El avión de TV Martí enfrenta a Rice y Rumsfeld
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Alos más altos niveles de Washington, D.C., una discreta pugna
se viene
desarrollando por el avión C-130 de TV Martí, que trasmite
semanalmente
programación hacia Cuba.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a cuya oficina pertenece
el
aparato, lo quiere de vuelta en las operaciones en Irak y Afganistán,
mientras
que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se ha opuesto firmemente
y ha
cabildeado con la Casa Blanca al respecto.
El aparato comenzó a volar en agosto del año pasado, pero
diplomáticos
estadounidenses admitieron a El Nuevo Herald que el régimen
de la isla ha
tenido cierto éxito en interferir las transmisiones, porque
éstas se siguen
haciendo en las frecuencias habituales.
Esta semana, al tanto de la polémica y preocupada por su posible
desenlace, la
congresista Ileana Ros-Lehtinen escribió sendas cartas al presidente
George W.
Bush y a la secretaria Rice, a las cuales El Nuevo Herald tuvo acceso.
''Lo felicito por sus esfuerzos'' antiterroristas, pero ''le escribo
en este
contexto para manifestarle mi preocupación por informaciones
según las cuales
el Departamento de Defensa quiere dar otro destino al [avión]
C-130 Commando
Solo que está actualmente dedicado a actividades relacionadas
con Cuba'',
escribió la congresista en la carta a Bush.
''No podemos ni debemos olvidar la amenaza que representa la dictadura
de
[Fidel] Castro en nuestro espacio de influencia'', por lo cual el avión
''es
un instrumento crítico en la implementación de esta agenda
[...] y en nuestros
esfuerzos para precipitar el final del régimen castrista y llevar
una
transición hacia la democracia a la isla'', manifestó
Ros-Lehtinen.
En la carta a Rice, la representante republicana recordó cómo
semanas después
de los atentados terroristas de septiembre del 2001, fue arrestada
la analista
del Pentágono Ana Belén Montes por espiar para Cuba,
precisamente porque sus
informes ``podían ser enviados a quienes se encuentran enfrascados
en
actividades terroristas contra Estados Unidos''.
Según fuentes del Capitolio, la pugna de Rice y Rumsfeld tiene
como base un
punto de vista diferente en cuanto a cómo lidiar con el régimen
de La Habana.
Si bien la secretaria de Estado es conocida por sus duras criticas al
régimen
cubano, el secretario de Defensa ha sido muy parco en ese aspecto.
''Si miramos las cosas en su justa perspectiva, hasta hoy el Pentágono
no ha
dado marcha atrás en el informe militar sobre la amenaza cubana.
A lo mejor no
ha habido cambio de posición o no han querido cambiar de posición'',
dijo una
de las fuentes a El Nuevo Herald.
En 1998, el Pentágono publicó un informe en el cual sostuvo
que el régimen de
la isla no representa una amenaza militar para Estados Unidos. El informe
ha
sido fuertemente cuestionado por analistas y cubanos exiliados,
particularmente tras la revelación de que Belén Montes
participó en su
confección y pudo haber influido en sus conclusiones.
Pero en una rápida consulta a las pocas declaraciones de Rumsfeld
sobre Cuba,
se constata que desde que llegó al Pentágono no ha exteriorizado
una
preocupación particular sobre una posible amenaza militar cubana.
En una entrevista con la cadena Univisión en febrero del año
pasado, Rumsfeld
dijo abiertamente que el conflicto con la isla debe ser tratado
diplomáticamente.
''Eso es algo que se está manejando por canales diplomáticos.
Sé que a lo
largo de diversas administraciones el gobierno ha estudiado diversas
políticas
que indican nuestra posición'', pero ``también creo que
hay cosas que son
diferentes en situaciones diferentes''.
En abril del 2003, cuando le preguntaron directamente si abogaba por
una
invasión a Cuba, el secretario de Defensa dijo: ``No podemos
intentar que
todos en este mundo vivan igual que nosotros''.
''En un mundo complicado hay países que viven de forma diferente,
y por lo
tanto no es un asunto para Estados Unidos tratar que los demás
sean como
nosotros'', añadió.
Y en una fecha tan reciente como el pasado 5 de mayo, cuando en la conferencia
anual del Consejo de las Américas, en la capital estadounidense,
alguien se
interesó por su opinión sobre la situación en
Cuba, Rumsfeld no dejó margen
para dudas con una respuesta evasiva.
''Bueno, usted sabe, miramos a nuestro alrededor en todo el mundo y
vemos que
hay cubanos por doquier, en este país, en muchos países.
Y son inteligentes,
trabajadores y activos. Y yo me acuerdo cuando Castro llegó
[al poder], y
apuesto a que usted también se va a acordar cuando él
se vaya'', dijo el
secretario de Defensa.