Capítulo XIII: La Organización De La Guerra Total
Cuando Manolo inició los trabajos para infiltrarse dentro de la D.G.I. cubana, su idea era ver lo que estaba pasando al otro lado, asomarse por una rendija, tratar de darse cuenta y explicarse algunas cosas de aqui y de alla a las que no encontraba una cumplida y aceptable explicación.
Las gestiones lo llevaron a un punto tan avanzado que era necesario retroceder por razones de seguridad o seguir una loca carrera hacia lo desconocido y posiblemente fatal. Manolo rechazó todo consejo de la Agencia y de la lógica y guiado por su instinto y osadia, siguio adelante hasta colocarse en posición tan favorable dentro del monstruo que le permitieran observarlo, estudiarlo, entrar dentro de su mente y comprobar su peligrosidad imposible de imaginar. Su situación especial y única le facilitó transporte, acceso a lugares y personas que no estan al alcance de los demás, entrar dentro del círculo de la intimidad, de oir, no lo que dicen para la publicidad o la propaganda, sino cuando dicen lo que piensan. Pudo conocer los planes inmediatos y de largo alcance, como se preparan para unos y para otros, los medios conque cuentan y la voluntad, la decisión, la determinación de llevarlos a cabo a cualquier precio.
Tienen dos cosas que nosotros no tenemos y si la tenemos no la usamos que para el caso es lo mismo: primero, una filosofía, una explicación del porque de las cosas que crea una mentalidad; y segundo, un programa a seguir que unido a los medios para seguirlos y la voluntad de hacerlos, crea un dinamismo fanático que solo puede vencer un fracaso total y duradero.
Nada importa que esa filosofia sea mentira e inconsistente porque en el sistema se adoctrina constantemente, el individuo esta controlado todo el tiempo, no hay espacios libres en esa programación y aún los momentos de distracción y esparcimiento estan saturados de la misma propaganda.
Por otra parte, esta es una guerra de un solo lado, una batalla de un solo ejercito donde el contrario no ofrece resistencia, esta psiquicamente impotente, se le han enervado los instintos defensivos y no sabe como reaccionar ante el peligro inminente.
El programa consiste en la dominación del mundo, en someter al dominio de la Union Soviética a todos los paises bajo la bandera del internacionalismo.
Restarle importancia al programa es un grave error. Manolo recordaba lo poco que aprecio a Humberto Ortega y su teoria de la inminente caida de Somoza, sin embargo, pocos meses mas tarde ya el gobierno de Somoza habia desaparecido, no para ser reemplazado por un gobierno de soberania popular, libertades individuales y respeto a la dignidad humana, sino por otra satrapía comunista sometida a la Metrópoli Moscovita via La Habana.
Cuba es hoy un gran campamento militar con una economia de guerra y una inagotable corriente de armamentos y equipo belico suministrado por la Unión Soviética. La situación de la Cuba de hoy es similar a la de Inglaterra durante la segunda guerra mundial. Cuba es hoy a los Estados Unidos lo que fue Inglaterra a Europa.
La única diferencia es que la guerra sin declararla inicio el comunismo y los Estados Unidos y los paises democráticos de America no quieren enterarse aun cuando estan recibiendo los ataques y algunos ya han caido frente al avance de los invasores.
La juventud esta total y completamente controlada por el régimen. Desde los seis años de edad el niño o niña estan sometidos a una disciplina y adoctrinamiento de cuartel. Se incita a la competencia y los premiados son pioneros, despues juventud comunista, el servicio militar obligatorio y la lucha internacionalista son pasos que representan grados militares y ascensos dentro de la maquinaria del Partido, que es el único medio de llegar a las posiciones administrativas y a la buena vida y privilegios de la nueva clase.
Manolo habia visto como se preparaban los planes para la conquista de todos los paises de America, como se barajaban nombres de personajes a los que se tenia acceso y cooperaban con la labor. Como se preparaba en cada pais a una quinta columna que facilitara la conquista, como aparecian los Profesores Universitarios y Sacerdotes que aspiraban a ser los nuevo gobernantes totalitarios. Como se evaluaban las posibilidades de cada uno de ellos y a todos se le exigia mas sumisa incondicionalidad al internacionalismo, mas traición a su Patria. Manolo comparaba aquella situación con la nuestra. En las escuelas se excluian los valores de Patria y Dios, que son pilares donde descansa, con la familia, los valores del Occidente.
Las Iglesias estaban infiltradas de comunistas vestidos de sacerdotes y en las escuelas se despreciaba a la libertad y sus valores para hacerle el juego al materialismo sin que los padres, las escuelas o el gobierno pusieran freno a esas actividades auspiciadas por el comunismo. La hermosa filosofia de las libertades, la soberania popular y la dignidad humana no se enseñaba, ni se defendia, ni se respetaba. Los hombres de mañana estan vacios y ese espacio lo llenan los profesores con adoctrinamiento comunista. Abusando de su influencia sobre los muchachos que no protestan por temor a represalias en los exámenes y en un movimiento natural tratan de congraciase para ganar mejor nota en los exámenes del profesor inmoral y adoctrinado.
Pero tampoco tenemos un programa a seguir. La única doctrina consistente que Manolo veia era el deseo de destruir al pais; una morbosa preocupación por encontrarle defectos, por quejarse de todo, por no apreciar lo que tenemos, por no agradecer lo que recibimos cada dia en bienestar, en justicia, en dignidad como hombres, en libertad como pueblo. Manolo estimaba que la información que tenia para el mundo libre valia el riesgo que habia costado obtenerla. Nunca penso que entraria tan hondo en la entraña de la bestia comunista; nunca imaginó que la conspiración fuera tan extensa ni el peligro tan grande e inminente.
Ahora comprobaba que cuanto decian no era teoria palabrera, sino que habia la determinación y los medios de llevarla a la práctica y que seguirian adelante mientras no se le parara en seco en forma drastica y firme.
Habia comprobado que era totalmente inadecuado y contraproducente el sistema de observar lo que hacen y anotarlo; o decir que no lo esta haciendo para despues confesar que nada podemos hacer en vista de los hechos consumados.
Mientras nosotros no haciamos nada, con tantos medios para hacerlo, aquella gente se movian freneticamente, con mucho desorden pero en una sola dirección. Contrastaba nuestra interminable cantidad de limitaciones con la falta de obstaculos que alli veia y la voluntad siempre presente de dañar a los Estados Unidos de America.
Manolo contemplaba el fenómeno y no podia creerlo. Estaba seguro que otros lo habian visto y hecho la correcta evaluación; que habian comprado la pugnacidad inherente al adoctrinamiento y la preparación militar de caracter total, la economia del pais en estado de guerra, la preparación combativa, no para el futuro, sino para los ejercitos existentes y los planes para los del futuro. Las raciones de cuartel, las horas extras de trabajo para pagar el esfuerzo belico en Angola, en Eritrea, en Abisinia, en Jamaica, Nicaragua y El Salvador, sabia que no era el único en conocer estas verdades. Entonces, ¿Porque no se dan al conocimiento público? ¿Es tan poderoso el aparato de difamación que detiene la publicación de los peligros que a todos afecta? ¿Porque no hay una reacción de los paises amenazados para defender sus vidas en peligro?
Manolo habia echado su suerta con esta causa y se sentia mas firme que nunca. Lejos de amilanarlo, la amenaza representaba un nuevo desafio que habia que afrontar y vencer.
Ahora, pensaba, habia que salir cuanto antes, si lo dejaban alli no serviria de nada la que habia visto y hecho.
Pondría todo su empeño en la labor de la mas rápida salida del pais. Cesar Cuencas le habia indicado, desde Mexico, que se pusiera en contacto con Marcio Mejias Ricard, el candidato a la Presidencia de la República Dominicana al que Cesar veia mucho futuro. La Agencia tambien le aconsejo que dejara a Cesar Cuencas e hiciera contacto con Marcio, pero por una razón u otra, Manolo nunca lo habia conocido.
La oportunidad se presento con motivo del primero de Mayo cuando se celebraba la fiesta de los trabajadores. Marcio Mejias habia ido a presenciar el desfile como invitado del Gobierno y especialmente, de Fidel Castro.
Creia Marcio Mejias que la idea internacionalista tenia muchas posibilidades en la República Dominicana donde existia un gobierno que decian era una extensión del gobierno americano.
Marcio Mejias no hablaba del comunismo, ahora se hablada del gobierno internacionalista que siguiendo la terminologia oficial quería decir gobiernos bajo la dirección de la Union Soviética a traves de Cuba. En la mente de estas personalidades cabia perfectamente la acusación de vasallo norteamericano para todo gobierno democrático, pero al mismo tiempo hablaban de un gobierno sometido a la Union Soviética sin que advirtieran o pretendieran no advertir, ninguna incompatibilidad.
Marcio Mejias era en Cuba "uno de los nuestros" y esa calificación parecia que le ocasionaba una gran satisfacción.
A Cuba llegaban y salian no solo guerrilleros y armas. Habia tambien una constante afluencia de invitados, peridositas, políticos, profesores o simplemente tontos utiles que eran cuidadosemente seleccionados y atendidos en una forma personal y a todo lujo.
Se le ofrecian paseos, viajes, entretenimientos y toda clase de halagos para que se sintieran importantes y regresaran con una buena impresion del pais y del gobierno que tan gentilmente los trataba.
Estos visitantes no entraban jamas en contacto con el pueblo, vivian en el ambiente artificial creado a su alrededor y cuanta persona se les acercaba por cualquier motivo, era un policia o un miembro de los organismos de la D.G.I.
Por otra parte, en Cuba todos son miembros de algun organismo de vigilancia o del ejercito. Nadie se puede sustraer a ese total control que cubre a toda la polbación.
Manolo hablo con muchos de estos visitantes; ninguno de ellos tenia el mas mínimo interes de enterarse de algo mas que aquello que el gobierno quería que se enterara. Ellos sabian lo que habia y entraban en la conspiración del silencio y decian, como si estubieran en un pais libre que no encontaron en la prensa o en el público de la calle ninguna manifestación de descontento.
¿Y el Pueblo de Cuba? Bien, gracias.