Disidentes apoyan y rechazan el discurso
Agence France Presse
LA HABANA
La disidencia interna recibió ayer con sentimientos encontrados
el discurso del presidente estadounidense George W. Bush sobre el acontecer
político en
Cuba, ya que saludó su defensa de los derechos humanos
en la isla pero calificó de ''retórica de guerra fría''
el tono empleado por el mandatario.
''Apoyamos todas las referencias de Bush en el tema de los derechos
humanos y su pedido de liberar a presos políticos, pero el resto
de su discurso es
retórica de la guerra fría'', dijo Elizardo Sánchez
Santacruz, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos
y Reconciliación Nacional
(CCDHRN).
Ante ese pronunciamiento, ''que es más de lo mismo, el
gobierno cubano va a responder con la crispación acostumbrada'',
estimó Sánchez Santacruz tras
escuchar la alocución del gobernante norteamericano,
en un hotel de La Habana junto a otros líderes de la oposición,
que opera en forma ilegal pero
tolerada.
Bush lanzó la denominada ''Iniciativa para una nueva Cuba'',
en demanda de democratización en la isla, al conmemorarse el centenario
de la independencia
de Cuba.
También dijo que mantendrá el embargo económico que pesa desde hace cuatro décadas sobre Cuba.
Por su lado, Vladimiro Roca, quien hace dos semanas fue excarcelado
tras casi cinco años en prisión por sus actividades de oposición
a Castro, lamentó que
las palabras de Bush no sirvieran para aliviar la tensión
entre los dos países.
Mantener la mala relación entre el gobierno de Estados
Unidos y el de Cuba afectará a la disidencia y evitará ''un
cambio más rápido hacia la democracia''
en la isla, dijo Roca, hijo del fundador e ideólogo del
gobernante Partido Comunista cubano, el fallecido Blas Roca.
Mejorar los vínculos entre Washington y La Habana ''ayudaría
más a una transición hacia la democracia y acabaría
con uno de los argumentos más manidos
por el gobierno cubano'' para justificar su política
de represión hacia los opositores y de fomentar los sentimientos
nacionalistas en el país, añadió.
Roca explicó la necesidad de que ''haya cambios por ambas
partes'' para lograr la plena vigencia democrática en Cuba, gobernada
desde hace 43 años por
un régimen socialista, y reclamó el cese del embargo
estadounidense a la isla.
''El gobierno de Cuba tiene que cambiar la mentalidad obsoleta
que tiene, pero el gobierno de Estados Unidos sigue anclado también
en la mentalidad
obsoleta del embargo. La fuerza no debe mediar, debe ser precisamente
el diálogo'', puntualizó.
Ambos líderes disidentes elogiaron la oferta de Bush de
dar apoyo a los familiares de presos políticos en la isla, pero
rechazaron la propuesta de enviar
recursos para financiar a la oposición.
''Y mucho menos de un gobierno como el de Washington, pues justificaría
el discurso y los ataques del régimen de Cuba, que insiste de una
manera
mentirosa en que nosotros somos pagados'' por Estados Unidos,
afirmó Sánchez Santacruz.
Al hacer un balance de las palabras de Bush, el líder
disidente dijo que ese discurso ``quedó muy por detrás del
que realizó (la semana pasada el ex jefe
de Estado Jimmy) Carter''.
Carter, quien el viernes pasado culminó una histórica
visita de seis días a la isla, abogó durante su estancia
por ''nuevas relaciones'' entre ambos países e
instó a avanzar hacia la reconciliación.