Chávez desata su ira contra la Iglesia
A cusa a los prelados católicos de opositores
PASCAL FLETCHER / Reuters
CARACAS
El presidente venezolano, Hugo Chávez, desató ayer su ira revolucionaria contra los dirigentes de la Iglesia Católica local y dijo en tono de sermón que son opositores del gobierno que ``no andan por el camino de Dios'', para luego señalar una ``penitencia'' al cardenal y arzobispo de Caracas, Ignacio Velasco.
Chávez también volvió a criticar al anuncio
apostólico en Venezuela, André Dupuy, al que acusó
de inmiscuirse en los asuntos internos de esta nación de mayoría
católica.
En su programa semanal de radio y televisión Aló, Presidente, el mandatario acusó a Velasco y a otros obispos de ser miembros de la creciente oposición política.
``Es usted, cardenal Velasco, el que está asumiendo posiciones políticas'', retó Chávez.
``Oiga, hágase una revisión de su conciencia. Vaya y párese delante de Dios y rece un poco un Padre Nuestro... o 20 Padre Nuestros y 20 Ave Marías'', declaró.
El mandatario, quien dice ser católico practicante, manifestó
que Velasco y otros obispos de alto rango tenían estrechas relaciones
con las élites gobernantes del
pasado y que habían descuidado a los pobres de Venezuela.
``Se acostumbraron a vivir en palacios y se olvidaron del pueblo ... ¿Quién ha visto a los obispos estos que nos critican que vayan a las calles, que vayan a los barrios pobres?'', preguntó, para de inmediato contestar: ``No andan por el camino de Dios, no andan por el camino de Cristo''.
``Yo fui monaguillo y amo a Cristo (...) Nosotros somos todos
la Iglesia, no son ustedes dos o tres'', declaró el Presidente,
señalando sin embargo que no buscaba una confrontación, sino
que ``les voy a esperar allá en el palacio [de gobierno] y ojalá
podamos conversar y buscar entendimiento'', agregó.
Chávez rechazó rotundamente las críticas
de Velasco y las de otros obispos en torno a la misa que tuvo lugar el
miércoles pasado, a la cual concurrieron el líder
venezolano y sacerdotes católicos izquierdistas, quienes
manifestaron apoyo por sus políticas sociales.
El cardenal dijo que la misa había sido políticamente manipulada.
Chávez también justificó la aguda respuesta
pública que dio el jueves pasado a monseñor Dupuy, nuncio
apostólico y decano del cuerpo diplomático acreditado en
Venezuela, que le advirtió sobre las preocupaciones del
exterior en torno a una percibida radicalización de su gobierno.
``Lo lamento mucho, pero no podía quedarme callado ante el discurso del nuncio apostólico, que dio un discurso de intromisión en los asuntos internos de Venezuela'', dijo el mandatario.
© 2002 El Nuevo Herald