Radio Marti
LA PRESENTE CRISIS NO ES UN HECHO CASUAL NI CIRCUNSTANCIAL SINO
UN CRITICO, SENSITIVO Y CRUCIAL PROBLEMA DE SEGURIDAD NACIONAL
Por Ares Spinoza
Washington
Los planes de la administración Bush para la transición en Cuba cuentan con Radio Martí como una de las herramientas más sensitivas en la política de Estados Unidos hacia Cuba, una Cuba que tarde o temprano se enfrentará a un proceso político, social y humano de la mayor trascendencia. Pero en Radio Martí las órdenes de los supervisores son canceladas por empleados subalternos; el desarrollo del nuevo perfil de todo noticias se le confía a un reportero y se promueve a una persona con un historial de fracasos reicindentes al frente de sus responsabilidades al tiempo que se impide a jefes de departamento y supervisores a ni siquiera ejercer sus funciones.
La Comisión del Presidente para la Transición tiene su propia visión del papel importantísimo y sensitivo que deberán desempeñar los Martís durante todo ese proceso. Pero esa agenda presidencial está siendo torpedeada, saboteada y obstaculizada desde dentro de esa propia institución por un minúsculo grupo de funcionarios y empleados con una larga asociación al equipo de demolición de la Agenda Clinton-Gore para Cuba.
Así se entregarán nuevamente las posiciones claves en el departamento de noticias a quienes durante el Clintonanto fueron responsables de las dramaticas caídas de los niveles de audiencia y se conferirán mayores responsabilidades a quienes retuvieron la noticia del secuestro de Elián por cuatro horas. En efecto, mayores responsabilidades en Noticias a quienes no han sido capaces de mantener modestamente al día una decente página de Internet, un hecho que ha sido hasta el cansancio denunciado en este periódico por varios columnistas entre ellos el que les escribe. Pero esas decisiones, movidas para cumplir con compromisos políticos o personales no quedarán impunes ya que no resistirían cualquier investigación del GAO, el instrumento congresional investigativo independiente. Tampoco vamos a permanecer en silencio. Llamaremos a las cosas por su nombre. Los responsables tienen rostro.
Como ocurriera con el Dr. Salvador Lew, el primer designado político republicano, el Sr. Pedro Roig, actual Director de los Servicios de Transmisiones parece ya haberse convertido en rehén del grupúsculo de marras. Nuevamente los plomeros han logrado hacer ingobernable a Radio Martí. Quizás ya es hora de que la Casa Blanca ponga fin a una situación no sólo inaceptable sino que pone en peligro las políticas de la administración para Cuba en un año electoral.
Hablamos de lo que constituye ya un problema de seguridad nacional y de los responsables de lo que ya se denomina: la crónica ingobernabilidad de los Martís, quienes concientes o inconcientemente; motivados ya sea por agendas políticas, o por un trabajo de la inteligencia enemiga, o de cooperación con ella, o por razones meramente personales están en la posición de llegar a hacer inefectiva la herramienta capaz de llegar a la audiencia cubana y orientar a nuestros hermanos en la Isla en lo que pudieran ser semanas o meses de desasociego, incertidumbre y agonía.
La Casa Blanca no se puede permitir una crisis de estas proporciones en estos momentos en los Martís. Si el Sr Roig, un designado republicano, no puede dejar de escuchar a sus amigos demócratas, quienes ya hundieron la histórica audiencia de la emisora en el pasado reciente, quizás deba considerar su renuncia y darle así libertad a la administración a que nombre a alguien que represente los intereses y lo énfasis del presidente en su visión de búsqueda de un cambio democratico en la Isla.
Tanto Mel Martínez, con toda seguridad candidato al Senado por el estado de la Florida, como nuestros congresistas federales no sólo están al tanto de tan delicada situación sino que no permanecerán indiferentes ante una situación que pudiera hacer inefectiva a Radio Martí en un momento crucial para los procesos de cambio en Cuba.
De cualquier manera, en Washington quienes se preocupan de los temas
cubanos en esta administración no están cruzados de brazos
y no se mantendrán impasibles ante una situación absolutamente
inaceptable dado la sensitiva importancia que los Martís tienen
para la seguridad nacional.