El Nuevo Herald
7 de noviembre de 2001

Polémico en Brasil el proceso contra jóvenes que quemaron vivo a indígena

 Los adolescentes, de familias acomodadas, dijeron que sólo fue ``una broma''

 Agence France Presse
 BRASILIA

 El juicio contra los jóvenes acusados de quemar vivo al indio de la tribu pataxó Galdino Jesús dos Santos, en abril de 1997 en Brasilia, se inició ayer en medio de una fuerte polémica sobre la presencia en el Jurado Popular de la misma jueza que en agosto del mismo año rebajó la caracterización del crimen a simple ``lesión corporal seguida de muerte''.

 El propio ministro de Justicia, José Gregori, ha pedido al Jurado Popular que no minimice el crimen ``bárbaro'' y ha advertido de que la sociedad brasileña no va a seguir tolerando que "hijitos de papá'' queden sin castigo.

 Mientras, en sus declaraciones los primeros acusados aseguraban a la presidenta del Jurado Popular, Sandra de Santis, que nunca tuvieron intención de causar la
 muerte al indio pataxó, en los círculos judiciales de la capital se sigue cuestionando desde el punto de vista ético --ya que la Constitución lo permite-- la presencia de dicha jueza en el juicio, tras haber participado en una etapa anterior.

 Esposa de Marco Antonio de Mello, presidente del Tribunal Supremo Federal, Sandra de Santis, rebajó la caracterización del crimen de los cuatro acusados ahora
 sentados nuevamente en el banquillo, a simple lesión corporal seguida de muerte, en agosto de 1997, lo que rebaja la eventual pena de 30 a 12 años de cárcel.

 El proceso está cargado de valor simbólico pues sienta en el banquillo de los acusados a jóvenes provenientes de la clase media alta brasileña -hijos de jueces y
 funcionarios públicos- contra los indios.

 Para seguir de cerca el proceso, centenares de dirigentes indígenas de diversas comunidades llegaron a Brasilia y se apostaron en las inmediaciones del tribunal, bajo estrictas medidas de seguridad.

 Las autoridades judiciales solamente autorizaron el ingreso de unas 250 personas al plenario, entre ellos 32 dirigentes del pueblo indígena Pataxó.

 La defensa de los acusados y los propios involucrados confesaron el crimen, pero dijeron que no pensaban matar al indígena, ``simplemente hacerle una broma''.

 Uno de los acusados, Max Rogerio Alves, explicó al jurado de siete personas, que cuando el indígena se quemaba escaparon atemorizados.

 Galdino estaba en Brasilia para participar en las festividades del Día del Indio, realizar gestiones sobre demarcación de tierras y denunciar las presiones de empresas
 madereras.

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