Cayo Hueso --(Reuters)-- El Comando Sur del ejército de
Estados
Unidos sabía que era el objetivo de una supuesta red de
espionaje
cubana y había mejorado su seguridad mientras agentes
estadounidenses
vigilaban a los espías, afirmó el jueves el comandante
en jefe de la
unidad.
``No fue una sorpresa para el Comando Sur'', dijo el general Charles
Wilhelm.
Los agentes del FBI arrestaron durante el fin de semana a 10 personas
en el sur de Florida acusados de trabajar como espías
para el gobierno
comunista de La Habana.
Parte de su misión fue penetrar en el Comando Sur (SOUTHCOM),
el
cuartel militar estadounidense para Latinoamérica y el
Caribe, aseguró el
FBI.
Un agente fue enviado a Miami para supervisar el funcionamiento
de la
trama después de que el SOUTHCOM trasladó su sede
desde Panamá
a Miami el pasado año.
Wilhelm dijo que el FBI y otras organizaciones de seguridad realizaron
un trabajo excelente durante su operación de tres años
contra la presunta
red de espionaje.
``Hubo una comunicación y una coordinación muy estrecha
y continua
con el Comando Sur durante todo el tiempo. Ibamos literalmente
al
mismo paso, día a día'', aseguró Wilhem,
quien hizo sus declaraciones en
la Estación Aeronaval de Cayo Hueso.
``Nunca llegó a constituirse realmente en una amenaza porque
éramos
conscientes de ella. Tomamos medidas extraordinarias para asegurarnos
de que protegíamos primero y, sobre todo, el flujo de
información que
salía del cuartel'', indicó.
Wilhelm había dicho previamente que Cuba ya no tenía
capacidad para
significar una amenaza militar a Estados Unidos.
Un hombre llamado Luis Medina, quien según el FBI es un
mayor del
ejército cubano que usa una identidad falsa, es supuestamente
la persona
que supervisó lo que acabó siendo un improductivo
intento de infiltrarse
en SOUTHCOM.
Medina y Manuel Viramontes, el presunto líder de la red,
fueron
encarcelados sin fianza el miércoles por un juez estadounidense.
Los
ocho restantes miembros del grupo permanecen también detenidos.
Copyright © 1998 El Nuevo Herald