Santa Paulina estrena el santoral brasileño
RIO DE JANEIRO, Brasil
OMAR LUGO / EFE
La madre Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, una monja
de origen italiano que dedicó su vida a
la caridad, está a punto de convertirse en la primera santa de Brasil,
el país con más católicos del
mundo.
Amábile Lucía Visintainer, nombre de bautismo de la hermana
Paulina, está en la lista de tres beatos
latinoamericanos, dos españoles y cuatro italianos cuya fecha de
canonización será anunciada por El
Vaticano mañana.
El apacible poblado de Nueva Trento, en el sureño estado de Santa
Catarina, 1,800 km al sur de
Brasilia, se dispone a recibir a miles de turistas religiosos que se unirán
a la celebración del final de un
proceso que duró 49 años.
Nueva Trento, un municipio de 11,000 habitantes donde aún se habla
portugués con acento italiano
tirolés, fue el escenario donde Paulina pasó la mitad de
su vida. Allí fundó en 1895 la Congregación de
Hermanitas de la Inmaculada Concepción, la primera creada en Brasil.
El pueblo, que ahora recibe unos 30,000 turistas al mes, espera albergar
300,000 en la canonización
de su célebre hija adoptiva, dijeron funcionarios municipales a
la prensa.
Amábile Lucía nació el 16 de diciembre de 1865 en
Vígolo Vattaro, Trento, por entonces dominio
austríaco. Segunda de 14 hijos de Antonio Napoleone Visintainer
y Anna Pianezer, a los 10 años fue
llevada a Brasil, donde la empobrecida familia llegó en busca de
la ``esperanza americana''.
Santa Catarina es el segundo estado del país que más turistas
extranjeros atrae, después de Río de
Janeiro. Alberga varios pueblos que, como Nova Trento, repiten nombres
y costumbres de los lugares
dejados por emigrantes llegados principalmente de Italia, Alemania y Portugal.
Allí permaneció la ''Religiosa Agricultura'', como se le
conoce en la zona a Paulina, hasta 1903, cuando
se estableció en Sao Paulo.
En la metrópolis brasileña más grande siguió
una obra que, según la doctrina católica, reunió ``las
virtudes teologales de fe, esperanza y caridad para con Dios y con el prójimo''.
La Madre Paulina, una semianalfabeta que cuidó de viejos esclavos
liberados y abandonados, de hijos
de esclavos y enfermos, murió el 9 de julio de 1942.