"Que lleguemos a ser amigos y nos respetemos unos a otros"
Expresó James Carter en el Aula Magna de la Universidad de La Habana
ORLANDO ORAMAS LEÓN
¿Será posible que este nuevo siglo pueda encontrar a dos
pueblos
vecinos que vivan en paz y armonía? He venido aquí en busca
de
una respuesta a esa pregunta. Así, en pocas líneas, el ex
presidente norteamericano, James Carter, definió su histórica
visita
a Cuba, que le escuchó ayer con respeto y, de igual manera, le
respondió con su verdad.
Ante el Aula Magna colmada de estudiantes y profesores de
la Universidad de La Habana, y en presencia del Comandante
en Jefe Fidel Castro, el ex mandatario expuso lo que
pensaba sobre las relaciones bilaterales y agradeció a su
anfitrión la oportunidad de hacerlo ante la opinión pública
cubana.
La estudiante norteamericana Yaswin Khawfa Méndez explicó
a Carter sus experiencias en Cuba.
En su disertación reconoció que Washington impidió
que los cubanos
alcanzaran su total independencia luego de larga lucha contra la
metrópoli española. "La Enmienda Platt le dio a mi país
el derecho
de intervenir en los asuntos internos de Cuba hasta que, en mayo de
1934, el presidente Franklin Roosevelt tuvo la sabiduría de revocar
esta enmienda", recordó.
"Durante 42 años, nuestras dos naciones se han encontrado
atrapadas en un dañino estado de beligerancia. Ha llegado la hora
en la que debemos cambiar nuestras relaciones y la forma en la
que pensamos y hablamos uno del otro. Debido a que los Estados
Unidos es la nación más poderosa, somos nosotros quienes
debemos dar el primer paso", propuso Carter.
Respecto al bloqueo dijo que congela el presente impasse, induce
a la ira y al resentimiento, restringe la libertad de los ciudadanos de
los Estados Unidos y dificulta que podamos intercambiar ideas y
mostrar respeto.
"La realidad es que ni los Estados Unidos ni Cuba han logrado
definir una relación que sea positiva", apuntó, para luego
expresar:
"quiero que lleguemos a ser amigos y nos respetemos unos a
otros". Aseveró que no pretendía interferir en los asuntos
internos
de Cuba y luego expuso lo que definió como su visión para
el futuro
de los vínculos bilaterales, en la que se repitieron algunos de
los
argumentos esgrimidos desde Washington para justificar su política
hacia Cuba.
Yaswin Khawfa Méndez, uno de los 49 jóvenes estudiantes que
cursan un semestre en la UH, explicó a Carter sus experiencias
compartidas en Cuba. Nuestros pueblos son muy afines y tenemos
mucho que aprender uno del otro, dijo.
María Victoria Casajesús, presidenta de la FEU en la Colina,
le
explicó al visitante que nació cuando Carter era presidente
y ha
vivido durante todos estos años bajo el bloqueo y las agresiones
de
Estados Unidos.
Luego tuvo lugar un franco intercambio de preguntas y respuestas
en las que el ex jefe de la Casa Blanca escuchó las concepciones
que más de una generación de cubanos defienden en cuanto
a
democracia, derechos humanos, el orden internacional impuesto,
entre otros temas.
Participaron varios estudiantes y el decano de la Facultad de
Derecho, José Luis Toledo, quien le respondió que el denominado
Proyecto Varela, al que se refirió el disertante, tiene sus orígenes
en
quienes en Estados Unidos pretenden subvertir el orden interno en
Cuba, precisamente en contra de las tradiciones libertarias y
nacionales heredadas del presbítero Varela. Y le preguntó
si la
Constitución norteamericana permitiría que un ínfimo
grupo de sus
ciudadanos, alentado por una potencia extranjera, cambie los
principios fundacionales de la nación.
Hassán Pérez le comentó que si alguien tiene que dar
un primer
paso para mejorar los vínculos es Estados Unidos, que tiene
bloqueada a Cuba y ha amparado a grupos terroristas que
causaron miles de víctimas entre la población cubana.
Le explicó que la Cuba de hoy no es la que Carter visitara en 1955
y, a diferencia de otros países latinoamericanos, aquí no
hay
escuadrones de la muerte, no se compran elecciones ni cargos, ni
la juventud padece del flagelo de la drogadicción.
Le inquirió entonces si el gobierno norteamericano rectificaría
su
postura y liberaría a nuestros cinco compatriotas injustamente
encarcelados en Estados Unidos. El ex jefe de la Casa Blanca dijo
tener poca información sobre el caso e indicó que el sistema
judicial contempla la apelación de las sentencias.
James Carter se refirió en otra parte de su intervención
a
violaciones de derechos humanos en su país, ejemplificando en la
situación carcelaria, la aplicación de la pena de muerte,
"más
duramente sobre aquellos que son pobres, negros o se encuentran
mentalmente enfermos", la falta de acceso universal a la salud y los
problemas en las últimas elecciones en la Florida.
Al finalizar el diálogo en tono respetuoso, no obstante las
diferencias de criterios entre el expositor y el auditorio, el rector de
la Universidad, doctor Juan Vela, le entregó la medalla por el
aniversario 270 de la alta casa de estudios, así como el libro
Honoris Causa, donde están compiladas todas las personalidades
que han recibido esa distinción académica, entre ellos varios
estadounidenses.
Fidel y Carter compartieron luego en clima distentido en medio de la
concurrencia. Al salir, tanto como ocurrió a su llegada, cientos
de
estudiantes ovacionaron a ambos estadistas.