RAQUEL MARTORI / EFE
LA HABANA
Cobertura previa
El juicio contra el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León,
sobre quien
pesa una petición fiscal de pena de muerte por ''terrorismo'',
continuó
desarrollándose el martes en un tribunal de La Habana con la
comparecencia de peritos y testigos de los atentados que se le imputan.
Cruz, de 27 años, reconoció en la primera sesión
del juicio la autoría
material de los atentados contra seis instalaciones turísticas
cubanas entre
julio y septiembre de 1997, en uno de los cuales murió un turista
italiano.
Según un dictamen pericial siquiátrico presentado el martes,
en la segunda
jornada de la vista oral, Cruz no presenta trastornos mentales, tiene
una
inteligencia normal promedio, tendencia a ser violento y al egocentrismo,
con
metas ambiciosas, búsqueda del riesgo, y gusto por las actividades
militares y
deportes fuertes.
Los especialistas responsables del peritaje siquiátrico, Ernesto
Pérez, Gliceria
León y Teresa García, dijeron que, durante las entrevistas
con el acusado,
éste se identificó con personajes de filmes violentos
como el que interpretó el
actor estadounidense Sylvester Stallone en El especialista, y se calificó
como
''un loco aventurero''.
No obstante, recalcaron que su estado mental es totalmente normal y
que los
actos por los cuales se le acusa los ejecutó con plena responsabilidad.
También declararon en la mañana del martes ante el Tribunal
Provincial de La
Habana, los médicos legales que practicaron la necropsia al
cadáver del
turista italiano Fabio Di Celmo, de 32 años, fallecido a causa
del estallido de
un artefacto explosivo en el hotel habanero Copacabana.
Los peritos mostraron la esquirla metálica que le ocasionó
al empresario
italiano una herida mortal en el cuello que le seccionó las
arterias carótida, la
yugular y otras estructuras cervicales hasta provocarle la muerte.
Entre las pruebas presentadas por los peritos fue mostrada una foto
de las
secuelas que quedaron en la cara de una de las 11 personas que resultaron
heridas en los atentados.
Marisol Visosa Ramírez, una joven que se encontraba sentada en
el vestíbulo
del hotel Nacional cuando estalló uno de los artefactos, dijo
que el atentado
le ocasionó una herida de varios centímetros en el lado
izquierdo de su cara y
una lesión en un oído.
Otros testigos coincidieron en sus declaraciones en que, al producirse
la
explosión en el vestíbulo del céntrico hotel Capri,
las personas que estaban
allí sintieron ''pánico'' y que en ese momento había
en el contiguo Salón Rojo
más de dos centenares de niños, hijos de trabajadores
del hotel.
Por su parte, el director del conocido restaurante La Bodeguita del
Medio,
Osvaldo Henríquez, declaró que la bomba había
sido colocada en un local
cerrado del inmueble, que sólo disponía de una ventana
y una puerta y que al
explotar reventó las vigas del techo.
Al igual que el lunes la madre del enjuiciado, Ester León, una
hermana y un
sacerdote asistieron a la sesión, en la antigua escuela de artillería
en la
fortaleza colonial de La Cabaña.
Antes del receso al mediodía del martes habían declarado
casi 30 testigos, y
en la sesión de la tarde comparecería otro grupo, entre
ellos, más personas
heridas en los atentados.
La televisión cubana está trasmitiendo, al final de los
informativos del
mediodía y la noche, fragmentos de la vista oral del juicio
contra Cruz León,
quien fue detenido el 4 de septiembre de 1997, tras el último
de los atentados
ocurrido en La Bodeguita del Medio.
Copyright 1999 El Nuevo Herald