Conspiración del Silencio
Manuel DeArmas

Prólogo

Muchos acontecimientos de nuestra niñez dejan pocas huellas; otros se recuerdan cuando se repiten y vuelven a nuestra memoria donde estaban ocultos o dormidos; en cambio, otros nos impresionan con tal fuerza que nos acompañan para siempre. Nos torturan y persiguen tenazmente en sueños, en fantasias pueriles, en meditaciones a traves de las cuales pretendemos buscar las causas, el porque, la explicación a conductas y actitudes, la última razón que calme nuestra inquitud, nos libre de la zozobra. Cuando no encontramos la respuesta adecuada, quedan latentes, afectando nuestra conducta, nuestra manera de ser y sentir. Hacemos nuestras primeras armas con la vida queriendo resolver los problemas del mundo; queremos, como Don Quijote, salir a los caminos a "desfacer entuertos" y para que no se dude de la pureza de nuestras intenciones, creamos nuestra propia Dulcinea, mientras mas ¡real mas romantica y adorable, mas merecedora de nuestro sacrificio y de nuestras luchas. Los Sanchos con quienes nos encontramos en el camino de la vida empiezan a enseñarnos pragmatismos y nos limitamos a querer resolver el problema de nuestro pais y por último, nos conformamos con poder resolver nuestro propio problema y el del complejo de relaciones y obligaciones que crea la familia.

La mayoria caemos en el camino trillado, seguimos el ritmo y la velocidad de la vida que nos rodea y que forma nuestro pequeño mundo, nos trazamos las mismas metas que colmen iguales aspiraciones y llegamos al final sin muchas penas y sin ninguna gloria.

Pocos, muy pocos rehusan el lugar comun, el molde prefabricado, la actitud y conducta estandarizada; sienten un llamado atávico que los incita a luchar en contra de la corriente y en ese estado de ánimo vienen de nuevo las viejas preguntas latentes, pero ahora con mas vigor, mas apremiantes, mas demandantes, mas inquisitivas..

Los miles de niños que arribaron a los Estados Unidos desde Cuba al principio de establecerse el régimen comunista, tenian en comun el trauma ocasionado por el mundo que se deshizo bajo sus pies y ante sus ojos atónitos. El mundo en que vivian cambio totalmente en pocos meses de forma tal que ya era desconocido y ajeno: la familia se dividia; cambiaban los valores de manera que ahora los maestros aconsejaban vigilar a los padres y denunciarlos acerca de sus actividades o conversaciones; la tolerancia era sustituida por la intransigencia; la justicia no era administrada por Tribunales serenos y tranquilos sino por turbas vociferantes que exigian paredón para los hombres sin juzgar, pero que ya estaban sentenciados; el régimen de derecho y la confianza en la Ley eran sustituidas por la violencia y el caos; nuestros amigos tradicionales a los que habiamos estado historicamente estrechamente vinculados eran ahora nuestros mortales enemigos al tiempo que doctrinas y potencias extrañas eran ahora nuestros amigos, orientadores, consejeros y guias. ¿Que habia sucedido? ¿Quienes eran los responsables? ¿Hubo indolencia, cobardia o tal vez traición?

El sistema educacional cubano exhaltaba los simbolos de la Patria. Cada semana se desfilaba ante la bandera y se le saludaba respetuosamente; se repetia la grandeza de los hombres que nos dieron la independencia en lucha dura y difícil, pero sobre todo, nos enseñaron a adgrar a José Marti.

José Marti era el Apostol, el politico, el excritor, el poeta, el Maestro, el organizador de la lucha, el fundador del Partido Revolucionario Cubano, el genio que concibió la República y le dio sus estructuras democráticas fundada en la dignidad del hombre, en el respeto a la ley, en la soberanía popular.

En las fiestas escolares de fin de semana, los niños repetían sus versos sencillos llenos de candor y todos discutian el derecho a repetir aquellos versos, pero solo los mejores, los mas estudiosos, los de mejor conducta eran los premiados con el privilegio. En cada pueblo de la República la calle principal se llamaba Marti, el politico que quería terminar su discurso con una ovación cerrada, repetia una frase de Marti que todos conocian y que por reflejo condicionado obligaba al aplauso.
Las estructuras democráticas en que vivíamos fueron creadas por Marti y por consiguiente eran sagradas. Al romper esas estructuras, el nuevo gobierno de tipo Marxista estaba ofendiendo a Marti y de ahi la oposición que levantaba y cuando la oposición representaba carcel y paredón, se inició el éxodo masivo de los niños cubanos que traían la imagen, creada en el hogar y en la escuela, que se estaba traicionando a la República democrática de José Marti y aquello era intolerable.

Los niños se enviaron hacia este pais porque aqui existia nuestro propio sistema democrático, porque Marti y Washington eran hermanos en ideales y este sistema y el nuestro tenian los mismos principios ideológicos, el mismo respeto a la dignidad humana y aun cuando habia otro idioma y otra cultura, era mas lo que nos unía que lo que nos separaba. Por otra parte, las relaciones entre los dos paises siempre habian sido tan buenas que se habían dispensado reciprocas tarifas de comercio preferenciales, las que abrian el mercado americano a nuestros productos agrícolas y favorecía en Cuba la introducción de los productos industriales norteamericanos. Ademas, la visita de miles de turistas americanos a Cuba y la de miles de cubanos a los Estados Unidos habia creado un clima de entendimiento que cuando nuestras instituciones democráticas se hundian se abrieron las puertas del vecino y hacia allá fueron nuestros hijos en la situación de emergencia.

Acogidos gentilmente en hogares americanos, la mayoria de nuestros muchachos se adaptaron rápidamente a las costumbres, aprendieron el idioma fueron a la escuela y se incorporaron a la arrolladora y envolvente vida de la sociedad americana. Algunos encontraron tropiezos en la incorporación y muy pocos empezaron a ver, a estudiar, a comparar y a querer entender lo que no comprendían.

Lo primero que llamo la atención de este grupo fue ver que en la prensa americana se defendía o se trataba de justificar la monstruosidad de lo que estaba ocurriendo en Cuba. Que se repetían las mismas falsedades, que se distorcionaban los hechos basandose en medias verdades, que se mostraba mas interés y simpatía por el agresor patrocinado por el enemigo que por el agredido defensor de los principios democráticos.

Para mayor sorpresa, se levantaban voces en el Congreso de este pais libre defendiendo un naciente totalitarismo que no ocultaba su ideologia ni respetaba a este pais y por ultimo, aparecian en las Universidades e Iglesias sacerdotes y profersores que defendian lo indefendible, que justificaban lo injustificable y hacian el juego a aquella bien planeada propaganda apoyada por grupos que aplaudian todo lo que fuera contrario a este pais y criticaban todo lo que fuera favorable. Para este pequeño grupo las inquietudes crecian y las preguntas eran cada vez mas complicadas y de mayor alcance. ¿Estábamos equivocados los que llegamos aquí y en lo cierto los que quedaron allá? ¿Eran realmente nuestros padres defensores de los principios democráticos o defendian los intereses materiales que perdieron con el comunismo? ¿Hay realmente una conspiración internacional, como el comunismo, que esta minando nuestras estructuras democráticas y funciona bajo una dirección en el extranjero o son puras coincidencias los brotes simultáneos en diferentes lugares? ¿Los movimientos antinotreamericanos que surgen en distintos lugares de Centro y Sur America, son acaso espontaneos o estan financiados y dirigidos, auspiciados y orquestados por la Union Soviética y su satélite en La Habana? ¿Estamos ante un movimiento de pueblos pidiendo las "caenas" o ante una conspiración internacional que incluye a politicos, prensa, gobiernos e intereses comerciales y financieros? ¿Como llegar a conocer la verdad aun cuando en su búsqueda y exposición se utilice toda una vida?

La historia que voy a relatarles es la de un joven cubano que llegó a este pais como otros miles, que traía las mismas ideas que sus compatriotas, que sufrió el mismo impacto al enfrentarse con las realidades de Norte-America, pero que no se conformo con seguir el camino trillado y se dio a la tarea de buscarle una respuesta a las preguntas que nadie sabia responderle.

La tarea no ha sido facil y lo ha llevado al ostracismo, al desprecio de sus compatriotas, al escandalo público, a la pública condenación por sus actividades. Ha expuesto reiteradamente su vida y la búsqueda de la verdad que se propuso lo ha llevado a mirar horrorizado, lo que ocurre detrás de los telones de este gran teatro que es nuestra vida de hoy. Para enterarse lo que esta ocurriendo en este pais, dejo sus proyectados estudios de Medicina para incorporarse a las agencias de investigaciones encargadas de estudiar y analizar la conspiración comunista. Cuando ya sabia esta parte de la historia, con osadía sin paralelo fué hasta la inteligencia de la parte contraria para conocer los hilos que movía, quienes lo movían y como se movian los acontecimientos que son noticias en le mundo de hoy..

Ha vivido en la inquietud y el peligro; salió de la ruta fácil, segura, amena, respetable y llena de consideraciones personales que le ofrecia la vida y salió solo, febril y obsesionado a buscar la verdad que ofreció a sus sueños de juventud y lo ha conseguido, sin medir el precio que ha pagado y sin saber si termino su tarea o si simplemente la ha comenzado. Tal vez su esfuerzo sea inutil como su vida dedicada a este esfuerzo. Tal vez su entereza de carácter, su coraje y su desinteresada grandeza se convierta en un grito desgarrado de alerta que salve a nuestra civilización Occidental y Cristiana del peligro inminente que la acecha.

¿Es demasiado tarde? No lo creo. Aun estamos a tiempo para salvar el futuro, para detener la caída que nos han preparado cuidadosamente la ambición, la mentira, el engaño y la traición. Los valores de una civilización no pueden borrarse facilmente. Cuando diez conspiran para su destrucción, es suficiente uno solo que se pare, desafiante y entero, para que se despierte la conciencia dormida, que actuen los mecanismos de defensa social, que como los del organismo humano, a veces necesitan ser exitados para que despierten y salven la vida en peligro. Si se logra el proposito, perfecto. Si no se logra, quedará para siempre la constancia de un hombre que, como las piedras milenarias, se levanto firme y desafiante ante una epoca de claudicaciones y mentiras. Un hombre solo que importandole únicamente la causa a que dio su vida entera, ha desafiado todas las tormentas y sigue entero y firme, sin importarle, el comentario mediocre o el insulto procáz del ignorante.