El Nuevo Herald
May. 15, 2002

Causa sorpresa la cordialidad de Castro hacia Carter

  RUI FERREIRA
  El Nuevo Herald

  A la oposición interna cubana le sorprendió la cordialidad con que el gobernante Fidel Castro ha recibido al ex presidente Jimmy Carter, a quien no ha
  dejado de prodigar elogios desde su llegada a Cuba el domingo pasado.

  ''Esto pudiera parecer algún tipo de arrepentimiento o una rectificación histórica, porque ningún gobierno atacó con más fuerza a Carter que el cubano en
  1980'', dijo ayer el disidente Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
  (CCDHRN).

  El lunes, Castro dijo en un corto discurso que Carter ''fue valiente al intentar mejorar las relaciones bilaterales [durante su mandato, entre 1977 y 1981], y
  que nadie piense que eso era fácil''. Además, que ``fue valiente al visitar a Cuba, a pesar de que siempre surgieron los que se opusieron, a pesar de que
  se exponía a críticas y calumnias.

  ``Debo decir aquí, sin ánimo de halagos personales, [que] es claramente perceptible el grado de inteligencia del ex presidente Carter, a lo cual se une, en
  grado aún más alto, su ética personal y familiar''.

  Pero no siempre fue así. En 1980, durante la crisis del Mariel, la isla se llenó de pancartas y consignas, muchas de ellas fuertemente críticas de Carter y su
  política de ''brazos y corazón abiertos'' para los que decidieron abandonar la isla por el puente marítimo.

  Por esos días, Carter fue sometido al escarnio popular en la radio y la televisión, en discursos oficiales y manifestaciones. De todos modos, aseguró
  Sánchez Santacruz, ``este derroche de cortesía desde la cúspide del gobierno de Cuba no cambia mi visión moderadamente pesimista en cuanto a los
  resultados [de la visita], porque no creo que el gobierno cambie su talante de impermeabilidad ante los llamados de la comunidad internacional, o de la
  conciencia universal, o los propios reclamos de la sociedad cubana, ávida y necesitada de mayores espacios y bienestar''.

  Castro añadió el lunes que albergaba ``la más firme convicción de que hay muchas palabras y muchos conceptos que tienen que ser redefinidos, si es que
  queremos, realmente, marchar hacia un futuro digno. El futuro no puede ser el pasado, y concebir una sociedad futura requiere, realmente, repensar
  muchos conceptos que son prehistóricos''.

  Pero Sánchez Santacruz dijo que las palabras no lo impresionaron. ``Es una expresión bastante consistente, tiene bastante lógica, pero la preocupación
  mía no está en relación a las expresiones retóricas del gobierno de Cuba, sino el enorme contraste a lo largo de más de 40 años entre palabras y hechos.
  Hay que ver si el gobierno quiere dar los pasos que ahora pregona''.