Entretelones de la cumbre presidencial Perú-EEUU
Coincidieron hasta en el color de las corbatas
....No sólo fueron los colores de las corbatas y de los
trajes de las primeras damas los que coincidieron. Una natural empatía
surgió entre
los presidentes George Bush y Alejandro Toledo junto al interés
que pusieron ambos en su conversación. El episodio más importante
de
la jornada de ayer hizo que los mandatarios se olvidaran de
sus relojes y la reunión se demoró 15 minutos más
de lo previsto en la
estricta agenda oficial.
La traductora de rigor no tuvo nada que hacer: los presidentes
hablaron en fluido inglés durante su encuentro en el Salón
de
Embajadores.
La charla entre Bush y Toledo se extendía sin preocupaciones,
mientras que en el Hall de Palacio de Gobierno aproximadamente un
centenar de periodistas, peruanos y extranjeros, esperaban impacientes.
Bush llegó a Palacio de Gobierno e inmediatamente pasaron
a la salita contigua al Salón Dorado, donde casi siempre se realizan
importantes conversaciones.
Cruce de saludos
Aunque mayomente hablaron los dos mandatarios, el secretario
del Departamento de Estado, Collin Powell, intervino para hacer una
acotación, también lo hizo la asesora del Consejo
de Seguridad, Condolezza Rice. Además el primer vicepresidente Raúl
Diez
Canseco realizó una breve intervención. El resto
fue un diálogo fluido y hasta amistoso entre los jefes de Estado.
En las citas cumbres casi todo ya está acordado por los
diplomáticos. Los presidentes sólo sellan con sus palabras
la negociación entre
las respectivas cancillerías.
Los borradores de los acuerdos fueron trabajados por el embajador
norteamericano John Hamilton y por el vicecanciller Manuel
Rodríguez Cuadros y José Antonio Meier.
Trascendió que en esas negociaciones el gobierno peruano
intentó arrancar a Bush un compromiso concreto sobre la ley de Ajuste
Andino, que posibilite la regularización de los peruanos
que ingresaron a los Estados Unidos antes del 1 de diciembre de 1998. Pero
no
se logró.
También parte importante de la negociación habría
sido obtener de Estados Unidos mayor flexibilidad para la posibilidad de
firmar un
acuerdo de libre comercio e inversión bilateral. Solo
se obtuvo el ofrecimiento de conversarlo más adelante.
Sombras nada más
Respecto a la ayuda para la lucha contra el narcotráfico,
Bush no ofreció nada nuevo, sólo reiteró que se destinarán
782 millones de
dólares a la región para la lucha contra las drogas,
en el marco de la Iniciativa Regional Andina. Toledo agradeció los
anteriores anuncios
de multiplicar los recursos para la lucha antidrogas, uno de
los puntales en la renovada relación con el país del norte.
Otra iniciativa destacada en la evaluación de parte del
gobierno peruano habría sido una promesa de atención a la
propuesta de concertar
un mecanismo de certificación fitosanitaria para productos
peruanos exportables. Si en el futuro se concreta, cítricos, mangos
y paltas
entrarían al mercado norteamericano.
La cancillería peruana habría considerado un importante
logro, más allá de los acuerdos de ayuda, el inicio de un
nuevo trato con Estados
Unidos, reforzado por el liderazgo que Bush reconoce en Toledo
y que fue insistente tema en sus intervenciones.
Los elogios fueron reiterados y casi protagonistas de los discursos.
Desde antes de su llegada al Perú, el presidente norteamericano
destacó en todos los idiomas el liderazgo internacional
del presidente Toledo, y analistas norteamericanos opinan que la visita
al Perú es
porque Bush escogió al presidente peruano como interlocutor
para la región andina.
A la cita Bush-Toledo asistieron además los funcionarios
norteamericanos Andrew Card, consejero presidencial y director administrativo
de la Casa Blanca, la consejera presidencial Karen Hugues y
el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental,
Otto Reich.
Mantel largo
También el presidente del Consejo de Ministros, Roberto
Dañino Zapata, el canciller Diego García Sayán, el
ministro de Defensa,
Aurelio Loret de Mola, el consejero presidencial para la lucha
antidrogas, Ricardo Vega Llona, el embajador del Perú en Estados
Unidos, Alan Wagner Tizón, el secretario general de Palacio
de Gobierno, Fernando de la Flor, el secretario de prensa de Palacio de
Gobierno, Guillermo Gonzales Arica, y el consejero presidencial
de política exterior, Luis Chuquihuara.
En la conferencia de prensa conjunta, Bush se mostró
de buen ánimo y llegó a bromear sobre las corbatas y el color
similar de sus ternos.
Toledo comentó: "Parece más joven que yo, ambos
tenemos 55 años" y el texano retrucó luego: "El tiene pelo
negro, yo tengo pelo gris".
La jocosidad en la rueda de prensa se repitió cuando
el presidente peruano calificó a su par norteamericano de tener
"buen gusto" por
elegir el celeste de su corbata, "pero él es más
alto que yo", dijo.
Los periodistas se enteraron de que los organizadores de la
conferencia de prensa eligieron "a dedo" a los tres peruanos que tendrían
oportunidad de formular preguntas. Faltando segundos para el
inicio de esa actividad, se realizó un improvisado sorteo entre
los
representantes de los canales de televisión.
(Silvia Rojas)