La Malinche genera polémica cinco siglos después
Agencia EFE
México --(EFE)-- Casi cinco siglos después de que
La Malinche
ayudase a Hernán Cortés en la conquista de México,
su figura, ahora
como papel central de una obra de teatro recibida entre ovaciones
y
abucheos, abre otra vieja herida del pueblo mexicano, la penetración
implacable de Estados Unidos.
El estigma de maldita persigue a La Malinche, la reciente obra
del
dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda que, dirigida
por el alemán
Johann Kresnik, ha causado todo tipo de reacciones hasta el punto
de
que muchos le auguran una efímera estancia en las salas
teatrales de la
capital mexicana.
Estas reacciones provocan molestia al autor mexicano, según
él mismo
declaró a EFE, aunque aclaró que se trata de una
obra abiertamente
anti-estadounidense.
``Estoy incómodo y mal por haber hecho esta obra, porque
los
mexicanos aún no estamos de acuerdo con temas políticos
actuales que
aún nos dividen'', dijo el escritor.
Reconoció que la obra constituye una dura crítica
a los propios
mexicanos, que están perdiendo su carácter para
convertirse en una
``aldea global asociada permanentemente a la economía
de Estados
Unidos''.
En La Malinche aparecen imágenes vivas de la Virgen de
Guadalupe, el
escudo de la bandera mexicana, desnudos femeninos y masculinos
y un
polémico personaje central, la indígena vista a
través del tiempo que
termina como diputada de oposición.
El estreno de La Malinche, en el XXXVI Festival Internacional
Cervantino, provocó una clara división en el público
entre quienes
elogiaron un espectáculo distinto al habitual y aquellos
que rechazaron la
``violencia visual'' de la obra que, según algunos, provoca
incluso el
vómito.
La fuerte crítica del dramaturgo Víctor Hugo Rascón
Banda a la
permanente influencia cultural, económica y política
de Estados Unidos
en la vida cotidiana de México ofende y confunde al público,
que al final
termina con una sensación de dolorosa resignación.
En todas las funciones de La Malinche algunos espectadores abandonan
la sala ofendidos y contrariados por las imágenes violentas
y
desgarradoras que el director alemán Johann Kresnik ideó
para contar
su visión de la historia actual mexicana.
Incluso artistas y dramaturgos mexicanos salieron de la sala afirmando
que La Malinche no es estrictamente una obra de teatro sino una
mezcla
de imágenes de cine con un texto dramático que
se interrumpen entre sí y
llegan a perderse por el exceso de sonidos incidentales.
Para otros, la obra permite reivindicar la figura de la Malinche
como una
mujer visionaria e inteligente, que dirigió y planeó
el avance de los
soldados españoles a partir de 1519.
Algunos, por el contrario, ven confirmada la versión de
que la mítica
indígena fue una traidora por ayudar a los conquistadores
extranjeros.
``La Malinche es un tema muy sensible para los mexicanos y más
cuando
un alemán (Johann Kresnik) habla de los problemas actuales
del país, lo
que ha originado el rechazo y la fascinación. Con esta
obra nadie queda
indiferente'', declaró el dramaturgo mexicano entrevistado
por EFE.
La Malinche, agregó, causa un impacto visual sorprendente
que no
agrada a mucha gente porque presenta una estética a la
que el mexicano
no está acostumbrado y recrea un ambiente que hace sentir
al público
dentro de una pesadilla.
``La obra está llena de imágenes que caen sin cesar
sobre los
espectadores, los arrastra y provoca que quieran escapar, ya
que va de
lo sublime a lo sórdido, o de la poesía a la patología'',
describió Víctor
Hugo Rascón Banda.