Gran fuga de capital venezolano a Miami
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El Condado de Miami-Dade se ha trasformado en un destino importante
para la
fuga de capitales de Venezuela, que el año pasado rondó
entre $7,000 y $9,000
millones, y en los primeros cuatro meses del 2001 ya totalizan $700
millones,
coincidieron banqueros y analistas.
Además de la inseguridad ciudadana que prima en el país
sudamericano, el
desangramiento financiero es atribuido por los expertos a una intrínseca
falta de
garantías al inversionista a consecuencia de la poco clara política
económica del
presidente Hugo Chávez, que parece asentarse exclusivamente
en la fluctuación
del precio del petróleo, que sufrió un derrumbe de más
de $10 el barril entre
noviembre del 2000 y enero de este año.
``El banco central se ha negado a proporcionarnos las cifras del año
pasado,
pero entre los especialistas del sistema bancario se ha calculado que
la fuga de
dinero pudo alcanzar los $9,000 millones. Y ese fue el año en
que Venezuela
tuvo sus mayores ingresos petroleros. Este año vamos por un
camino similar'',
dijo telefónicamente el presidente del Banco Venezolano de Crédito,
Oscar
García Mendoza, desde su oficina en Caracas.
En su opinión, la fuga de capitales también se debe a
``una ausencia en el orden
jurídico, a una falta de capacidad y hasta de voluntad por parte
del gobierno en
materia financiera''.
Según Robert Bottome, editor de la revista especializada Veneconomía,
``conviene recordar que la economía aquí ha estado básicamente
en recesión en
18 de los últimos 22 años. Más de 40 por ciento
de las fabricas han cerrado sus
puertas, por políticas equivocadas del país.
``Aquí el ambiente es muy negativo [para los inversionistas].
Si tuviéramos un
presidente que ofreciera un futuro mejor y otras oportunidades, pues
la gente
diría `manos a la obra' y se quedaría. Pero nada de eso
está pasando, y se
están yendo para la Florida'', agrego Botomme, a quien El Nuevo
Herald contactó
en la capital venezolana.
Si bien no hay cifras exactas del ingreso de capitales venezolanos en
Miami-Dade, fuentes empresariales han señalado que en los últimos
ocho
meses se registró la apertura de unos 4,000 negocios de pequeños
inversionistas en el condado. Desde panaderías hasta oficinas
de bienes raíces,
pasando por sencillas inversiones bancarias.
``En estos momentos, los niveles de consumo de la economía venezolana
no
son los más favorables para la inversión, y el sistema
legal en Estados Unidos
es muy favorable al inmigrante venezolano'', dijo en Miami Eduardo
Sanabria,
presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio Venezolana Americana.
Sanabria sostuvo que el sur de la Florida atraviesa una bonanza económica
que
favorece altamente el retorno de capitales, lo cual, en su opinión,
es muy
atractivo para el inversionista venezolano. ``La gente invierte donde
sea más
seguro, pero los venezolanos no están viniendo acá definitivamente;
la mayoría
mantiene sus negocios en Venezuela''.
El empresario admitió que el ambiente de inseguridad es un factor
importante en
la salida de capitales de su país, pero rechazó que el
sistema económico esté
en crisis. ``No se trata de un éxodo, es un cierta clase que
está en busca de
lugares seguros con buena capacidad de retorno de capital a sus inversiones.
En Venezuela ha habido grandes inversiones en los bancos; no creo que
la
gente esté asustada''.
En Caracas, no obstante, los analistas discrepan de esa aseveración,
y dicen
que el gobierno amenaza con recurrir a la inflación para equilibrar
el
desangramiento financiero.
Esto ha provocado una verdadera caza del dólar que tiene el gobierno
asustado.
El mes pasado, las operaciones de conversión de bolívares
a la moneda
estadounidense totalizaron $90 millones, o sea, unos $40 millones más
que el
promedio histórico, lo cual está llevando el gobierno
de Chávez a estudiar la
posibilidad de imponer un serio control a las transferencias al extranjero.
Hace unos días, el director de la policía política
venezolana [DISIP], Eliécer
Otaiza, dijo a periodistas extranjeros que el organismo investiga las
transacciones al exterior, ya que su gobierno cree que existe en ello
``una
conspiración para desestabilizar la economía a través
de la fuga de capitales''.
``Chávez quiere hacer una devaluación con control, y la
inflación es el único
mecanismo que le permite hacerlo. La gente está cambiando dólares
por
bolívares, porque los dólares son más seguros;
sin embargo no se está dando
cuenta de que eso afecta la economía porque quien tiene bolívares
compra todo
lo que quiera'', sostuvo García Mendoza.
Tanto Bottome como García Mendoza creen que el mandatario venezolano
no
tiene un sólido equipo económico que le abra los ojos
a las realidades.
``Puede que sea un hombre bien intencionado, pero su formación
ideológica
intelectual es de izquierda de los años 1960, y uno de los defectos
de los
militares es que no tienen mundo, no tienen oportunidad de beber de
otras
ideas'', señaló Bottome.
Las perspectivas no son muy positivas, subrayaron ambos. Los analistas
de
Veneconomia están pensando en varias posibilidades para el futuro,
y una de
ellas implica que Chávez rectifique varias decisiones y haga
lo que en Venezuela
se llama un ``vuelvan caras'', alusión a un histórico
cambio de estrategia durante
una batalla independentista protagonizada por el general José
Antonio Páez.
``Si Chávez decide hacer un `vuelvan caras', no deja de ser irónico,
porque en la
liturgia bolivariana José Antonio Páez fue el villano
de la contienda'', añadió el
editor de Veneconomia.