'El Chacal' confiesa culpa en sangrienta operación
EFE
PARIS
El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias
``Carlos'' o ``El Chacal'',
confesó ayer haber participado en la organización y comisión
de la sangrienta
toma de rehenes durante una reunión en Viena de la OPEP, en
diciembre de
1975.
Ramírez Sánchez hizo esa declaración en una vista
en la que testificó ante
jueces alemanes en la causa contra el terrorista arrepentido Hans-Joachim
Klein
por aquel secuestro.
``Carlos'', que presentaba muy buen aspecto e iba vestido con una chaqueta,
dijo
que con esa operación ``queríamos hacer propaganda armada,
dejar libres a los
ministros de los países ``amigos'' y guardar a los ``invitados''
como protección''.
``Pensábamos pedir la protección de Saddam [Hussein]
y una reunión
extraordinaria de la Liga Arabe. Queríamos hacer una declaración
oponiéndonos
a cualquier relación del mundo, incluso parcial, con el Estado
sionista'', agregó
Ramírez Sánchez, que cumple cadena perpetua en Francia.
En tono provocador y con sorna, el terrorista señaló a
los jueces alemanes que
iba a responder ``por cortesía'' a sus preguntas y participar
``como testigo, pero
siempre y cuando se le dejara explicar cómo se concibió
la idea y el desarrollo
de toda la operación''.
``Quiero contar todo, tal y como pasó, desde su origen con respeto
a la verdad
histórica, a la verdad política y para impedir que por
culpa del imperialismo
judicial se lleve a cabo una manipulación de la verdad de los
hechos que
ocurrieron'', indicó.
No obstante, ``Carlos'' declaró que no reconoce la autoridad
de jueces germanos
porque ``Alemania es un país que no respeta el estado de derecho
en asuntos
políticos''.
``No reconozco el derecho del Estado alemán a proyectar su acción
fuera de sus
fronteras por hechos cometidos también fuera hace más
de 25 años, y que
tuvieron lugar en la sede de una organización que goza de un
estatuto
extraterritorial y, por tanto, de inmunidad fiscal y judicial'', argumentó.
Por su parte, el presidente del Tribunal de lo Criminal de Francfort,
Heinrich
Gehrke, le respondió que representa a ``un pueblo de derecho
que está siempre
en búsqueda de la verdad. Y esto es lo que he venido a hacer
aquí''.
Gehrke preguntó a ``Carlos'' si conocía al terrorista
alemán Klein y, ante la
respuesta escurridiza y el interminable discurso del venezolano, el
magistrado
alemán pidió al intérprete que dejara de traducir
del francés al alemán, en una
muestra de disgusto y pérdida de paciencia.
Tal y como suele hacer en sus comparecencias judiciales, ``El Chacal''
esquivó
sistemáticamente las preguntas concretas del magistrado alemán
remontándose
a la historia y el entramado de aquella espectacular operación
en la sede de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP).
Ramírez Sánchez también tuvo palabras contra Francia,
a la que acusó de ser
un ``país de chanchullos'' y de maltratar a los presos.
Denunció el régimen de aislamiento al que está
sometido desde su
encarcelamiento en Francia y subrayó que se trata de ``tortura''.
En un receso de la vista, la abogada del testigo, Isabelle Coutant-Peyre,
expresó
su sorpresa por el hecho de que el juez alemán no se interesara
``en absoluto en
la cuestión histórica y en las razones por las cuales
hubo una relación entre la
resistencia palestina y la cuestión del petróleo''.
Los magistrados germanos viajaron a París para interrogar a Ramírez
Sánchez,
dado que el Ministerio francés de Justicia se negó, por
razones de seguridad, a
que el ex colega de Klein se desplazara para declarar ante el Tribunal
de lo
Criminal de Francfort.
Klein, de 52 años, es juzgado en Alemania desde el mes pasado
en relación con
los tres asesinatos cometidos durante aquel secuestro.