Consideran que Bush sigue los pasos de Clinton
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Razones de Estado y conveniencias políticas internas son
dos de los factores principales que mantienen el status quo entre los gobiernos
de Estados Unidos y Cuba, afirmó en
Miami ayer, Jorge Domínguez, profesor de Ciencias Políticas
de la Universidad de Harvard.
''El presidente Bush continúa la misma política
de colaboración económica, de seguridad e inmigración
con Cuba que tuvo su antecesor Bill Clinton, aunque con una retórica
más fuerte'', dijo Domínguez, durante una conferencia
auspiciada por el Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional
de la Florida (FIU).
Para Domínguez esos niveles de colaboración obedecen
a ''razones de Estado'' mientras que la retórica anticastrista es
una ''conveniencia política'' que busca complacer a los
cubanoamericanos con fines electorales.
La misma situación, dijo Domínguez, se presenta
desde el lado cubano, ya que por razones de Estado, Cuba también
favorece la cooperación en materia económica, de
seguridad e inmigración con Estados Unidos.
''La retórica de la Administración Bush la utiliza
también Castro por razones de conveniencia política interna,
denunciando supuestas agresiones militares contra la isla, entre
otras cosas'', afirmó.
Domínguez dijo que, además de esas razones, no se puede descartar la existencia de elementos ideológicos presentes en ambos gobiernos.
''Por supuesto que está también la ideología pero son otras razones más prácticas las que mantienen el status quo'', dijo a El Nuevo Herald.
En un parte de prensa difundido el jueves, el congresista republicano Lincoln Díaz Balart rechazó los planteamientos de Domínguez.
'La `teoría' de Domínguez coincide totalmente con
la campaña de Castro para desanimar a los cubanoamericanos para
que no voten en las elecciones presidenciales de este
año. Las declaraciones de Domínguez constituyen
una clara maniobra política calculada para debilitar el apoyo al
Presidente Bush entre la comunidad cubanoamericana'',
subrayó el congresista.
Entre las esferas de cooperación entre ambos gobiernos señaladas por Domínguez figuran, entre otras:
• La suspensión semestral de los capítulos 3 y 4 de la Ley Helms-Burton.
• La oferta de ayuda propuesta por Cuba a Estados Unidos a raíz de los ataques terroristas del 9/11.
• La oferta de ayuda estadounidense a Cuba tras los estragos causados en la isla por dos huracanes.
• La aceptación por parte de Cuba del uso de la Base Naval de Guantánamo como prisión para los acusados de terrorismo internacional por Estados Unidos.
• Las conversaciones periódicas entre militares de Cuba y Estados Unidos, sobre cuestiones de seguridad y salud pública en torno a la Base Naval de Guantánamo.
• La colaboración entre la Guardia Fronteriza de Cuba
y el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, para interceptar embarcaciones
de refugiados en alta mar y también,
en algunos casos, de narcotraficantes.
• El cumplimiento de los acuerdos migratorios firmados en 1994,
que prevén 20,000 visas anuales para los cubanos y la devolución
de los cubanos interceptados en aguas
internacionales o antes de pisar suelo norteamericano.
''Incluso cuando en enero pasado se suspendieron las conversaciones
migratorias, la razón principal fue que Estados Unidos quería
enviar más cubanos de regreso a Cuba, los llamados excluibles'',
dijo Domínguez. ''El gobierno de Cuba no acepta porque dice que
no tiene capacidad para recibirlos'', añadió.