El Nuevo Herald
1 de diciembre de 2001

Oposición peronista garantiza la gobernabilidad

Críticas a la designación de Ramón Puerta

 EFE
 BUENOS AIRES

 El gobierno y la oposición de Argentina coincidieron ayer en restarle dramatismo a la designación de un dirigente de la oposición en la primera línea de sucesión
 presidencial y negaron que ello ponga en peligro la gobernabilidad.

 Un día después de que el Partido Justicialista (PJ-peronista) eligiese a Ramón Puerta como presidente provisional del Senado, el jefe del Estado, Fernando de la Rúa, salió a bajar el tono de la polémica entre el oficialismo y la primera fuerza del Parlamento.

 "No hay que dramatizar porque es una decisión del Parlamento, que ha cometido un error al alterar una tradición parlamentaria valiosa, pero la fuerza y la garantía están en manos del Presidente de la República'', dijo De la Rúa.

 De todos modos, el gobernante volvió a dejar en claro que ``el presidente provisional del Senado debe ser un legislador del mismo signo político del gobierno''.

 El propio Ramón Puerta defendió su nombramiento, al sostener que el peronismo no pretende ejercer un ``cogobierno'' debido a que ``gobernar es tarea del Poder
 Ejecutivo'' y que la oposición siempre ha garantizado la ``gobernabilidad'' de la coalición que está en el poder en Argentina desde hace dos años.

 Desde la renuncia de Carlos Alvarez en octubre del 2000, en Argentina está vacante el puesto de vicepresidente y por eso el presidente provisional del Senado ocupa el primer lugar en la línea de sucesión del jefe del Estado.

 A partir del 10 de diciembre, cuando asuma junto a los senadores elegidos en las legislativas de octubre pasado, Puerta deberá ejercer la Presidencia del país en caso de renuncia o muerte de Fernando de la Rúa, y también tendrá que reemplazarlo durante sus viajes al exterior.

 El hecho de que vaya a modificarse la tradición de que la presidencia provisional del Senado sea ejercida por un legislador de igual signo político al del gobierno generó una airada reacción de la oficialista Unión Cívica Radical (UCR), que denunció un ``grave golpe institucional'' del peronismo.

 De la Rúa opinó que el grupo de senadores de su partido ``estuvo bien en retirarse'' del recinto el jueves, cuando fue designado el nuevo presidente provisional, para "marcar la disidencia'' con la decisión de la oposición.

 También aludió a la "imagen negativa'' que tiene la actual composición del Senado, cuyos miembros quedaron bajo sospecha de corrupción en medio de un escándalo que derivó en la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez.

 El secretario de la Presidencia, Nicolás Gallo, habló de "error político grave'' al referirse a la decisión del peronismo de ocupar un puesto clave en la línea de sucesión, aunque advirtió de que ``el orden institucional no ha sido vulnerado''.

                                 © 2001 El Nuevo Herald