Chávez da de baja al marino que se rebeló
Agence France Presse
CARACAS
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció ayer que dio
de baja al contralmirante Carlos Molina
Tamayo, uno de los cinco oficiales que el mes pasado se rebelaron contra
el mandatario pidiéndole la
renuncia.
''Ayer [domingo] firmé la baja de este almirante que dijo que yo
le faltaba el respeto a la Fuerza
Armada Nacional [FAN]'', indicó Chávez en un acto de entrega
de residencias para oficiales en el Fuerte
Tiuna, el mayor emplazamiento militar de Caracas.
Molina Tamayo estaba siendo investigado por un consejo militar, que había
sido recusado por el oficial
alegando que se basaba en un reglamento que no era legal ya que había
sido sancionado en 1992 por
el ministro de la Defensa y no por el presidente, encargado constitucionalmente
de esa función.
Chávez, que como presidente es comandante en jefe de la FAN, reiteró
que ''los militares que quieran
irse, que se vayan'' a la Plaza Altamira, bastión de la oposición
ubicado en el exclusivo este capitalino,
donde varios de los oficiales rebeldes han encabezado marchas contra el
gobierno.
Molina Tamayo pidió la renuncia de Chávez el 18 de febrero, tras hacer duras críticas a su gobierno.
Antes que él, el 7 de febrero, el coronel de la aviación
Pedro Soto y el capitán de la militarizada Guardia
Nacional (GN) habían hecho señalamientos similares.
Días después, aunque sin la gran cobertura mediática
que recibieron los otros oficiales, el teniente
coronel de la Aviación Hugo Sánchez adhirió a la posición
de los rebeldes.
El último disidente es el general de la aviación Román
Gómez Ruíz, quien salió a la luz pública el
25 de
febrero.
Soto fue dado de baja por un consejo de investigación, mientras que Flores cumplió 15 días de arresto.
De otro lado, ayer un cabo de la Guardia Nacional se declaró a favor
del mandatario y descartó la
posibilidad de una sublevación militar.
El cabo José Daniel Solórzano expresó su abierto respaldo
a Chávez y cuestionó a los cuatro oficiales
que solicitaron su salida.