILLEN / El Nuevo Herald
BOGOTA
Una verdadera batalla de 20 horas a fuego de fusil y descargas de granada mantuvieron guerrilleros y paramilitares recluidos en la prisión de La Modelo, en Bogotá, con un saldo provisional de 10 muertos y 15 heridos, en un episodio cada vez más frecuente en las cárceles colombianas.
Al caer la tarde del lunes, cuando terminaba la jornada semanal
de visitas, los paramilitares, recluidos en un patio individual, atacaron
el pabellón destinado a los
guerrilleros y ambos bandos sostuvieron un combate que se extendió
a otros sectores de la prisión designados a delincuentes comunes.
Las autoridades dijeron que unos y otros usaron fusiles de asalto,
ametralladoras y granadas de fragmentación para minar corredores
por los que podían acceder la
Policía y agentes de la guardia nacional de prisiones.
A raíz de estos acontecimientos, el gobierno anunció que declaraba una ``emergencia carcelaria'' en todo el país, para tratar de reasumir el pleno control de las prisiones, mientras el ministro de Justicia ofreció su renuncia como consecuencia de los constantes desórdenes carcelarios y fugas de las últimas semanas.
De acuerdo con el ministro de justicia, Rómulo González, aparentemente la refriega se inició porque el viernes pasado delincuentes comunes advirtieron a las autoridades sobre un plan de fuga que preparaban los guerrilleros, y los paramilitares --de acuerdo con otras fuentes-- intervinieron con fuego para sabotear la evasión.
La cárcel Modelo, situada al occidente de la ciudad, aloja en estado de hacinamiento a más de cinco mil hombres, a pesar de que su capacidad real es para 1,500.
Durante el combate los delincuentes comunes intentaron amotinarse
y en las afueras de la prisión parientes de los presos se enfrentaron
a la policía que acordonó la
zona.
En la noche del lunes se podía ver desde el exterior del penal que un ala del pabellón de los guerrilleros ardió en llamas.
La Modelo es una prisión para acusados que no han sido llevados a juicio y es considerada como una de las más peligrosas y siniestras de América Latina.
El Ministerio de Justicia y su filial, el Instituto Nacional Penitenciario
(Inpec), anunciaron el inicio de investigaciones para descubrir como ingresó
al penal el arsenal
usado por los bandos.
Periódicamente, la policía y la guardia de las prisiones hacen requisas supuestamente pormenorizadas en desarrollo de las cuales encuentran armas de fuego, equipos de comunicación y drogas.
Desde la Modelo, los delincuentes dirigen actividades criminales en coordinación con colaboradores que acatan sus órdenes en el exterior.
La Fiscalía General de la Nación ha descubierto que desde ese penal se administran operaciones de secuestro, extorsión o tráfico de drogas.
La responsabilidad por el funcionamiento en las principales cárceles del país recae sobre el ministro de Justicia, Rómulo González, a cuyo cargo funciona el instituto de prisiones.
Al cierre de esta edición, las autoridades practicaban un conteo de presos en La Modelo para determinar si hubo fugas durante la batalla,a la vez que emprendían una requisa en los pabellones en busca de armamento.
Al mismo tiempo, la policía mantenía acordonada el área y lanzaba gases lacrimógenos en las alcantarillas por entre las que rutinariamente suelen escapar los presos.
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